Publican traducción de "La séptima cruz", de Anna Seghers

José Quezada

CIUDAD DE MÉXICO, junio 19 (EL UNIVERSAL).- La difusión en México de la obra de Anna Seghers, ganadora del Premio Georg Büchner 1947 -quizá el equivalente alemán al Premio Cervantes en el ámbito hispano-, es un proyecto que empezaron en 2021 las editoriales dependientes La Cifra y Elefanta, de la mano de la traductora Claudia Cabrera (Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena 2020 en Narrativa) con la publicación de "Tránsito" y que ha avanzado un escalón más en días recientes tras el lanzamiento de "La séptima cruz", la novela -en palabras de Cabrera- más conocida de Seghers.

En la narrativa del siglo XX, obras como "Tránsito" o "La séptima cruz" son importantes, continúa, debido a que abordan un periodo complejo y cruel de la Historia, el de la Alemania Nazi o el Tercer Reich.

Más allá de haber traducido a ciertos autores fundamentales que han escrito en alemán -Kafka, Musil y Bernhard, por mencionar sólo a algunos-, el interés particular por Seghers se debe a que "sus novelas forman parte del canon literario mexicano, puesto que las escribió en el lapso que va de los cinco a los siete años que permaneció en el país".

El exilio de Seghers, alemana, judía y comunista, empezó en 1933 con el ascenso de los nazis al poder: "Primero estuvo exiliada en París, Francia, pero acabó en Marsella cuando los nazis invadieron París; de Marsella finalmente logró salir gracias a una visa de Gilberto Bosques, experiencia que plasmó en su novela "Tránsito". En 1938, todavía en el exilio francés, empezó a escribir "La séptima cruz" y la publicó en su lengua materna, cuatro años después, en la editorial alemana El libro libre en México, que publicó a autores comunistas o del exilio; de manera paralela la novela se editó también en Estados Unidos, en inglés, y vio la luz en Alemania, muchos años después de la guerra", detalla Cabrera.

La novela se centra en los primeros años del ascenso de Hitler, cuando la persecución no era explícita hacia los judíos y los primeros oprimidos, los chivos expiatorios y perseguidos políticos eran los comunistas.

El personaje principal, "Georges Heisler", se encuentra junto a otros seis compañeros comunistas en un campo de concentración ficticio, pero que se inspira en campos reales, y sólo él sobrevive gracias a que no trata de buscar su salvación de forma individual, sino apoyado en el colectivo comunista, "La séptima cruz se vuelve, entonces, un símbolo de esperanza", concluye Cabrera.