No quiero ser el mejor libra por libra, sino el mejor de todos los tiempos. Crónica de un héroe imperfecto

Jon Jones caminó por el medio de la sala de prensa del APEX Center y todos levantaron la cabeza con suma atención. Por primera vez en tres largos años, el que muchos consideran el mejor de todos los tiempos en las artes marciales mixtas se presentaba delante de un enjambre de reporteros para hablar de un combate real y complicado.

Todos querían escuchar al “Bones’’, al hombre que durante una década gobernó con puño de hierro la división ligero pesada y que reaparece para asaltar la categoría máxima al retar de primera y golpe a Ciryl Gane, en el evento principal de la UFC 285 que tendrá lugar este sábado en la Arena T-Mobile de Las Vegas.

“Soy una mejor versión de mí mismo’’, comentó Jones. “Vengo con mucha motivación. No vengo a ser el mejor libra por libra, sino a ser el mejor de todos los tiempos. Eso es lo que más me motiva. Por eso he trabajado muy duro, para regresar y ganar el título’’.

Aunque explique de manera clara sobre lo que desea y lo que le mantiene el corazón latiendo cada vez que se habla de un combate, Jones sigue siendo un enigma dentro y fuera de la jaula, porque todavía ningún rival ha podido descifrarlo en el octágono, porque su actitud personal ha sido cuando menos errática en varias oportunidades.

EL JONES GUERRERO

Como parte de la UFC los logros de Jones son innegables. Su historial es profundo, aunque manchado por encontronazos con positivos a dopaje que él siempre ha defendido como errores de otros más que de él, pero que permanecerán ahí como una duda.

También queda la duda de la ausencia para este choque. Jones debutará en la división de los pesos pesados, pero regresa también por primera vez al octágono desde el 8 de febrero del 2020. La inactividad de 1,120 días es la más larga de su carrera de casi 15 años.

“No importa el tiempo transcurrido, porque dentro de mí soy como un perro’’, agregó Jones.

“Para mí, Ciryl es uno de los pesados más incompletos que he enfrentado. Vieron cómo se cansó ante Francis Ngannou. Como Francis se conformaba con controlarlo sin que él hiciera nada. Yo le gané a Daniel Cormier, quien a su vez venció a Francis. Y Francis dominó a Ciryl’’.

Jones compite en su 19no evento principal bajo la bandera de UFC, la segunda mayor cantidad en la historia de la compañía detrás de Anderson Silva (21).

Disputó 22 combates en el peso semipesado antes de ascender a los completos, el cuarto mayor número de apariciones en la historia de la división por detrás de Mauricio Rua (24), Ovince Saint Preux (24) y Glover Teixeira (22).

Su actual racha de 18 victorias en el peso semipesado es la más larga en activo de la división y la más extensa de la historia de la categoría.

También es la racha de imbatibilidad más larga de la UFC entre los luchadores en activo. Como si fuera poco, sus 20 triunfos son la mayor cantidad en la historia de la división.

De coronarse como rey del peso pesado, Jones se convertiría en el octavo que conquista fajas en dos divisiones y el tercero que lo hace tanto en 205 como en el límite máximo, junto a Daniel Cormier y Randy Couture.

Algunos piensan que el más grande es Silva, otro grupo apunta a Georges St. Pierre, pero la mayoría afirma que Jones es el peleador más talentoso de todos los tiempos.

Si este 4 de marzo derrota a Gane en Las Vegas, quizá la discusión termine por completo.

EL JONES DE PERSONALIDAD MÚLTIPLE

“Personalmente, no tengo ningún problema con Jon Jones’’, comentó Ngannou.

“Creo que todos sabemos que Jon Jones tiene múltiples personalidades y a veces incluso es difícil para él averiguar quién es realmente’’.

Tal vez no sea tan así, como sugiere el ex campeón mundial, pero no cabe duda de que Jones ha tenido su porción de problemas con la justicia y con la propia UFC al punto que muchos se preguntan si su legado no habría sido superior de haber tenido más enfoque en su vida personal.

Ya en alguna ocasión se le suspendió en el 2015 por verse involucrado en un accidente de tránsito donde se dio a la fuga del lugar de los hechos, tras golpear un auto con una mujer embarazada dentro. Por eso se le retiró la faja que luego ganaría Daniel Cormier.

Su último percance tuvo lugar en septiembre del 2021, un día después de que fuera exaltado al Salón de la Fama de la UFC por su pelea contra Alexander Gustafsson, cuando fue arrestado en Las Vegas por un supuesto incidente de violencia doméstica contra la madre de sus hijos.

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Cuatro días después de su detención, Jones publicó un vídeo en Instagram en el que aparecía levantando pesas con el siguiente pie de foto: “Tengo demasiados traumas para consumir alcohol, mi cerebro simplemente ya no puede soportarlo. Dejaré el alcohol en mi pasado para siempre’’.

Esos son apenas ejemplos de los muchos problemas de Jones que le convierten en una especie de antihéroe fascinante y criticable. Lo que suceda este sábado será apenas un capítulo más, porque quién sabe lo que le depare el destino dentro y fuera de la jaula.

“Soy un hombre imperfecto que trata de ser mejor’’, concluyó un Jones relajado como pocas veces se le ha visto.

“Creo que mi imperfección me hace cercano a mucha gente. Quiero que mucha gente vea que Jones ama a Jesucristo, que vea mi relación con Jesús y que eso acerque a la gente a Jesús. Soy un hombre que trata de mejorar de sus errores’’.