Las presidenciales de Montenegro: continuidad o cambio en medio de la crisis

Belgrado/Podgorica, 31 mar (EFE).- La presidencia de Montenegro se disputa el domingo en una reñida segunda vuelta con dos candidatos dispares, por un lado el veterano político y actual presidente, Milo Djukanovic, con más de 30 años en el poder y, por el otro, el economista Jakov Milatovic, una cara nueva.

Ambos se declaran europeístas y prometen acelerar la entrada del pequeño país, de 620.000 habitantes y miembro de la OTAN desde 2017, en la Unión Europea (UE).

Djukanovic, de 61 años, es el candidato del opositor Partido Democrático de los Socialistas (DPS), en declive desde 2020 aunque sigue siendo la mayor formación del país, y con escándalos de corrupción en su historial.

Por su parte, Milatovic, de 37 años, representa al joven y ascendente movimiento ¡Europa Ahora! (ES), creado el año pasado y todavía extraparlamentario.

Estas elecciones son las cuartas desde la independencia de Montenegro en 2006 -cuando se desgajó de la unión estatal que mantenía con Serbia- y las primeras desde 1997 que se deciden en segunda vuelta.

Djukanovic, la figura tutelar del Montenegro independiente, ha sido un garante de estabilidad en la pequeña república multiétnica, pero es también una figura controvertida que ha sido criticada por corrupción, vínculos con el crimen organizado y ataques a periodistas independientes.

ELECCIONES REÑIDAS

Las presidenciales tienen lugar en medio de una crisis política, y según los analistas muestran la fuerza de los partidos representados por los aspirantes para las legislativas anticipadas convocadas para el 11 de junio.

Djukanovic, quien ha sido primer ministro en seis mandatos y presidente en un segundo, es criticado por su autoritarismo. En la primera ronda, venció con el 35 % de los votos frente al 29 % de Milatovic.

Para Djukanovic, estas presidenciales son "una lucha crucial personal y por el futuro de su partido", explica a EFE Daliborka Uljarevic, de la ONG Centro para la Educación Cívica.

"Si gana, daría un gran empuje a su DPS para que en las parlamentarias mantenga el actual número de escaños o algo parecido (30 de los 81 de la Cámara). Si pierde, hay riesgo de que se reduzca a la mitad", explica.

Djukanovic apuesta por movilizar a la diáspora, tradicionalmente inclinada hacia él, con vuelos adicionales y transporte organizado en autobuses.

UNA ALIANZA ANTI-DJUKANOVIC

Milatovic, por su parte, ha recibido apoyo de líderes de una coalición heterogénea de europeístas y prorrusos y personas cercanas a la Iglesia Ortodoxa Serbia, que en 2020 desbancó al DPS del Gobierno.

En Montenegro, alrededor del 30 por ciento de los ciudadanos se identifican como serbios y el país tiene una relación compleja con su vecino. La Iglesia Ortodoxa Serbia ha jugado un papel muy activo en la política montenegrina y se ha posicionado contra Djukanovic.

El cemento que une a esa alianza tan diversa que apoya a Milatovic, tanto en sus objetivos políticos como en su ideología, es en gran parte su oposición a Djukanovic.

"Pero es una gran reserva de votos. En mi opinión, en la peor situación Milatovic podría atraer un 15 % o 16 %" de apoyos adicionales, indica Uljarevic.

"Djukanovic debe asegurar un mínimo de entre el 12 % y el 15 %, una tarea bastante complicada en tan corto tiempo", explica.

"Tal y como ahora están las cosas, Milatovic está en una mejor posición, pero posiblemente decidirán pequeños porcentajes", dice.

La victoria de Milatovic aceleraría el alza de su joven formación y podría convertirse en el mayor partido parlamentario en las próximas legislativas.

Aunque el cargo presidencial tiene un papel más bien protocolario, cuenta con un gran prestigio.

Milatovic, al que la analista define como "populista y conservador", fue ministro de Economía entre 2020 y 2022 y coautor de un programa económico que duplicó el sueldo mínimo hasta los 450 euros y aumentó el salario medio en un 40%, hasta 700 euros.

Su retórica es proeuropea y en apoyo a la OTAN, pero el Gobierno del que fue ministro no hizo avances hacia la UE.

"La sociedad montenegrina, además de estar profundamente polarizada por asuntos identitarios, está radicalizada y pauperizada, por lo que el populismo económico ha tenido un suelo fértil", dijo Uljarevic.

"Además, los ciudadanos buscan nuevas caras en la política, y la combinación de esos dos elementos ha favorecido a Milatovic", explicó.

Ante el empuje de los cambios, Djukanovic se presenta como el más fiable guardián de la orientación euroatlántica y como barrera de protección ante la influencia prorrusa y serbia, aunque su gobierno remoloneó durante años en su acercamiento a la UE para, según sus críticos, preservar su control del poder.

Snezana Stanojevic

(c) Agencia EFE