La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, se une desafiante a los manifestantes
La actual presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, se unió este sábado a miles de manifestantes en las calles de la capital, Tiflis, exactamente un mes después de que estallaran las protestas de la oposición.
Zurabishvili ha dicho que desafiará los resultados de las elecciones legislativas de octubre y seguirá en el cargo después del lunes. Y ha pedido una nueva votación, alegando que las elecciones fueron manipuladas por la injerencia rusa.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que supervisó las elecciones, también las puso en duda. "Numerosos problemas señalados en nuestro informe final afectaron negativamente a la integridad de estas elecciones y erosionaron la confianza pública en el proceso", declaró el 20 de diciembre Eoghan Murphy, que dirigió su misión de observación electoral.
En Tiflis, los manifestantes intentaron formar una cadena humana que serpenteaba por los ocho puentes de la capital que cruzan el río Kurá. El sábado también hubo protestas en otras ciudades contra el primer ministro Irakli Kobajidze.
Su partido gobernante, Sueño Georgiano, afín a Rusia, fue fundado por el multimillonario Bidzina Ivanishvili. El viernes, Estados Unidos le impuso nuevas sanciones por socavar la democracia en beneficio de Rusia.
Las protestas comenzaron el 28 de noviembre, después de que Kobajidze anunciara que Georgia pospondría su candidatura a la UE hasta 2028. Desde entonces, ha habido un flujo constante de personas que se manifiestan durante el día y permanecen en la calle toda la noche.