Principal negociador de rehenes de EEUU defiende intercambio de prisioneros con países extranjeros

El enviado presidencial del Departamento de Estado para Asuntos de Rehenes, Roger Carstens, declara ante la Subcomisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes sobre la situación de estadounidenses detenidos en el extranjero, el jueves 13 de junio de 2024, en Washington. (AP Foto/Jose Luis Magana)

WASHINGTON (AP) — El principal negociador de rehenes del gobierno de Estados Unidos defendió los intercambios de prisioneros que han puesto en libertad a estadounidenses detenidos injustamente por países extranjeros a cambio de criminales convictos, y rechazó el jueves que dichos acuerdos sean un incentivo para el arresto de más ciudadanos de Estados Unidos.

“Las cifras no concuerdan. De hecho, es algo que va a la baja, en la dirección opuesta”, declaró Roger Carstens, enviado especial de la presidencia para asuntos de rehenes, sobre el número de estadounidenses detenidos injustamente.

La lista se ha reducido incluso mientras el gobierno del presidente Joe Biden ha mostrado disposición de hacer acuerdos con potencias rivales, algo que, dijo Carstens, demuestra que ello no alienta a otros países a detener a más estadounidenses bajo premisas falsas.

“Según mis cifras”, añadió, "van a la baja".

Los acuerdos “siempre son decisiones complicadas”, pues el gobierno federal a menudo tarda años tratando de determinar lo que el otro país quiere a cambio de la liberación de un prisionero estadounidense. La respuesta suele ser un criminal convicto encarcelado en Estados Unidos.

Para traer de regreso a la estrella de la WNBA Brittney Griner de Rusia, por ejemplo, Estados Unidos liberó en 2022 al traficante de armas Viktor Bout. Y en diciembre pasado, el gobierno de Biden intercambió a un aliado cercano del presidente venezolano Nicolás Maduro que se encontraba preso por cargos de lavado de activos a cambio de la liberación de 10 estadounidenses tras las rejas en la nación sudamericana, así como el retorno de Leonard Glenn Francis, un empresario que se encontraba prófugo.

“Hasta cierto punto, es inaceptable porque las decisiones son difíciles. Pero, la alternativa es que esos estadounidenses no vuelvan a casa”, dijo Carstens.

Carstens negó que las autoridades federales tomen en cuenta la notoriedad de un detenido, rechazando la idea de que Estados Unidos se enfocó más en el caso de Griner debido a su popularidad como jugadora profesional de baloncesto.