Los Pumas vs. Samoa: Theo McFarland, la figura del básquetbol que ahora es rival de la Argentina en el Mundial de rugby
LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.– La fortaleza física y la rudeza caracterizan a los forwards samoanos. La frontalidad y la agresividad para imponerse en el contacto están en su ADN. El rival con el que los Pumas se encontrarán este viernes en Saint-Étienne aprovechó el cambio de elegibilidad de World Rugby para incorporar jugadores de raíces samoanas que representaron a otros países. Jordan Taufua, Steven Luatua y Charlie Faumuina dejaron hace rato el sistema de los All Blacks para agregar experiencia y peso a un pack fuerte y compacto, en el que sobresale la figura larga y no tan robusta de Theo McFarland, el jugador que rompe el molde. Sus enormes cualidades técnicas para llevar la pelota y sus destrezas en el juego aéreo lo convierten en uno de los forwards más talentosos del rugby internacional.
Criado en un humilde pueblo en Samoa, McFarland creció con sus dos pasiones: el básquetbol, que jugaba con sus siete hermanos en una cancha adjunta a una iglesia, y el rugby, que practicaba en la escuela. “Recuerdo el año 2003, cuando Inglaterra ganó el Mundial con Jonny Wilkinson. Después de ver eso, mis dos hermanos mayores y yo salimos e hicimos algunos postes de rugby con bambú. Hicimos un tee para patear con una cáscara de coco y llenamos una botella de Pepsi con hojas de plátano de color marrón a modo de pelota. Pusimos esa botella sobre el coco y fingimos ser Jonny Wilkinson”, recordó el segunda línea en una entrevista con The Daily Mail.
La volcada viralizada de McFarland
Samoa es un país exportador de jugadores de rugby. El anhelo de McFarland de ser profesional parecía quedar trunco cuando fue a probar suerte a Japón en el 2018 pero no le ofrecieron ningún contrato. Encontró refugio en el básquetbol y lideró a su seleccionado en los Juegos del Pacífico de 2019. Samoa se llevó la medalla de Bronce y McFarland promedió 19,6 puntos, 11,8 rebotes y 2,6 asistencias por partido y fue incluido en el equipo ideal del campeonato. “El imponente tamaño de McFarland planteó inmensas pesadillas contra todos los equipos con los que se enfrentó Samoa. El corpulento pivote logró un doble-doble en cuatro de sus cinco partidos, marcado por una enorme actuación de 30 puntos, 14 rebotes y seis asistencias en su victoria contra Tonga”, resalta la página de la Polynesian Basketball Cup. Una volcada frente a Tonga se volvió viral en YouTube.
Algunas de sus virtudes en el rugby
Mientras McFarland se preparaba para otro torneo en Shanghái, su vida deportiva dio un giro de 180°. Brian Lima, leyenda del rugby samoano y uno de los tres jugadores que disputaron cinco veces la Copa del Mundo, fue a seducirlo para que volviera a intentar en el rugby. Lo esperó a la salida del estadio después de un partido y lo convenció. El entonces pivote regresó al rugby amateur local en el 2020, antes de firmar su primer contrato profesional, con Dallas Jackals, en Estados Unidos en el 2022. Sin embargo, por problemas administrativos la franquicia texana empezó a competir al año siguiente y para el segunda línea surgió la oportunidad de emigrar al equipo de desarrollo de Saracens, de Inglaterra.
Pronto dio el salto al primer equipo y se acopló al rugby de elite. En septiembre de 2022 fue distinguido como el mejor jugador del mes de la Premiership y, cuando se estableció como una de las figuras de la liga, sufrió una lesión en una rodilla en diciembre. Se perdió la segunda parte de una temporada que volvió a tener a los Sarries como campeones de Inglaterra, en un plantel que compartió con el Puma Eduardo Bello.
En Samoa debutó en el 2021 y logró la clasificación para el Mundial Francia 2023, en el que se presenta como la principal figura de su país. En el debut, ante Chile, recibió el premio al mejor del encuentro. “Es muy especial. Creo que en la primera parte estuvimos un poco desprolijos, pero en la segunda los chicos se mostraron muy motivados. Estamos contentos de haber ganado. Siempre es un honor ponerse la camiseta y representar a Samoa”, subrayó cuando le entregaron la distinción.
En buena medida aplica en el rugby sus destrezas del básquetbol. Lo ayudan para el manejo, la coordinación y el salto. Suele llevar la pelota en una mano sin complicaciones. Gana con autoridad en las alturas y es una pesadilla para los rivales encargados de los line-outs. Los Pumas ya tomaron nota.