Presos mapuches concluyen en Chile una huelga de hambre sin acuerdo con el Gobierno

Santiago de Chile, 9 sep (EFE).- Un total de 15 presos mapuches chilenos concluyeron este miércoles la huelga de hambre que mantenían, algunos desde hacía 66 días, como medida de presión al Gobierno para que les fuera aplicado el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El Ejecutivo no dio ninguna respuesta y el portavoz de los reos, Auka Castro, apuntó a "la nula voluntad política de destrabar la situación por parte de las autoridades", al tiempo que anunció el fin de la huelga de los 12 presos de la cárcel del Biobío (centro-sur de Chile), horas después de que otros tres hicieran lo mismo desde otra prisión en la Araucanía (región al sur).

"No se mostró ningún atisbo de voluntad real para llegar a una mesa de conversación que fuera para la reglamentación efectiva del Convenio 169 de la OIT. El día de hoy la huelga de hambre se baja", sentenció.

El convenio 169 de la OIT, que Chile suscribió hace una década, adapta las normas a los derechos de los pueblos indígenas y tribales dentro de los Estados.

Esta es una reivindicación habitual del pueblo mapuche para que sus presos tengan una sanción penal diferente que respete sus costumbres y puedan, por ejemplo, cumplir el presidio en arresto domiciliario en sus comunidades.

Estos episodios se enmarcan dentro del denominado "conflicto mapuche", que enfrenta a esta comunidad indígena, la más numerosa de Chile, con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales en la región de la Araucanía y otras zonas del sur.

En la misma jornada, la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, viajó a la zona para reunirse con varios dirigentes indígenas en un encuentro que la secretaria de Estado catalogó como una "primera semilla de paz para cosechar justicia".

En los últimos meses se ha reactivado el conflicto entre el Gobierno y los mapuches con frecuentes ataques incendiarios a maquinaria agrícola y predios, ocupaciones de edificios municipales, marchas racistas y huelgas de hambre de presos indígenas.

Durante el mes de agosto cobró relevancia la huelga de hambre del líder espiritual mapuche Celestino Córdova, encarcelado por asesinato, que tras 107 sin ingerir alimentos alcanzó un acuerdo histórico con el Gobierno que le permitió pasar hasta 30 horas en su domicilio para encabezar un ritual mapuche.

El pasado martes el Gobierno anunció la celebración de un comité especial de frecuencia semanal para hacer frente a los disturbios y a la escalada de violencia, el mismo día en que un joven murió tras recibir disparos supuestamente de un grupo de tres activistas mapuches en el sur de Chile.

(c) Agencia EFE