"Putin ya ha perdido la guerra", según el embajador de EEUU ante la UE
Que Putin vaya a Corea del Norte a por armas es un indicio de fracaso, señala embajador de EEUU ante la UE
Pero según Mark Gitenstein, embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, la posible reunión en la ciudad rusa de Vladivostok, que ninguna de las partes ha confirmado aún, sólo muestra que las sanciones occidentales están agotando con éxito las capacidades militares del Kremlin.
Desde que lanzó la invasión a gran escala de Ucrania, Putin se ha visto cada vez más aislado en la escena mundial, quedando de su lado un puñado de países como Corea del Norte, Bielorrusia, Siria y Nicaragua.
Putin tiene la intención de pedir a Kim más proyectiles de artillería y misiles para apoyar la guerra contra Ucrania, mientras que Kim está interesado en conseguir tecnología avanzada y provisiones de alimentos, ha informado el New York Times.
"Que Putin acuda a Corea del Norte en busca de armas es un indicio de que nuestra estrategia está funcionando", ha declarado Gitenstein a Euronews en una entrevista el martes.
"Nuestros controles y sanciones a la exportación han hecho retroceder a su ejército al siglo XIX, así que va a otro país al que de otro modo nunca iría para conseguir material militar", ha añadido, "para mí, es una indicación del fracaso de Putin y de nuestro éxito".
El embajador también se ha referido a las recientes informaciones de los medios de comunicación que sugieren que los funcionarios estadounidenses están frustrados por los errores tácticos cometidos por Kiev en su contraofensiva contra las fuerzas rusas. Gitenstein ha restado importancia a las especulaciones y ha afirmado que la victoria está al alcance de la mano, siempre y cuando continúe el multimillonario apoyo financiero y militar de Occidente.
"Hay mucha gente que está muy contenta con la situación y entiende lo difícil que es romper un régimen defensivo como éste, con un gobierno fascista dirigido por un ejército dispuesto a todo. Es difícil romper ese dominio", ha afirmado Gitenstein.
"Tengo mucha confianza en que los ucranianos ganarán. Ya sé que Putin ha perdido", ha añadido.
"Puede que tarde más de lo que pensamos, pero tardará lo que tenga que tardar".
Apoyo inquebrantable de EE.UU.
El embajador también ha asegurado que la aprobación pública al apoyo a Ucrania sigue siendo alta en Estados Unidos, independientemente de las afinidades políticas.
"Cuando ves a los rusos bombardeando maternidades o volando bloques de pisos, tu instinto moral natural es decir que tenemos que hacer algo al respecto", ha afirmado. "Incluso los senadores republicanos con los que hablo dicen lo mismo: estaremos con vosotros mientras nos necesitéis".
Gitenstein ha alabado la iniciativa de la UE de abrir los llamados "carriles de solidaridad", que permiten a los agricultores ucranianos comerciar sus cereales con otros países mientras dure la guerra. Los "carriles de solidaridad" han cobrado aún más importancia para la economía de Kiev tras la decisión unilateral de Vladimir Putin de abandonar el corredor del Mar Negro, lo que provocó el colapso de la iniciativa respaldada por la ONU y puso patas arriba las cadenas mundiales de suministro.
"Lo más importante es no creer las mentiras de Putin. Está bombardeando los silos (de grano)", ha dicho el embajador, "él empezó esta guerra. Él es el causante de la crisis alimentaria en todo el mundo. La gente se muere de hambre por sus decisiones".
La UE y EEUU alineados en estrategia industrial
En su entrevista con Euronews, Gitenstein ha abordado uno de los puntos más delicados en las relaciones UE-EEUU: la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
Impulsada por el presidente de Estados Unidos Joe Biden, la ley destina 369.000 millones de dólares (344.500 millones de euros) en créditos fiscales, rebajas y subvenciones para apoyar la producción de tecnología verde, como paneles solares, turbinas eólicas y bombas de calor, pero sólo si estos productos se fabrican en suelo norteamericano.
La disposición de fabricación norteamericana fue recibida con enfado en Bruselas, donde los responsables políticos sostienen que podría desencadenar un éxodo industrial a través del Océano Atlántico y socavar la competitividad de las empresas europeas.
Gitenstein, sin embargo, cree que las conversaciones en curso entre Bruselas y Washington han logrado resolver los problemas y establecer una nueva conciencia de que las subvenciones son necesarias para hacer posible la transición ecológica.
"Lo fascinante del diálogo en el que he participado en los últimos seis meses es hasta qué punto tanto la UE como EE.UU. están de acuerdo en que el objetivo de hacer frente al cambio climático requiere un cambio tremendo en nuestra estrategia industrial", ha afirmado.
Otro asunto delicado en el que Bruselas y Washington trabajan actualmente es la disputa comercial de años sobre los aranceles al aluminio y al acero, iniciada por el expresidente Donald Trump. Ambas partes han fijado el 31 de octubre como fecha límite para lograr una solución duradera y definitiva a la controversia.
El embajador cree que se alcanzará un acuerdo.
"Confío en que en los próximos meses celebremos una cumbre y que el presidente Biden y los presidentes (Charles) Michel y (Ursula) von der Leyen estén allí", ha dicho. "Para entonces habremos llegado a un acuerdo en lo esencial, al menos tanto sobre el aluminio como sobre el acero".