Un pueblo italiano se moviliza para perder peso haciendo caminatas con su alcalde

Un pueblo italiano se moviliza para perder peso haciendo caminatas con su alcalde

Visite la ciudad de Valdobbiadene, en el norte de Italia, un jueves por la noche y encontrará a cientos de personas dando un paseo nocturno con su alcalde. Luciano Fregonese fue reelegido alcalde de esta ciudad del Véneto en junio.

Desde su primer mandato hace una década, este hombre de 47 años ha engordado 50 kilos, lo que achaca a las "obligaciones convivenciales" del cargo y a las largas jornadas de trabajo. Se ha comprometido a volver a los 90 kilos que pesaba cuando fue elegido por primera vez y ahora emprende caminatas semanales para adelgazar.

El pueblo se organiza para hacer caminatas y adelgazar

"Seguro que también era una cuestión de pereza y sedentarismo, pero ser alcalde significaba dejar de hacer deporte o actividad física", declaró Fregonese al periódico británico 'The Guardian'.

"El otro problema es que me gusta comer y beber, también porque aquí se come y se bebe bien y por eso no es fácil seguir una dieta". Valdobbiadene es famosa por su vino blanco y espumoso prosecco, pero Fregonese afirma que el volumen de comida y los horarios irregulares eran el mayor problema.

Caminatas diarias.
Caminatas diarias. - Luciano Fregonese/Facebook

Al planificar su campaña de reelección, sus amigos le sugirieron que hiciera de sus objetivos de pérdida de peso el objetivo principal. Pareció convencer a muchos de los 10.000 habitantes de la ciudad y Fregonese ganó por un margen considerable, con el 67% de los votos.

"Gané las elecciones y pensé que debía empezar a ponerme las pilas. Pero no sabía cómo, nunca tenía tiempo", cuenta el alcalde a 'Vanity Fair Italia'. "Entonces, charlando con un amigo que tenía el mismo problema que yo, nos dijimos: vamos a pasear juntos. Y por qué no preguntamos también a la gente del pueblo".

Así que Fregonese decidió convertir sus horas de oficina semanales de los jueves para los residentes en sesiones de senderismo.

Un grupo inclusivo y no performativo

Hace unas semanas, Fregonese empezó a aprovechar el terreno montañoso para emprender caminatas de 5,5 kilómetros por el pueblo y los viñedos circundantes.

"Los que se preocupan por mí me dicen que tengo que pensar en mi salud. Y quiero hacerlo junto con mis ciudadanos", dijo en la primera reunión, a la que acudieron 45 personas.

"En realidad, el 10% de los ciudadanos vienen a hacerme informes y peticiones. Los demás se limitan a acompañarme y a dar un paseo con el perro o en familia, en un grupo inclusivo y no performativo", explica a 'Vanity Fair Italia'.

Fregonese dice que ahora la gente espera en sus ventanas para saludarles al pasar, e incluso les ofrece una copa de vino. Pero, obviamente, el alcalde no se deja tentar. "Ya estoy cansado caminando los cinco kilómetros, imagínate si tuviera que beber", dice.