La Casa Blanca tiene un problema de déficit de cristalería desde hace años

Desde hace algunas Administraciones –según la CNN los primeros problemas se detectaron en tiempos de George W. Bush– en la Casa Blanca padecen una situación de déficit de cristalería que les lleva a tener que alquilar vasos y copas para los grandes eventos y recepciones. Un problema que para algunos no parece serlo y que distintas primeras damas no han resuelto. Ahora es el turno de Jill Biden de poner solución.

Los primeros problemas de escasez se detectaron con George W. Bush en la presidencia. (Foto: Tim Graham Photo Library via Getty Images)
Los primeros problemas de escasez se detectaron con George W. Bush en la presidencia. (Foto: Tim Graham Photo Library via Getty Images)

La información publicada por CNN y recogida por The Times señala que los primeros problemas de cristalería datan de la era de Bush padre, cuyos mandatos se extendieron de 2001 a 2009. Entonces se percataron de la falta de copas y vasos y la situación solo ha ido peor con el tiempo al no reponerse las piezas rotas o desaparecidas. ¿La solución actual? Alquilar la cristalería cuando se necesita. Según varias fuentes, Melania Trump tampoco se encargó del problema. Ahora confían en que Jill Biden recupere la tradición y acabé con la situación que tanto preocupa a algunos. Con lo peor de la pandemia superado, se espera que vuelvan las grandes recepciones y fiestas a la Casa Blanca.

Desde los citados medios hablan de tradición porque así lo es. Cada primera dama se ha ocupado tradicionalmente de adquirir la porcelana, la vajilla y la cristalería dando su toque personal a la Casa Blanca y sus eventos en cierta manera. Mientras que la porcelana ha seguido adquiriéndose, desde la White House Historical Association, su presidente Stewart McLaurin recuerda que la última vez que se adquirió una cristalería ocurrió durante la “era Nixon”. Y eso fue en la primera mitad de los setenta. En los ochenta Nancy Reagan compró algunos juegos, pero solo para la residencia.

La función de la White House Historical Association, organización sin ánimo de lucro creada por Jacqueline Kennedy en 1961, tiene como uno de sus objetivos velar por este tipo de cometidos, pero ellos solo sugieren a la primera dama qué hace falta. “No es nuestra función decir: 'Haz esto, haz aquello'. Eso depende de la primera dama y su equipo. Hemos trabajado con 12 presidentes desde los Kennedy y, naturalmente, tenemos un arco de conocimiento más extenso en cuanto a lo que se necesita, o lo que sería una buena inversión, pero nuestro papel no es criticar. Queremos ser solidarios”, ha declarado McLaurin a la CNN.

La tradición era pedir tanto una cristalería nueva como porcelana. Eleanor Roosevelt, recuerdan, adquirió vasos con el águila americana y Patricia Nixon encargó vasos en Francia, mientras que los Kennedy prefirieron el minimalismo. La porcelana de los Obama, que sí pidieron al contrario que con la cristalería, incluía una referencia a las raíces hawaianas del presidente.

Según los cálculos de McLaurin se necesitarían entre 120 y 160 piezas de cristalería para dejar de alquilarlas. En cuanto a la porcelana y la plata, no tiene problemas y hay de sobra. Según explica en la CNN, el coste de estas adquisiciones corre a cargo de la Asociación Histórica de la Casa Blanca. Se encargan de este tipo de menaje, por así decirlo, pero también de otros apartados que tienen que ver con la decoración o el mobiliario.

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