El presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, respalda proyecto de ley contra el progresismo que perjudica a militares de EEUU | Opinión

Cuando les conviene, a los republicanos del Congreso les encanta envolverse en la bandera, proclamar su patriotismo y mostrar honor a los militares estadounidenses.

Pero, ¿pagar los gastos de viaje de una sargento del Ejército con un embarazo que, por razones médicas, debe interrumpirse y que debe viajar a un estado donde se practican abortos? Eso es un uso inaceptable del dinero de los contribuyentes, dicen estos mismos republicanos.

¿Apoyar los esfuerzos por la diversidad? Eso no es más que “progresismo”, dicen los conservadores. Y ni siquiera mencionen el apoyo del Pentágono para ayudar a los miembros del servicio con la transición de género.

Quien lidera el camino para incluir estas restricciones en el nuevo proyecto de presupuesto de defensa es el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de Bakersfield. El republicano, cuyo distrito ahora incluye Clovis y el este del condado de Fresno, estuvo al frente y en el centro proclamando la fuerza del proyecto de ley de defensa de $886,000 millones que su Cámara, de mayoría republicana, aprobó por un escaso margen de 219 a 210 votos.

McCarthy declaró que el proyecto de ley incluía la mayor alza salarial de la historia para el personal militar, un 5.2%. En ese punto, republicanos y demócratas pudieron ponerse de acuerdo.

Pero los miembros de extrema derecha del irónicamente llamado House Freedom Caucus obligaron a McCarthy a aceptar otras estipulaciones. Una de ellas es la prohibición de conceder tiempo libre y pagar gastos de viaje a las mujeres militares que estén destinadas en un estado donde el aborto esté prohibido.

Los miembros de extrema derecha de la Cámara argumentaron que el gobierno no debería pagar los abortos. Atención a los miembros del Freedom Caucus: el tiempo libre para los servicios médicos necesarios, más el dinero de la gasolina y el motel, no es pagar por los abortos.

La Estación Aérea Naval de Lemoore está en el distrito de McCarthy, pero también en California, donde los servicios de salud reproductiva siguen estando a disposición de cualquier mujer que los necesite. Así que ninguno de los electores de McCarthy en Lemoore se verá realmente perjudicado por esta estipulación tan poco meditada. Lástima por las mujeres militares destinadas en Alabama, Tennessee, Texas y otros estados.

El Partido Republicano dice no a la divulgación de la diversidad

Los esfuerzos militares de reclutamiento pudieran verse afectados por otro aspecto del proyecto de ley de defensa de la Cámara de Representantes.

El reclutamiento se ha vuelto difícil para las fuerzas militares. Hace un año, el Ejército solo había alcanzado el 66% de su objetivo de reclutamiento. La Marina estaba al 89% del objetivo. Las otras ramas habían alcanzado sus objetivos, pero en conjunto, el Departamento de Defensa tenía una tasa total de solo el 85%. Este año se perfila como otro año a la baja, y solo la Fuerza Espacial espera alcanzar sus objetivos.

Así que es comprensible que el Pentágono incluya esfuerzos de diversidad en sus actividades de divulgación. Si los reclutas ven gente como ellos en las fuerzas armadas, es muy probable que más estadounidenses se sientan atraídos a alistarse.

No, eso es malo, dijeron los miembros del Freedom Caucus, y McCarthy los respaldó.

Cualquier esfuerzo para centrarse en la diversidad, la equidad y la inclusión –DEI, como se le conoce– es solo política progresista, dijo McCarthy.

Un tuit de las declaraciones del presidente de la Cámara fue especialmente ofensivo: McCarthy comparó al liderazgo militar estadounidense con Disneylandia.



“Un militar no puede defenderse si lo entrenas en progresismo. No queremos que Disneylandia entrene a nuestros militares”.

El desaire de McCarthy era una pulla a Disneylandia y su apoyo a los derechos de los homosexuales, que la ha puesto en el punto de mira de la guerra cultural de los conservadores y su portavoz, Fox News.

Estados Unidos confía en sus generales y almirantes para proteger nuestros intereses en todo el mundo, y las fuerzas militares usan armas de alta tecnología cuya fabricación cuesta miles de millones de dólares, como aviones de combate y destructores de la Marina. ¿Pero los dirigentes del Pentágono no son mejores que los personajes de Disneylandia? Ese razonamiento es absurdo a primera vista.

Políticas extremistas impuestas a los militares

McCarthy dijo que él y sus colegas del Partido Republicano “quieren que nuestros hombres y mujeres en las fuerzas armadas tengan toda la defensa posible y eso es lo que hace nuestro proyecto de ley”.

Cuando las mujeres militares tienen que salir del estado para recibir atención médica, “toda la defensa posible” no es más que un argumento vacío. Cuando se ponen barreras a la diversidad en un proyecto de ley de gastos militares que, durante 60 años, ha sido una sólida medida bipartidista, eso no ayuda al Pentágono con el reclutamiento. Y prohibir que las fuerzas militares ofrezcan cobertura sanitaria para cirugías de transición de género, como hace el proyecto de ley del Partido Republicano, aleja aún más a los soldados, marineros y aviadores que buscan esa ayuda.

Los proyectos de ley de gastos de defensa se dirigen ahora al Senado demócrata, donde es casi seguro que se eliminarán las estipulaciones de extrema derecha. A continuación, una comisión de conferencia de ambas cámaras deberá resolver las diferencias. Probablemente será un proceso acalorado. Nadie sabe si se podrá aprobar un proyecto de ley de financiación militar antes del 1º de octubre, cuando comienza el próximo ejercicio presupuestario.

Como viene siendo habitual desde que asumió la presidencia en enero, McCarthy sacrifica el liderazgo bipartidista para aplacar a los miembros de la extrema derecha, sin los cuales no sería presidente, pero con los que capitula ante las políticas extremistas.