Presión asfixiante y golpeo certero hunden a peleador del sur de la Florida en la UFC

Gilbert Burns es sinónimo de peleador complicado y que no se rinde nunca, pero no cabe duda de que luego de tres derrotas sus mejores días podrían haber quedado atrás. Al menos, se habrían evaporado las ilusiones de combatir nuevamente por un título mundial en las 170 libras.

El brasileño, quien vive y entrena en el sur de la Florida, cayó por la vía de la decisión unánime el sábado en la noche en la pelea estelar del evento que tuvo lugar en el APEX Center de Las Vegas y donde Sean Brady dio un paso sólido hacia una oportunidad de aspirar a la faja dorada y negra.

Con una presión incesante, un ritmo implacable y un golpeo muy mejorado, Brady no permitió que Burns se pusiera en marcha durante el combate y resultó especialmente impresionante el hecho de que derribara en siete ocasiones al guerrero sudamericano.

“Gilbert es muy duro. Siento que hice mejor trabajo en los pies que en el suelo”, dijo Brady en su entrevista posterior a la pelea. “Fue difícil derribarle. Intenté ponerle contra la jaula, pero era fuerte’‘.

Si se tiene en cuenta que la mejor arma de Burns es el agarre, nadie imaginaba que Brady iba a dominar en ese apartado, pero esa herramienta de “Durinho” quedó en gran medida anulada ante el estilo de cardio desarrollado por el estadounidense.

Pero también habría que notar la mejoría de Brady en el striking, pues estableció una marca personal de 134 golpes significativos, apoyado en combinaciones que fueron debilitando a Burns, quien solo buscaba pegar un impacto de nocaut que lo salvara del fracaso.

Cuando terminó el encuentro, no había duda de que Brady había hecho más que suficiente para ganar, y los jueces puntuaron el combate con boletas de 50-45, 50-45 y 49-46, dándole la victoria y enviando a Burns a un momento de preguntas y dudas.

Brady y Burns se cruzaron en momentos cruciales de sus respectivas carreras, pero el primero, de 31 años, puso en despliegue la energía que le faltó al final al perdedor, de 38, que ahora verá como su vencedor asciende en los rankings y mejora en opciones de futuro.

No por casualidad, Brady retó a Ian Machado Garry, quien se encuentra un puesto por delante en el ranking de las 170 libras y con quien comparte equipo de trabajo y el mismo manager.