El presidente iraní afirma que la Policía de la moral debería haber salido de las calles

Teherán, 16 sep (EFE).- El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, afirmó este lunes que se “suponía” que la llamada Policía de la moral debería haber parado sus actividades, cuando se cumplen dos años de la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.

“¿La Policía de la moral aún molesta a la gente?”, respondió el mandatario a una periodista en su primera rueda de prensa tras tomar posesión del cargo a finales de julio.

“Lo miraré. Se suponía que debían parar”, añadió Pezeshkian, quien durante la campaña electoral insinuó que sacaría a la temida Policía de la moral de las calles si le era posible.

El presidente respondía así a una periodista que le dijo que para llegar al lugar de la rueda de prensa en Teherán tuvo que tomar varios desvíos para evitar al cuerpo que tiene la misión de aplicar el estricto código de vestimenta de la República Islámica.

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Más tarde, otra periodista insistió en la cuestión de la Policía de la moral y el velo, y el mandatario afirmó que tratará la cuestión para “llegar a un compromiso” con la otra parte, en una aparente referencia a sectores más conservadores de la política del país islámico.

La Policía de la moral regresó a las calles del país a mediados de abril y comenzó de nuevo a arrestar a mujeres que no se cubren con el hiyab, que suelen ser liberadas tras la firma de un documento en el que se comprometen a velarse.

Hoy se cumplen dos años de la muerte de Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico.

La muerte de la joven de 22 años provocó unas protestas sin precedentes contra la República Islámica, protagonizadas por jóvenes y mujeres al grito de “Mujer, vida, libertad”, que desaparecieron tras una fuerte represión policial.

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Durante las manifestaciones, Pezeshkian criticó la represión y en la campaña electoral insinuó flexibilizar la política del velo obligatorio e incluso acabar con la temida Policía de la moral, si le era posible.

Sin embargo, desde que se impuso en las elecciones presidenciales del 5 de julio y tomó posesión del cargo a finales de ese mes no ha vuelto a tocar la cuestión, hasta hoy.

El presidente iraní tiene una capacidad de decisión limitada en cuestiones nacionales y en política exterior en Irán, donde el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.

La ONU ha denunciado que las autoridades iraníes han intensificado los esfuerzos para eliminar los derechos fundamentales de mujeres y niñas, y atacan cualquier forma de activismo que trate de defenderlas.

Muchas mujeres iraníes continúan sin usar el velo islámico a pesar de una represión que incluye detenciones por parte de la policía de la moral, la confiscación de vehículos e incluso latigazos.

(c) Agencia EFE