Por protestar por cierre del pulguero de Opa-locka, vendedora fue sometida con pistola Taser. Ahora está demandando a policías

Una mujer de Opa-locka que afirma que la Policía la arrestó ilegalmente, la tiró al suelo y la sometió con una pistola Taser está demandando a la ciudad y a los agentes ante un tribunal federal por arresto falso, procesamiento malicioso y otras infracciones de los derechos civiles.

Un video grabado con un teléfono desde el otro lado de la calle por el esposo de Yolanda López muestra a la mujer repartiendo volantes en la vía pública y forcejeando con agentes cuando la esposaron y tiraron al suelo. López, de 49 años, fue arrestada en octubre de 2022, al día siguiente que los propietarios del Pulguero de Opa-locka Hialeah —donde ella y su esposo vendían accesorios para automóviles— obligaron a los inquilinos a abandonar el local y lo cerraran.

Su abogado, Michael Pizzi, afirma que su clienta estaba al teléfono con el 911 pidiendo ayuda mientras la arrestaban. Aunque no ha podido obtener la llamada real, el abogado proporcionó una captura de pantalla de una llamada al 911 en la que la hora y la fecha coinciden con el arresto de su clienta.

“Es un día realmente triste cuando una familia que intenta salvar su negocio no está a salvo de ser golpeada brutalmente”, dijo el abogado. “Lo que ocurrió aquí realmente sacude la conciencia”.

Llamadas y mensajes de texto al abogado municipal de Opa-locka, al administrador municipal y al jefe de la Policía en busca de comentarios sobre la demanda federal no habían sido devueltos a primera hora de la tarde del jueves.

CIERRE DEL PULGUERO DEJA A VENDEDORES EN LA CALLE

Cuando los nuevos propietarios del Pulguero de Opa-locka Hialeah decidieron cerrar y reurbanizar el área en 2022, no solo despojaron a la ciudad de uno de sus mayores motores económicos, sino que también cerraron un lugar al que inmigrantes acudieron durante más de cuatro décadas para comprar, socializar y trabajar.

Para muchos, la enorme propiedad de 43 acres encajonada entre Hialeah, Miami Lakes y Miami Gardens, fue uno de sus primeros puntos de encuentro, mucho antes que visitaran los centros comerciales del sur de la Florida. Comían y jugaban allí y, en muchos casos, acababan trabajando en la zona.

No fue diferente para Yolanda López y su esposo, Johan Fernández Rodríguez. La pareja, que tiene dos hijos y emigró a Estados Unidos desde Cuba a principios de la década de 2000, se enamoró rápidamente del mercado y abrió allí una tienda en 2015. Siete años después los echaron. Al día siguiente, López fue arrestada. Aunque la pareja ha incursionado en algunos otros negocios en los últimos dos años, nunca han podido reabrir su tienda de accesorios para autos.

Según el informe del arresto de López, la agente Gabriela Llanes, de la Policía de Opa-locka, estaba trabajando fuera de su horario de servicio en el pulguero al día siguiente de su cierre, cuando vio a López en una acera al otro lado de la calle, con el auto estacionado en la acera, repartiendo volantes. Llanes dijo que usó su megáfono hasta 10 veces, ordenando a López que moviera su vehículo y dejara de interrumpir el tráfico en la calle.

López movió su vehículo, dijo Llanes, pero volvió a repartir volantes y a bloquear el tráfico. Llanes dijo que cuando escuchó una llamada de Miami-Dade para ocuparse de una mujer que repartía volantes y detenía el tráfico, se enfrentó de nuevo a López. Cuando intentó esposar a López, dijo la agente, esta se puso tensa y se echó hacia atrás. Para entonces, llegó Johane Taylor, sargento de la Policía de Opa-locka, y ambos intentaron poner bajo custodia a López. Llanes dijo que aplicó la pistola eléctrica a López dos veces antes que obedeciera.

Fue acusada de alteración del orden público, resistencia a la autoridad sin violencia y obstrucción del tráfico. Pocos días después se retiraron los cargos. Contactada esta semana, una portavoz de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade dijo que no había ningún memorando de cierre que explicara porqué se habían retirado los cargos contra López. Dijo que eran poco frecuentes en los casos de delitos menores.

En el video de 70 segundos grabado con un teléfono por el esposo de López se ve a Llanes llegar, estacionar su SUV y acercarse caminando a López, quien parece intentar alejarse. Entonces aparece Taylor en un SUV grande que oculta parcialmente la vista, pero el esposo de López camina con la cámara hasta que el trío puede verse de nuevo.

López parece tensarse y moverse en contra de los avances del agente mientras forcejean para ponerla bajo custodia. A los 46 segundos, López grita y se oye claramente el sonido de la pistola eléctrica. Tras recibir la descarga, López cae al suelo y es esposada.

DEMANDA: CAPACITACIÓN DEFICIENTE CONDUJO A UN USO EXCESIVO DE LA FUERZA

La demanda civil federal presentada esta semana ante el Tribunal Federal de Distrito del Distrito Sur de la Florida nombra como demandados a la ciudad de Opa-locka, a Llanes y a Taylor. Entre los ocho cargos imputados figuran arresto falso, uso excesivo de la fuerza y agresión y violencia. La demanda también acusa a Opa-locka de infracciones de los derechos civiles, capacitación deficiente y pide un juicio con jurado.

Alega que López estaba simplemente ocupándose de sus asuntos cuando “fue sometida con la pistola eléctrica y agredida físicamente sin motivo”. Alega que fue arrestada sin causa probable ni sospecha razonable de haber cometido un delito.

La demanda también alega que López “estaba inocentemente de pie en propiedad pública frente al antiguo Pulguero de Opa-locka después de que ella y su esposo hubieran sido arrojados a la calle y obligados a cerrar su negocio familiar”. Los agentes de la Policía de Opa-locka, que estaban de servicio y con uniforme, la atacaron brutalmente, la tiraron al suelo y la sometieron repetidamente con las pistolas eléctricas mientras Yolanda llamaba al 911 para quejarse de la mala conducta policial”.