El récord de abstención en las elecciones en Irán, un signo de desesperanza en “el sistema político”

Teherán, 3 jul (EFE).- “Es una vergüenza para una nación que solo el 35 % o el 40 % de las personas participen en sus elecciones presidenciales”, afirmó en referencia a Estados Unidos el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en 2001. Esa es la actual situación del país persa.

Casi 23 años después, la participación en las elecciones presidenciales iraníes del viernes se situó en el 39,9 %, el nivel más bajo en los 45 años de historia de la República Islámica.

“Es obvio que es un pueblo que no confía en su sistema político, que no les importa y que no tienen esperanzas”, continuó Jameneí en aquel discurso en un rezo colectivo de 2001.

Una opinión que ahora manifiestan muchos iraníes acerca de la situación en su país.

“No voté, ni voy a votar en la segunda ronda. La votación en este sistema es considerado por las autoridades como una aprobación a sus políticas”, dice a EFE Barbod, un vecino de 28 años de Teherán, donde la participación fue del 23 %.

El joven participó en las tres últimas grandes protestas que sacudieron el país en 2017 y 2019 “por motivos económicos” y en 2022 por la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial, por no llevar bien puesto el velo islámico.

Las protestas de 2022, al igual que las anteriores, se apagaron tras una fuerte represión policial que causó 500 muertos, la detención de miles de personas y la ejecución de al menos nueve manifestantes.

Algo que muchos no olvidan.

“Votar es traicionar a los amigos, a la gente que perdimos en las protestas de los últimos años”, dice Maziar, joven de 32 años, que afirma que una amiga suya murió en las protestas de 2022.

“No podemos olvidarlo. Son heridas muy recientes”, resalta.

Así las cosas un 60,1 % de los votantes no acudieron a las urnas en la primera vuelta de las presidenciales, lo que se ha considerado un revés para todos los implicados, el bloque conservador, el reformista -que busca una cierta apertura del país-, y sobre todo para Jameneí.

“La durabilidad de la República Islámica, la estabilidad, el honor y la reputación de la República Islámica en el mundo dependen de la presencia del pueblo”, afirmó Jameneí tras depositar su voto ante las cámaras de televisión.

Sus palabras cayeron en oídos sordos y ahora se han multiplicado de nuevo las llamada a votar ante la segunda vuelta que se celebrará el próximo viernes entre el candidato reformista Masoud Pezeshkian, quien dio a sorpresa y logró el mayor número de votos, un 42,4 %, y el ultraconservador Saeed Jalili, que obtuvo el 38,6 % de las papeletas.

Pérdida de apoyo popular

La República Islámica siempre ha dado mucha importancia a la participación como prueba de su apoyo popular y hay votantes que lo perciben casi como un referéndum y piensan además que la figura del presidente carece de importancia.

“No he votado desde 2013, porque he entendido que la República Islámica utiliza los votos para aparentar ante el mundo que sigue tenido gran apoyo popular, cuando no es cierto”, relata a EFE Simin.

Esta mujer de 39 años se opone al velo, símbolo indiscutible de la República Islámica, y se declara fiel al movimiento 'mujer, vida, libertad', que nació tras la muerte de Amini en septiembre de 2022.

Por su parte, Fataneh, ginecóloga de 45 años, afirma que “la gran mayoría de la sociedad ha entendido que no habrá grandes cambios a través de las urnas, esté en el poder un reformista o un conservador”.

“Hemos dado suficiente tiempo a los reformistas sin conseguir lo que esperábamos. Han sido 27 años”, agregó la ginecóloga, quien considera que hay una “ira escondida en la sociedad que puede explotar en cualquier momento y con cualquier chispazo”.

Palabras que son respaldadas por el sociólogo político iraní Mehran Solati.

“Nos enfrentamos a una ira cada vez más profunda y una frustración creciente con la eficacia de las urnas”, aseguró Solati al periódico reformista Hammihan tras la primera vuelta.

En estas circunstancias, que el sociólogo considera “depresión social”, Irán celebrará el viernes el balotaje que definirá al sucesor del fallecido presidente Ebrahim Raisí, en un accidente de helicóptero en mayo pasado. EFE

Aydin Shayegan

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