¿Es la probabilidad de una recesión económica 100% segura? | Opinión

Según las proyecciones económicas de Bloomberg Economics existe un 100% de probabilidad de que enfrentemos una recesión económica en los próximos 12 meses.

Considerando que sufrimos dos contracciones económicas en los dos primeros trimestres del año, técnicamente entramos en una recesión en junio, por lo que el paso siguiente sería una depresión que vendría a ser el peor escenario de una crisis económica, en el cual la disminución de la actividad económica sería por una plazo más prolongado, como ocurrió con la crisis de 1929.

Para el pronóstico de un 100% de recesión, las economistas Anna Wong y Eliza Winger utilizaron un modelo que analiza 13 variables macroeconómicas y otros indicadores financieros que le han permitido hacer esta proyección. Recordemos que el software utilizado por el terminal Bloomberg es la herramienta principal que tienen 325,000 usuarios de transacciones bursátiles que cotizan en las Bolsas en tiempo real.

Hay un punto muy importante que destacar en esta supuesta proyección certera de recesión; consiste en el hecho que en el trimestre previo, julio-septiembre, el PIB creció un 2.6%, lo cuál contrasta con la disminución de los dos trimestres anteriores. Evidentemente este crecimiento despierta la esperanza de que no tengamos una crisis económica aumentada.

El crecimiento en cuestión se basó en un aumento de las exportaciones y del consumo interno, los cuáles se incrementaron en 14.4% y 1.4% respectivamente, comparados con el trimestre previo. Un aumento del gasto público también contribuyó a esta cifra positiva ya que el gobierno incrementó ese gasto por primera vez este año en un 2.4% anual, de los cuáles la mayor proporción correspondió a la defensa.

Como consecuencia del crecimiento anterior, el índice de precios al consumidor en ese período fue solo del 4.1%, mucho menor al experimentado en el trimestre abril-junio, que fue del 9%.

Para contrarrestar la teoría de recesión actual, la firma de servicios financieros Morningstar opina que la contracción de los ciclos económicos previos no fue genuina y en ese sentido ejemplificó con la disminución de los inventarios físicos comerciales, un evento que según ellos fue temporal y enmarcado por la pandemia.

Sin embargo, el factor principal en el crecimiento del trimestre previo es improbable que se repita; en efecto, el fortalecimiento del dólar con respecto a otras monedas encarece la importación por parte de economías deprimidas por la guerra en Ucrania.

A todas estas, la National Association of Business Economics (NABE) afirma que desde mediados del 2020 los márgenes de beneficios de los negocios han venido disminuyendo. Como consecuencia, el 52% de las empresas han tenido que aumentar el precio de sus bienes y/o servicios, a la vez que han experimentado una falta importante de materias primas y una persistencia notable en la falta de empleados calificados.

Por su parte, la Reserva Federal (el Fed) ha intentado controlar la inflación con aumentos sucesivos de la tasa de interés, algo que se está tornando peligroso y puede estrechar tanto la política monetaria que más bien conduzca a precios aún más elevados, canalizando así el camino a una profunda depresión.

Este aumento de las tasas de interés está afectando a la compra y pago a plazos de muchos bienes, de manera que los consumidores tienen que pagar cada vez más; tal es el caso en la venta de automóviles y especialmente en el mercado de bienes raíces, el cuál ha disminuido a una tasa anual del 26%, motivo por el cuál muchos compradores de vivienda están en búsqueda de ciudades que ofrezcan mejores precios.

En la práctica ocurre que los consumidores cada vez que acuden al mercado encuentran los comestibles más costosos por lo que requieren acudir a sus tarjetas de crédito.

Sabemos que muchos países, como EEUU y Japón, mantienen un espíritu deudor, donde gastan más que el PIB de su país. Lógicamente, el caso de los consumidores es distinto. Si pierden su fuente de ingreso, que normalmente es su trabajo, viene la debacle y la bancarrota. Y la pregunta sería cómo subsistir en una economía en crisis deflacionaria, con negocios cerrados y desempleo rampante.

Tal vez la situación principal que vivimos actualmente es que años atrás las ganancias empresariales venían de la producción. Ahora vienen mayormente de actividades financieras que no producen valor real, como son la Bolsa y las criptomonedas, principalmente.

Y evidentemente, necesitamos que la población trabaje para que la economía se enderece . Pero que trabaje en establecimientos físicos, no en tiendas online o por teléfono. Así se genera toda la infraestructura y función logística requerida que conduce al crecimiento económico.

En todo caso, el pronóstico de Bloomberg es para tenerlo en cuenta y tomar las precauciones del caso antes que sea demasiado tarde.

Benjamín F. DeYurre es un economista y periodista. Twitter: @DeYURRE.