Primer ministro chino: "Nuestro cielo volverá a ser azul"

Delegados de las minorías a su llegada al Gran Salón del Pueblo para la sesión inaugural del Asamblea Popular Nacional en Beijing, el 5 de marzo de 2017. Los principales dirigentes chinos y miles de delegados llegados de todo el país se reúnen en la capital china para la reunión legislativa anual. (AP Foto/Andy Wong)

BEIJING (AP) — El primer ministro de China, Li Keqiang, prometió el domingo hacer que el cielo del país vuelva a ser azul y "trabajar más rápido" para abordar la contaminación causada por la quema de carbón.

Sus palabras a los delegados en la sesión inaugural de la Asamblea Popular China reflejan cómo el descontento de la ciudadanía hizo de la reducción de la niebla contaminante, el más visible de los problemas medioambientales del país, una prioridad para el liderazgo.

En un informe ante la legislatura, Li dijo que "la gente está esperando desesperadamente" progresos rápidos en la mejora de la calidad del aire. "Haremos que nuestros cielos vuelvan a ser azules", declaró ante casi 3.000 delegados presentes en el Gran Salón del Pueblo.

Durante el próximo año, el gobierno tiene intención de intensificar su labor para actualizar las centrales eléctricas que funcionan con carbón y conseguir emisiones ultrabajas y conservación de energía, así como para priorizar la entrada de plantas de energía renovables en la red.

"Todas las principales fuentes de contaminación industrial serán monitoreadas online las veinticuatro horas del día", dijo Li.

Los grupos ambientalistas acogieron con agrado la revelación de estos datos porque permiten a residentes controlar las emisiones de las plantas en su zona.

Lauri Myllyvirta, de Greenpeace, señaló que esperaban que Beijing anunciase un impulso en estas medidas ya que la contaminación atmosférica debería cumplir este año los objetivos fijados en 2013. Estos incluyen una reducción del 25% en la densidad de las partículas finas — que indican la contaminación en el aire — en la capital y la región colindante desde los niveles registrados en 2012.

"Se requerirán pasos muy drásticos para lograr esos objetivos este año", agregó Myllyvirta.

Li dijo también que el gobierno acelerará sus esfuerzos para hacer frente a las emisiones de vehículos y trabajará más rápido para retirar los autos más antiguos de las carreteras y fomentar la utilización de coches con energías más limpias.

Las normas y regulaciones medioambientales se harán cumplir estrictamente y los funcionarios que no lo hagan serán "totalmente responsables", agregó el dirigente sin ofrecer más detalles. Los funcionarios locales suelen ser más laxos a la hora de implementar las normas sobre las empresas que contribuyen al crecimiento económico de sus zonas.

Este año, las emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno — gases producidos por la quema de combustibles fósiles y que pueden causar problemas respiratorios — se reducirán un 3% y la densidad de las partículas finas conocidas como PM2.5 descenderán "notablemente" en áreas clave, señaló Li.

Los datos oficiales mostraron una mejora en la calidad del aire en China desde 2013, cuando el gobierno puso en marcha su plan de acción contra la contaminación atmosférica. Sin embargo, ciudades como Beijing siguen registrando habitualmente niveles de contaminación que superan en mucho el nivel máximo recomendado, lo que lleva a residentes a utilizar máscaras faciales, filtros de aire y aplicaciones para monitorear la calidad del aire.