Así es el proyecto de remodelación de espacios emblemáticos de La Plata que anunció Alak y genera cuestionamientos
LA PLATA.– En medio de la sequía de recursos que sufre la administración pública en todos sus niveles, el intendente de la capital bonaerense, Julio César Alak, anunció el inicio de una serie de obras de remodelación de espacios emblemáticos de la ciudad como las plazas San Martín e Italia, además de la puesta en valor del llamado Eje Fundacional.
La iniciativa sorprendió y puso en alerta a distintas organizaciones comprometidas con la defensa del patrimonio cultural y natural que expresaron su preocupación y exigieron conocer los alcances de la medida para evitar alteraciones en sitios y monumentos protegidos que constituyen parte esencial del paisaje urbano y el acervo arquitectónico y cultural de la ciudad y que se encuentran incluidas en el plan oficial. Frente a esto, las autoridades salieron en busca de apoyos.
La secuencia dio inicio hace dos semanas, cuando el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza promovida por el intendente Alak por la que se declaró “sitio histórico cultural” al Eje Fundacional comprendido entre los bulevares 51 y 53 entre las avenidas 1 y 31. La norma contempla la incorporación de edificios y plazas incluidos en ese trayecto al patrimonio cultural regulado por la ordenanza N°12.137.
El proyecto, que omite varios sitios y edificios emblemáticos, solo menciona al Ministerio de Seguridad, la Casa de Gobierno provincial, la plaza San Martín, el Pasaje Dardo Rocha, la Legislatura, el Teatro Argentino, el Palacio Municipal, la plaza Moreno, la Catedral, la plaza Islas Malvinas y, finalmente menciona el Parque San Martín, que en realidad, se llama Vucetich.
Para la oposición se trata de un proyecto apresurado que incumplió con el trámite usual de análisis en la Comisión de Planeamiento del cuerpo. En tal sentido, el concejal Javier Mor Roig que junto al bloque UCR-PRO por la Ciudad, votó contra la propuesta porque, dijo, está plagada de errores formales y técnicos. “No están debidamente descritos los bienes privados que integran el eje monumental fundacional, por ejemplo no aparecen el Palacio D’Amico, donde funciona el Arzobispado; el colegio Normal 1; la casa de Dardo Rocha, donde hoy funciona un museo. Tampoco se hace mención a las ramblas y el equipamiento urbano”, señaló el edil para quien “hubiera sido más saludable debatir y acordar entre todos la mejor forma de proteger el patrimonio”.
Del conjunto no precisado de sitios a intervenir, la municipalidad decidió avanzar primero en la reforma de la Plaza San Martín ubicada entre la sede de la Gobernación y la Legislatura provincial. Los cambios en ese espacio apuntan a recuperar el uso recreativo del espacio, agilizar el tránsito peatonal e integrar la plaza a los edificios institucionales que la rodean.
“Axel [Kicillof] viene planteando hace varios años la necesidad de rejerarquizar la capital de los 17 millones de bonaerenses y ese es el objetivo que nos hemos propuesto para esta gestión –aseguró Alak–. Este proyecto marca simbólicamente el inicio de una nueva etapa para la ciudad, para la que hemos convocado a los más variados representantes de nuestra comunidad”.
Kicillof, que se autodefine “vecino de la ciudad”, se comprometió a trabajar “para que La Plata recupere su esplendor”. En total, el mandatario prevé girar un total de 37.000 millones para obras en la urbe fundada por Dardo Rocha. El anuncio realizado la semana anterior por el jefe comunal contó con la presencia del gobernador Axel Kicillof en un acto desarrollado en el Salón Dorado municipal, en el que se exhibieron una serie de renders de lo proyectado. Llamativamente en esa actividad se privó el acceso a la prensa.
