Proteger la rana marsupial de Calilegua, el desafío de investigadores argentinos

Nadie ha visto una rana marsupial de Calilegua desde 1996. Por eso, hace 11 años, un grupo de investigadores y becarios del Instituto de Ecorregiones Andinas (Inecoa) del Centro Científico Tecnológico Salta-Jujuy del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) las busca intensamente en el Parque Nacional Calilegua.

Gracias a los esfuerzos de este equipo de investigadores, la especie fue recientemente incorporada a la lista de los diez anfibios más buscados de la ONG internacional Global Wildlife Conservation (GWC).

Gastrotheca christiani, tal el nombre científico de la rana marsupial, es una especie endémica de las yungas, los bosques de niebla y selvas de montaña del noroeste argentino, que se extienden en una estrecha franja geográfica de las provincias de Catamarca, Tucumán, Jujuy y Salta.

El doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet Mauricio Akmentins lleva años buscando a estas especies. "Ya desde los últimos años de la carrera de biólogo me interesaron los anfibios, sobre todo por la enorme diversidad de modos reproductivos que presentan, y en el caso de las ranas marsupiales son uno de los ejemplos más espectaculares de adaptación a la reproducción independiente del agua, cosa que no ocurre en la mayoría de las especies de anfibios", cuenta con entusiasmo.

En efecto, a las ranas de este género se las llama "marsupiales" porque las hembras tienen un saco cutáneo en el dorso que se abre hacia atrás y que recuerda al marsupio de mamíferos como los canguros. Dependiendo de las especies, las larvas pueden completar su desarrollo dentro del saco y emerger como juveniles completamente formados, o los renacuajos son liberados en cuerpos de agua temporarios donde completan su desarrollo.

¿Cómo buscar a una rana pequeña, que vive mayormente oculta y, además, durante la noche? Akmentins responde: "Tenemos dos estrategias: la primera es la búsqueda activa por encuentro visual y auditivo, realizando relevamientos nocturnos para encontrar a los ejemplares o escuchar a los machos vocalizar. El otro sistema es la búsqueda pasiva con grabadores digitales automatizados, que graban tres minutos por hora las 24 horas del día los 365 días del año, y con un software se realiza la identificación automática de la especie objetivo".

Sonoridad

Pero en la selva la abundante vegetación oculta la mirada y obliga a los animales a vocalizar más para comunicarse entre sí, y eso complica las cosas. "Estuvimos más de un año persiguiendo un ?sonido chistoso' de una grabación hecha con un celular de lo que parecía el canto de la rana marsupial de Calilegua; después, ese mismo sonido nos aparecía en las grabaciones", recuerda Akmentins .

"Durante un buen tiempo estuvimos devanándonos los sesos, ya que ciertos parámetros de ese sonido no coincidían exactamente con el canto de la especie que buscamos. Este entuerto duró hasta que una colega ornitóloga nos ?avivó' de que ese era el golpeteo de un pájaro carpintero de las yungas (Veniliornis frontalis)", añade Akmentins.

Los anfibios constituyen el grupo de vertebrados terrestres en mayor riesgo del planeta, con casi un tercio del total de sus especies amenazadas. Las tres especies de ranas marsupiales del género gastrotheca en la Argentina se encuentran categorizadas en serio peligro de extinción.

Amenazas

¿Cuáles son las amenazas para estos anfibios endémicos de las yungas? Explica Akmentins: "Las causas de la declinación y, en este caso, de la desaparición de una especie son complejas. En el caso particular de la rana marsupial de Calilegua puede ser una conjunción de factores: en parte, la destrucción del hábitat, sumada a otras causas, como la crisis climática y la irrupción de enfermedades infecciosas emergentes, como es el caso de la quitridiomicosis, causada por el hongo patógeno Batrachochytrium dendrobatidis".

"Actualmente -amplía Akmentins-, las principales amenazas para el hábitat de estas ranas son la destrucción por las obras de conexión y ensanchamiento de las rutas provinciales 73 y 83 que pasan por el Parque Nacional Calilegua y la pérdida de 1000 hectáreas de superficie de este parque cedidas a la provincia de Jujuy para que se continúe con la explotación petrolera. Siendo la única área natural protegida en donde esta especie podría persistir, es grave la pérdida de cualquier superficie del parque".

En 2011, el equipo redescubrió a la rana marsupial de La Banderita (Gastrotheca gracilis es su nombre científico) después de 20 años sin registros en el Parque Nacional Aconquija, en la provincia de Tucumán.

Hace menos de dos años, en agosto de 2018, registraron ejemplares de rana marsupial de Baritú (Gastrotheca chrysosticta) en el Parque Nacional Baritú, que tiene una extensión de 72.439 hectáreas en el departamento de Santa Victoria, en Salta. Una especie que no era vista desde 1993.

Conservación

Después de períodos de 20 y 25 años sin registros en la naturaleza, a estas especies se las está monitoreando. "Es para saber el estado de sus poblaciones y las amenazas que enfrentan, lo que nos permitirá implementar planes de acción para su conservación y colaborar para asegurar su preservación a largo plazo", explica Akmentins.

Pero la rana marsupial de Calilegua sigue siendo el gran desafío. "Hasta que no se encuentre esta especie desaparecida, no se puede hacer ninguna acción de conservación para ayudarla. Es por eso que abocamos todos nuestros esfuerzos en redescubrirla", concluye.

Actualmente, el equipo impulsa una campaña para que la Administración de Parques Nacionales declare a la rana marsupial de Calilegua monumento natural. El propósito de esa iniciativa es poder visibilizar la presencia de estas especies amenazadas, destacar la biodiversidad de las yungas argentinas y la necesidad de crear nuevas áreas protegidas para su cuidado.