La poderosa funcionaria de AMLO que controla el dinero de la 4T

La renuncia de Germán Martínez como titular del IMSS fue la alerta de que algo está pasando en el Gobierno Federal. La carta que presentó como renuncia básicamente señala a funcionarios de la Secretaría de Hacienda como los culpables de su decisión.

El pecado de la 4T está siendo el exceso de ahorro y el recorte de recursos a algunos rubros francamente esenciales para el funcionamiento de algunas instituciones. Por una parte, se entiende la revisión de las cuentas, contratos y pagos que hace el gobierno pues ha sido precisamente ahí donde siempre se han encontrado vicios que afectan al erario. No obstante, han pasado cinco meses y el gobierno federal sigue sin distribuir recursos.

El poder de Hacienda tiene un rostro

En la poderosa carta de renuncia de Germán Martínez hace mención al injerencia de “funcionarios de Hacienda” que no deben controlar al Instituto:

“Quiero decirlo, lo más alto y claro que puedo y debo: algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tiene una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”.

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Más abajo afirma que “controlar en exceso el gasto en salud es inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más pobres”.

Esos reclamos y esa falta de comunicación que denuncia Martínez están dirigidos a la mujer que desde Hacienda controla el plan de austeridad de la llamada 4T, su nombre es Raquel Buenrostro Sánchez y es la encargada de revisar contratos y pagos del Gobierno Federal, vaya, a dónde se destinan los dineros.

Buenrostro Sánchez ha sido la artífice de diseño de revisión, cortes y ahorros del gobierno actual desde la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda. En su mano está el gasto de un billón de pesos anuales (un millón de millones de pesos).

La egresada de matemáticas de la UNAM y con maestría en el Colegio de México, es una funcionaria convencida de la austeridad, del control y eficacia de las finanzas públicas. Ha afirmado que había corrupción en todos los ámbitos de compras de gobierno, en donde el 80 por ciento estaban concentradas en el 1.5 por ciento de proveedores.

Buenrostro puede ser la mujer más poderosa de la Cuarta Transformación.En columnas y en los pasillos de Palacio se reconoce que la última palabra cuando se necesita la aprobación para cualquier contratación o gasto es la de Raquel.

En ella, AMLO ha encontrado uno de los pilares que sostiene su austeridad republicana, ambos comparten esta visión de Estado y quienes han trabajado con ella afirman que aunque no es inflexible su tendencia es a ver los resultados antes de cualquier explicación.

Los cortes y recortes

Mucho se ha criticado al gobierno federal. Desde los primeros días de gobierno la misma Hacienda despidió a alrededor de tres mil empleados de nómina y de confianza, luego siguieron recortes a las estancias infantiles y casi a todos los programas de ayuda o asistencia social como los de Prospera y al adulto mayor.

El mismo AMLO ha dicho que se estaban revisando proveedores y cifras y que las ayudas ahora llegarán directamente, pero a cinco meses algunos han perdido la paciencia en lo que la Oficialía Mayor termina su escrutinio sobre la corrupción en las compras federales.

Germán Martínez es el primero en abandonar la visión que se ha impuesto desde las arcas del gobierno, ahora la pregunta es cuáles serán los daños colaterales de este ahorro y recortes a casi todo el ámbito económico del país.