El Eje Fundacional está inserto en el casco urbano de la ciudad de La Plata que fue declarado “bien de interés histórico” mediante el decreto 1308, dictado en 1999, por el entonces presidente Carlos Menem. A su vez, por el decreto 769 de 2019, con la firma de Mauricio Macri, se declaró como bien de interés artístico e histórico nacional al conjunto escultórico de José de San Martín ubicado en la plaza del mismo nombre, obra del artista francés Henri Allouard, inaugurada en 1914. Se trata de una réplica del original realizado por el autor en Boulogne-Sur-Mer, Francia.
Estas declaratorias implican una protección que rige bajo la órbita de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos para toda el área en la que ahora pretende ser intervenida. En los papeles cualquier alteración debería contar con la aprobación del organismo.
Pese a la insistencia de LA NACION, ningún funcionario comunal pudo aportar mayores detalles sobre la iniciativa ni tampoco aclarar qué tipo de recaudos se tomarán respecto de los espacios que cuentan con protección. Según se indicó extraoficialmente, la intendencia se propone licitar el mes próximo las obras de “remodelación integral” de la plaza San Martín que, tal lo anunciado, demandarán una inversión de alrededor de 3500 millones de pesos.
Un cartel colocado en la misma plaza esta semana indica que los trabajos se extenderán por cinco meses y que contará con “financiamiento municipal”, lo que genera ciertas dudas sobre el verdadero origen de los recursos. Entre los datos que ofrece el cartel figuran la colocación de 17.800 metros cuadrados de un nuevo solado, 84 bancos, nuevo sistema de iluminación. La publicidad no menciona, empero, a quién corresponde la autoría del proyecto.
Los cambios también contemplan deshabilitar el estacionamiento de vehículos en los márgenes de la plaza e integrar visualmente los edificios públicos que la circundan mediante la nivelación de los tramos entre la calle 6 y la avenida 7 entre las avenidas 51 y 53, a partir de la creación de un corredor peatonal. Las autoridades indicaron que el nuevo “solado de la plaza mantendrá el lenguaje propio del eje fundacional” aunque se renovarán las veredas y el arbolado. Frente al Pasaje Dardo Rocha se busca dar vida a un denominado “Paseo del Arte y las Esculturas”, dando lugar a un ámbito para exposiciones a cielo abierto.
Uno de los puntos incluidos en las obras que llamó la atención es la puesta en valor de la glorieta de la plaza, un lugar que fue restaurado y reinaugurado por el Gobierno anterior hace poco menos de dos años. Quizás una de las propuestas que genera más preocupación es la modificación del monumento presidido por la estatua de San Martín, cuyo espacio circundante sería alterado y quedará rodeado por un espejo de agua.
Feria a cielo abierto
Desde hace varios años y, a medida que la crisis apretaba las economías de los sectores más vulnerables, la Plaza San Martín se fue convirtiendo en una verdadera feria a cielo abierto. En sus jardines, ganados por carpas y manteros se vende de todo, principalmente ropa usada y todo tipo de accesorios, pero también es posible adquirir antigüedades, hasta cargadores y fundas de celulares. Allí en las narices de dos de los poderes provinciales, el Estado está ausente y son los propios feriantes los que autorregulan la actividad.
El funcionamiento de semejante emprendimiento ha demostrado una indisimulable impotencia de las autoridades para ordenar la actividad e implica un desafío para la seguridad de los vecinos que circulan entre los edificios administrativos y el centro comercial de la ciudad. Ahora, desde la intendencia se indicó, sin detalle alguno, que se trabaja en un plan de reubicación de los vendedores en otro espacio de la ciudad.
La idea sería trasladar a los feriantes a un predio cerca de la estación Meridiano V del ferrocarril provincial. Según trascendió, funcionarios del municipio avanzaron en la negociación con un grupo que aceptaría trasladarse a otro sitio. No obstante, hay otro sector de los vendedores que no estarían de acuerdo con las condiciones propuestas.
