Casi todo Puerto Rico se queda sin electricidad en Nochevieja

Una calle a oscuras durante un apagón en San Juan, Puerto Rico, tras la puesta del Sol el martes 31 de diciembre de 2024. (AP Foto/Alejandro Granadillo)

SAN JUAN (AP) — Un apagón afectó a casi todo Puerto Rico el martes, cuando la isla se preparaba para recibir el Año Nuevo, dejando a más de 1,3 millones de clientes sin electricidad. Funcionarios advirtieron que podría tomar hasta dos días restaurar la energía.

El apagón ocurrió al amanecer, sumiendo a la isla en un silencio inquietante mientras los electrodomésticos y los aires acondicionados se apagaban antes que quienes cuentan con generadores los encendieran.

“Tenía que ser el 31 de diciembre”, exclamó un hombre que sólo dio su nombre de pila, Manuel, afuera de una tienda de comestibles en la capital, San Juan, quejándose del apagón que coincidió con su cumpleaños. “No hay felicidad, ninguna”.

Casi el 90% de los 1,47 millones de clientes en todo Puerto Rico se quedó sin electricidad, según Luma Energy, una empresa privada que supervisa la transmisión y distribución de electricidad.

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Para la noche del martes, más de 700.000 clientes habían recuperado el suministro, incluidos 16 hospitales y la compañía de agua y alcantarillado de Puerto Rico, según Luma. Sin embargo, la página web de la empresa que detalla las ubicaciones y quiénes seguían sin energía estaba fuera de servicio.

“Entendemos la profunda frustración que la situación del apagón un día como hoy está causando”, dijo Luma en un comunicado. “Les pedimos disculpas por el impacto que el evento, que continúa en investigación, haya tenido en los planes para despedir este año”.

Luma señaló que al parecer el apagón fue causado por la falla de una línea de energía subterránea, y agregó que está restaurando la energía “de la manera más rápida y segura posible”. Un portavoz de Luma, Hugo Sorrentini, dijo a The Associated Press que el incidente se encuentra bajo investigación.

Discover Puerto Rico, una organización sin fines de lucro que promueve la isla, advirtió a los viajeros sobre el apagón en su sitio web y pidió que los pasajeros de cruceros contactaran directamente a los operadores turísticos para determinar si tenían generadores y si estarían abiertos.

Cinco cruceros estaban programados para atracar en Puerto Rico el martes. Aunque la mayoría de los hoteles funcionaban con generadores, los alquileres a corto plazo que carecían de ellos reportaron cancelaciones. El principal aeropuerto internacional en San Juan permaneció abierto.

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El apagón avivó el enojo latente contra Luma y Genera PR, que supervisa la generación de energía en Puerto Rico, y un número creciente de personas piden su remoción.

La gobernadora electa Jenniffer González Colón, que está programada para tomar posesión el 2 de enero, ha pedido la creación de un “zar de la energía” para revisar posibles incumplimientos contractuales de Luma mientras se encuentra otro operador. “No podemos seguir con un sistema energético que le falla tanto a nuestro pueblo”, escribió en X, añadiendo que estabilizar la red energética de Puerto Rico será su principal prioridad en el cargo.

Por su parte, el gobernador saliente Pedro Pierluisi señaló que estaba en contacto con Luma y Genera PR. “Estamos exigiendo respuestas y soluciones”, afirmó en X.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló con Pierluisi el martes por la noche sobre el apagón y ofreció asistencia federal. Biden también habló con la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, y le pidió ofrecer cualquier ayuda necesaria para acelerar el restablecimiento del suministro eléctrico en la isla.

El apagón obligó a cerrar negocios, parques y varios centros comerciales, y el gobierno anunció horarios limitados para algunas de sus agencias. Los trabajadores revisaron a cientos de pacientes postrados en cama y distribuyeron hielo para que los diabéticos mantuvieran su insulina fría.

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Otros comenzaron a hacer planes.

“Me voy para el balcón. Ahí voy a dormir”, aseveró Raúl Pacheco con resignación, mientras el hombre diabético de 63 años se sentaba en una andadera para cuidar un pie lesionado.

Julio Córdova, un trabajador municipal, dijo que se vistió a la luz de su teléfono celular y planeaba comprar velas.

“Me afecta porque uno tiene planes. ¿No pudo haber sido ayer o mañana?”, preguntó, sacudiendo la cabeza mientras rastrillaba hojas.

Aunque los apagones grandes son inusuales en Puerto Rico, la isla lucha con cortes de energía crónicos atribuidos a una red eléctrica en ruinas que fue arrasada por el huracán María, una poderosa tormenta de categoría 4 que azotó la isla en septiembre de 2017.

El sistema ya estaba en declive antes de la tormenta debido a años de falta de mantenimiento e inversión.

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Apenas recientemente, las cuadrillas comenzaron a hacer reparaciones permanentes a la red eléctrica de Puerto Rico tras el paso del huracán María. La isla sigue dependiendo de generadores proporcionados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias para ayudar a estabilizar la red.

En noviembre, el gobierno de Puerto Rico pidió permiso a las autoridades estadounidenses para seguir utilizando más de una docena de generadores portátiles durante otros dos años.

Algunos puertorriqueños tomaron el más reciente apagón con calma.

“Esto es parte de mi diario vivir”, afirmó Enid Núñez, de 49 años, quien dijo que desayunó antes del trabajo gracias a una pequeña estufa de gas que compró para tales eventos.

Mientras tanto, la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico pasa apuros para reestructurar más de 9.000 millones de dólares en deuda, la más grande para cualquier agencia gubernamental de la isla.

Las plantas de energía que dependen del petróleo generan más del 60% de la energía de Puerto Rico, seguidas por las de gas natural y carbón. Los paneles solares representan aproximadamente el 7% del consumo de electricidad en una isla con una tasa de pobreza superior al 40%.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.