A pesar de las prohibiciones estatales, a un año del fallo del caso Dobbs, los abortos legales no disminuyeron a nivel nacional

Un cartel de Planned Parenthood cerca del Aeropuerto Internacional de Oakland, en Oakland, California, el 21 de octubre de 2023. (Jason Henry/The New York Times).
Un cartel de Planned Parenthood cerca del Aeropuerto Internacional de Oakland, en Oakland, California, el 21 de octubre de 2023. (Jason Henry/The New York Times).

En el año que ha pasado desde que la Corte Suprema puso fin al derecho constitucional al aborto, ha sucedido algo inesperado: el número total de abortos legales en Estados Unidos no disminuyó. De hecho, pareció aumentar ligeramente, alrededor de un 0,2 por ciento, según el primer recuento anual de abortos realizados en todo el país.

Este hallazgo se produce a pesar de la prohibición de cualquier tipo de aborto en 14 estados y de la imposición de nuevos límites en otros siete. Incluso cuando esas restricciones redujeron la tasa de aborto legal a casi cero en algunos estados, hubo grandes aumentos en lugares donde los abortos seguían siendo legales. Los investigadores afirmaron que estos incrementos fueron impulsados por la expansión de la telemedicina para el envío por correo de píldoras abortivas, mayores opciones y asistencia para las mujeres que viajaban, así como un gran aumento de publicidad sobre formas de abortar.

Al parecer, la respuesta de los proveedores y activistas a favor del derecho al aborto a la anulación de Roe contra Wade ha generado un mayor acceso al aborto en los estados donde todavía es legal, no solo para las mujeres que viajan desde estados con prohibiciones, sino también para las mujeres que viven allí.

Aun así, las nuevas prohibiciones y restricciones han tenido efectos de largo alcance. Muchas mujeres, especialmente en el sur, han recurrido a métodos fuera del sistema médico estadounidense o han llevado sus embarazos a término, según dijeron los investigadores. Estas mujeres son propensas a ser pobres, adolescentes o inmigrantes, y a tener hijos pequeños o trabajos que no les permiten tener tiempo libre.

“Siempre he pensado que ese debería ser el punto central de la historia: la pérdida de acceso es profunda y enorme”, señaló Alison Norris, profesora de la Universidad Estatal de Ohio y presidenta de WeCount, que recopiló los datos. “Pero también es una historia de lo que sucede cuando los sistemas de salud aumentan la accesibilidad. Es posible que las necesidades subyacentes insatisfechas de abortos se estén satisfaciendo ahora gracias a los cambios posteriores al caso Dobbs”.

John Seago, presidente de Texas Right to Life, dijo que no le sorprendió ver que tantas mujeres siguieran buscando abortos. Afirmó que, para disminuir el número, los legisladores debían aumentar la aplicación de las prohibiciones y brindar más apoyo a las mujeres embarazadas.

“Para nosotros, causar la muerte de otro ser humano es una cuestión ética tan sencilla que la pregunta no es si debemos prohibirlo o no”, sostuvo. “Ahora estamos centrados en lo que funcione”.

En los 12 meses posteriores a la decisión del caso Dobbs en junio de 2022, hubo un promedio de 82.298 abortos al mes, en comparación con 82.115 en los dos meses anteriores al fallo, reveló WeCount. El grupo, que forma parte de la Sociedad de Planificación Familiar, que apoya el derecho al aborto, recopila cifras mensuales de proveedores de todo el país. Los nuevos datos, publicados el martes, incluyeron el 83 por ciento de los proveedores conocidos, y los investigadores estimaron el resto basándose en tendencias históricas y datos de aborto de los estados.

Los mayores aumentos en abortos legales se produjeron en los estados que limitan con los que tienen prohibiciones, lo que sugiere que muchas pacientes cruzaron las fronteras estatales. En Nuevo México, el número promedio de abortos mensuales en el año posterior al dictamen del caso Dobbs aumentó un 61 por ciento respecto a los dos meses previos, a 1910. En Illinois, el aumento fue del 33 por ciento, a 7302. En Florida, que prohíbe los abortos después de las 15 semanas de embarazo pero colinda con estados con prohibiciones más estrictas, los abortos aumentaron un 28 por ciento, a 7705.

El aborto también aumentó en estados que no colindan con estados con prohibiciones totales. En California, el número promedio de abortos mensuales aumentó un 6 por ciento, a 13.704. En Nueva York, aumentó un 2 por ciento, a 9198.

“Había más necesidades insatisfechas de las que pensábamos en los estados legales”, afirmó Ushma Upadhyay, profesora de la Facultad de Medicina de San Francisco de la Universidad de California y presidenta de WeCount.

Planned Parenthood Northern California, que opera 17 clínicas, comenzó a contratar personal y ampliar las citas y la telesalud meses antes del fallo Dobbs. Lo hizo en parte como preparación para la posible anulación del fallo Roe contra Wade, y en parte al darse cuenta de que la demanda de atención a la salud reproductiva había aumentado durante la pandemia, afirmó Sara Kennedy, su directora médica y de operaciones. También inició un programa para cubrir el costo del aborto para las pacientes que lo necesitaran.

Kennedy calificó el aumento resultante como “muy dramático”: los abortos con medicamentos aumentaron un 25 por ciento en el año posterior al caso Dobbs, y los abortos con procedimientos quirúrgicos un 18 por ciento.

Desde el fallo Dobbs, 20 estados y Washington D. C., han aprobado leyes para mejorar el acceso al aborto y proteger a proveedores y pacientes. California eliminó los costos de bolsillo para los servicios de aborto y Oregón invirtió 15 millones de dólares para abrir nuevas clínicas y costear los viajes de personas desde fuera del estado. Algunos estados permitieron que el personal de enfermería especializado y los médicos asistentes realizaran abortos.

Otro factor que contribuye al aparente aumento es algo que precedió al fallo Dobbs: la legalización del aborto por telemedicina. La Administración de Alimentos y Medicamentos comenzó a permitir que los proveedores enviaran píldoras por correo sin necesidad de una consulta en persona cuando las oficinas de atención médica cerraron al comienzo de la pandemia, e hizo que la política fuera permanente en diciembre de 2021.

Si bien el acceso al aborto se ha ampliado de alguna manera, también lo han hecho las limitaciones. Varios estados han prohibido o restringido el aborto en los últimos meses, y otros, como Florida, están listos para imponer mayores limitaciones. A nivel federal, un caso que se ha abierto paso en los tribunales podría prohibir el envío por correo de una de las dos píldoras abortivas. Y los datos sobre fondos para el aborto dicen que tras un aumento de las donaciones posteriores al fallo Dobbs, la recaudación de fondos ha disminuido.

“La gente aunó esfuerzos e hizo lo mejor que pudo para asegurarse de poder atender a tantos pacientes como fuera posible”, dijo Danika Severino Wynn, vicepresidenta de acceso y atención de la organización Planned Parenthood Federation of America. Describió el sistema actual como uno que se mantiene unido con curitas: “No estoy segura de que estemos en un espacio en el que podamos decir: ‘Oh, subvertimos una crisis’”.

c.2023 The New York Times Company