Proyecto griego para permitir matrimonio entre personas del mismo sexo ilusiona a las parejas

Yolanda Kalantzi y Georgia Ampatzidou conversan en su apartamento en Salónica, Grecia

Por Renee Maltezou

THESSALONIKI, Grecia, 1 feb (Reuters) - Cuando Yolanda Kalantzi y Georgia Ampatzidou se enamoraron hace ocho años, dijeron que la idea de casarse era "ciencia ficción" en una Grecia profundamente conservadora, donde las parejas LGBT+ no pueden casarse ni adoptar.

Ahora tienen una fecha provisional para la boda, bromean sobre su creciente lista de invitados y ya piensan en los trajes y las flores.

El gobierno conservador presentó el jueves al Parlamento un proyecto de ley que legaliza el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, que se espera sea aprobado, dada la mayoría del partido de centro-derecha del primer ministro Kyriakos Mitsotakis y el probable apoyo de legisladores de izquierda.

Si se aprueba, convertirá a Grecia en uno de los primeros países cristianos ortodoxos en adoptar este tipo de medidas y supondrá una victoria histórica para parejas como Kalantzi y Ampatzidou, que han hecho campaña en favor de la igualdad.

"No podíamos ni pensarlo, imaginarlo o soñarlo", dijo Kalantzi, una oceanógrafa de 42 años, en el apartamento de la pareja en la norteña ciudad griega de Salónica.

La pareja tiene un hijo de tres años, pero sólo su madre biológica, Kalantzi, está reconocida como progenitora por el Estado. Según el proyecto de ley, Ampatzidou podrá adoptarlo y disfrutar de los mismos derechos parentales, si se casan.

"Sólo cuando vimos el texto del proyecto de ley con nuestros propios ojos empezamos a soñar poco a poco", dijo Kalantzi.

La poderosa Iglesia Ortodoxa griega considera que la homosexualidad es pecado y se opone abiertamente al proyecto. Muchos miembros de la comunidad LGBT+ creen que la iniciativa no abarca lo suficiente.

Ampatzidou y Kalantzi quieren tener un segundo hijo, pero el proyecto de ley no elimina los obstáculos para que las parejas LGBT+ utilicen métodos de reproducción asistida. Las madres afirman que ya han sido rechazadas dos veces por centros de fecundación in vitro.

"El rechazo de la clínica donde tuvimos a nuestro primer hijo fue desgarrador. El segundo fue como una puñalada en el corazón", dijo Ampatzidou, una enfermera de 29 años.

Grecia va a la zaga de gran parte de Europa en materia de derechos LGBT, pero en la última década ha reconocido los acuerdos de convivencia para parejas del mismo sexo y ha prohibido las terapias de conversión para menores, destinadas a suprimir la orientación sexual de una persona.

El proyecto de ley, que está sujeto a cambios durante un largo periodo de debate, necesita al menos 75 votos para ser aprobado.

Pese a sus carencias, la iniciativa es un gran paso para Kalantzi y Ampatzidou, que esperan casarse en mayo. Kalantzi escribió una carta al primer ministro el mes pasado, instándole a proponer la ley.

"Es hora, señor Mitsotakis, de que termine nuestra angustia, nuestro dolor y nuestra decepción", escribió.

(Reporte de Renee Maltezou; Editado en español por Daniela Desantis)