Quién es Norbert Hofer, el líder ultranacionalista que más asusta a Europa desde Hitler

El 5 de marzo de 1933, el Partido Nazi ganó las elecciones parlamentarias en Alemania en una campaña en la que el terror, las amenazas y la impunidad en asesinatos y violencia estuvieron muy presentes. Apenas tres semanas después, Hitler lograba el control legislativo del país, quedando los demás partidos perseguidos o prohibidos.

Desde entonces, en Europa Occidental ha habido varios partidos de ideología nacionalista y xenófoba que han tenido más o menos éxito –el Frente Nacional francés es un buen ejemplo- pero hasta ahora ninguno había llegado tan lejos como el Partido de la Libertad austriaco, cuyo líder Norbert Hofer, ha estado a punto de convertirse en presidente tras un ajustado recuento que se ha saldado gracias al voto por correo a favor del ecologista Van der Bellen. Sin embargo hay varias razones que explican el espectacular aumento de los ultranacionalistas en estos comicios (de apenas el 15% de los votos en 2010 a cerca de un 50% en la segunda vuelta de 2016).

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Norbert Hofer (AP).

- Mismo discurso, mejores palabras

A Hofer, un ingeniero de vuelo de 45 años que suele lucir en sus comparecencias una franca sonrisa y un lenguaje fluido y educado, ya se le conoce como el lobo con piel de cordero. ¿Por qué? Pues fundamentalmente porque frente a los vociferantes líderes ultraderechistas que ha tenido el país, él es capaz de transmitir su mensaje de una manera llana, calmada y didáctica, logrando conectar con una gran parte del electorado.

El lema de su campaña es ‘Austria te necesita’ y haciendo alusión al patriotismo ha logrado ir desgranando su programa en el que el rechazo a la inmigración, la posesión de armas o el distinguirse de los nazis le han generado enormes simpatías. Además, se le ve como el típico padre de familia con cuatro hijos y joven, un perfil que suele gustar mucho a la opinión pública.

- Hacer del rechazo a los refugiados su bandera

La crisis migratoria que ha vivido Europa desde hace aproximadamente un año, con miles de refugiados llegando al continente desde Turquía, Jordania o Líbano ha generado una enorme controversia en Austria y Hofer ha sido capaz de capitalizar ese descontento.

La forma de proceder del Gobierno austriaco fue primero la de abrir las puertas -90.000 personas solicitaron asilo el año pasado- y luego mostrar rechazo e incluso construir una valla en su frontera sur. Austria es un país con una economía próspera y un estado de bienestar donde la educación y la sanidad son de las mejores del mundo.

Y ante la llegada de foráneos, la reacción ha sido la de proteger lo logrado, sin tener en cuenta las precarias condiciones de refugiados. Con el mensaje de Austria para los austriacos y rechazando que cada vez llegue más población musulmana, Hofer ha ganado un buen caladero de votos.

- Defensa de las armas

Pese a que en Europa la posesión de las armas no esté excesivamente bien vista socialmente, lo cierto es que el líder ultraderechista ha logrado convencer a parte de su electorado. Admite que suele llevar armas porque está “expuesto” y defiende que la población las lleve por “la incertidumbre” que ha provocado la llegada de los refugiados.

Una vez más alienta el discurso del odio para lograr réditos políticos y por lo que reflejan los resultados, la estrategia le ha dado muy buenos resultados.

- Los lazos con los nazis

Hofer desde el principio ha intentado desmarcarse de las similitudes con los nazis y con Hitler, que no olvidemos que era austriaco, pero hay ciertas coincidencias que se pueden señalar. Lo primero de todo es que el líder ultranacionalista es miembro de honor de una cofradía pangermanista (defensor de la unión entre los pueblos alemanes), una excusa (el pangermanismo) que ya usó Hitler para anexionarse Austria en 1938.

El origen del partido fue en 1956 y su fundador fue un antiguo líder nazi, miembro de las SS, que había estado encarcelado tras la II Guerra Mundial. Además, pese a que Hofer se ha mostrado cauteloso y ha querido negar cualquier tipo de simpatía con los ultranacionalistas alemanas, el partido nunca ha rechazado los postulados nazis y algunas de las ideas –con la inmigración por bandera- recuerdan peligrosamente a los años 30.

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Hitler da un discurso en Viena tras la anexión de Austria (Wikimedia Commons).

- Un peligroso precedente

En la época en la que vivimos, en la que la situación económica es inestable, y a los partidos políticos se les critica su inacción en los asuntos que preocupan a la sociedad, el éxito de Hofer muestra que la retórica ultranacionalista sigue presente en Europa pese al daño que hizo en el siglo XX, pero es que además el líder austriaco puede convertirse en un referente para el resto de países cuyos partidos xenófobos buscan hacerse un hueco.

Francia celebra elecciones presidenciales el próximo año y su candidata, Marine LePen, está en lo alto de las encuestas, con unas ideas y un programa parecido al de Hofer. La sombra de la ultraderecha se cierne sobre Europa.

Javier Taeño (@javiertaeno)