Las protestas del campo se acercan a París y aumentan la presión sobre Macron
AGEN, Francia.- Agricultores bloquearon el jueves rutas de toda Francia y tiraron cajas de verduras importadas, presionando al gobierno para que los proteja de los precios extranjeros baratos, el aumento de los costos y la burocracia, en la segunda semana de protestas que estallaron en el suroeste del país y ya están llegando a París.
“Estamos atrapados entre el aumento de los costos y la caída de los precios de nuestros productos”, resumió Dominique Kretz, uno de los cientos de agricultores que bloquearon la autopista M35 cerca de la ciudad de Estrasburgo, en el noreste de Francia.
La protesta, iniciada hace una semana en el sur del país, amenaza con llegar a París, si el gobierno del presidente Emmanuel Macron no responde al mundo agrícola. El principal sindicato del sector, FNSEA, le envió el miércoles 24 demandas.
“Hoy no vamos a París, pero iremos, eso es innegable”, advirtió el agricultor David Lavenant, durante una acción de tractores en una carretera de la región parisina.
Mientras el nuevo primer ministro, Gabriel Attal, convocaba a los ministros con el objetivo de anunciar propuestas concretas el viernes, los agricultores bloquearon con fardos de heno y tractores las principales carreteras de Francia, el mayor productor agrícola de la Unión Europea.
Cajas de tomates, coles y coliflores que, según un grupo de agricultores, habían sido importados de países vecinos, estaban esparcidas por la autopista A7, que une Marsella y Lyon, segunda y tercera ciudades de Francia.
Algunos sindicatos agrícolas han amenazado con bloquear París. El jueves, decenas de tractores protagonizaron un paro en hora pico en la periferia suroeste de la capital.
A última hora del miércoles, FNSEA entregó al Gobierno una lista de reivindicaciones, entre ellas una mejor aplicación de una ley destinada a salvaguardar los precios.
El sindicato también pide que mantengan las exenciones fiscales al diésel para los vehículos agrícolas, el pago inmediato de las subvenciones agrícolas de la UE, garantías sobre los pagos de seguros relacionados con la salud y el clima, y ayudas inmediatas para los viticultores y los agricultores ecológicos.
La respuesta “no puede ser con viejas recetas ni algunos anuncios un poco emblemáticos (...) Necesitamos claramente que los poderes públicos cambien” de rumbo, aseguró Arnaud Rousseau, líder de la FNSEA, recordando que la “pelota está en el tejado” del gobierno.
El descontento de los agricultores por los niveles de precios es especialmente agudo en el sector lácteo, donde los productores afirman que el impulso antiinflacionario del Gobierno ha socavado la legislación destinada a sostener los precios.
Los minoristas franceses están inmersos en negociaciones anuales de precios con los proveedores, que el Gobierno quiere que concluyan a finales de mes. Los agricultores dicen que estarán en el punto de mira de los esfuerzos por bajar los precios.
La nueva jornada de protestas volvió a ser tensa, dos días después de la muerte de una agricultura y de su hija atropelladas por un vehículo que embistió una barricada montada con fardos de paja en Pamiers, en el sur del país.
Además del bloqueo o de la ralentización del tráfico en varios puntos de Francia, cientos de tractores manifestaron ante las prefecturas de Rennes y Nantes, en el oeste, y también hubo acciones contra supermercados y radares de control de velocidad en el suroeste.
En una de las típicas acciones de protesta del mundo agrícola, manifestantes detuvieron y vaciaron “camiones extranjeros, en su mayoría españoles, marroquíes y búlgaros” en Montélimar, dijo Sandrine Roussin, líder del sindicato FDSEA local.
“Tomates, pimientos y aguacates” se arrojaron a la carretera, antes de prender fuego a una parte, explicó Roussin, precisando que la víspera se donó una parte a “asociaciones caritativas”. “90% de las mercancías que vemos pasar son extranjeras”, lamentó.
En vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, Macron teme que los agricultores sean un electorado cada vez más importante para la extrema derecha. La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, acusó al Gobierno de complacencia y de respaldar normativas europeas que perjudican a los agricultores, como las normas sobre el barbecho obligatorio.
Agencias Reuters y AFP