Cuestionamientos y apoyos
Si bien el de los ambulantes es el conflicto más complejo por resolver, tras el anuncio oficial surgió otro frente que el Gobierno deberá atender. El martes último una veintena de personas que integran el Mirador Patrimonial Ciudadano Regional, un colectivo conformado por medio centenar de organizaciones comunitarias, se reunió en la propia Plaza San Martín para analizar el anuncio oficial. Los convocados emitieron un comunicado que difundieron a los medios en el que expresaron su preocupación.
En el texto indicaron que se trata de “obras innecesarias ante otras más urgentes” que afectan el diseño histórico e identitario y que podrían provocar un “daño irreversible tanto al Eje Fundacional como a las baldosas rojas y pañuelos blancos de la memoria”, en referencia a figuras dibujadas alrededor del monumento al Libertador por las Madres de Plaza de Mayo y organismos defensores de los derechos humanos. Asimismo, indicaron su inquietud por la suerte de especies arbóreas y una posible vulneración a “normativas de protección, locales y nacionales vigentes”.
También señalaron la falta de estudios de impacto y la ausencia de consultas efectivas a la comunidad. Esto último también fue resaltado en una nota de la Red de Casas Antiguas, Patrimoniales y con Historia de La Plata desde donde, tras una serie de consultas a especialistas en patrimonio, se elaboró una nota dirigida al intendente Alak en la que reclamó al Gobierno que aporte información detallada sobre los alcances del proyecto.
En la misiva los vecinos indicaron: “Si bien coincidimos en la necesidad de emprender una urgente tarea de restauración del espacio público, consideramos, empero, que una ciudad única como La Plata, concebida desde su creación como un proyecto urbanístico modelo que corresponde a una visión higienista y planificada, debe especialmente trabajar en la búsqueda de un equilibrio entre conservación y desarrollo”.
Luego se agrega que, según su criterio, “cualquier intervención como las proyectadas que afectan tanto elementos materiales como inmateriales deben estudiarse con el debido cuidado a riesgo de atentar contra el patrimonio de un modo insalvable”.
Al igual que los activistas reunidos en la plaza desde la Red de Casas se pidió tener participación en todo lo que afecte el patrimonio de la ciudad. Esos planteos ponen en entredicho la afirmación del jefe comunal quien aseguró haber convocado a distintos sectores de la comunidad. En tal sentido, en la nota presentada el viernes en la Mesa de Entradas del Municipio también se apuntó: “Nos ha llamado la atención el unánime desconocimiento de la iniciativa por parte de los principales actores de la ciudad vinculados con el tema”.
La nota lleva las firmas de reconocidos expertos como los arquitectos patrimonialistas Rubén Vera, Guillermo García, Cristina Avinceta del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y Marcela Nacarate y Cecilia Gamondi miembros de Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP), Rubén Pesci de la Fundación CEPA, entre otros.
Ahora los vecinos preocupados comenzaron a juntar firmas para impedir que se avance sobre bienes patrimoniales y, al mismo tiempo, analizan posibles medidas judiciales. Ante esas primeras reacciones el Gobierno comenzó a sondear informalmente a expertos en la materia patrimonial y salió en busca de respaldos para su proyecto de intervención urbana. En ese marco, el viernes último el alcalde platense se reunió con autoridades de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata con las que acordó avanzar en proyecto de fortalecimiento para las entidades y, como contrapartida, se llevó una foto y el aval de los directivos de la organización.
Al día siguiente del anuncio oficial, la comuna instaló carteles de obra en las plazas San Martín e Italia. En esta última, donde ya se iniciaron tareas de cerramiento perimetral, los trabajos incluyen la “reubicación del monumento”. Trascendió, asimismo, que podrían incluir en el plan a Plaza Rocha. Mientras crece la polémica, desde el municipio se lanzó una encuesta sobre el “uso y percepción de los espacios públicos” de la ciudad a través de la que busca conocer los hábitos de los platenses y los espacios verdes.