Preocupación por la destrucción de una oficina de una agencia de la ONU tras un bombardeo en Cisjordania

Unos trabajadores de la ONU tratan de retirar escombros alrededor de la oficina de la UNRWA en Nur Shams, en el norte de Cisjordania ocupada, el 2 de noviembre de 2024, tras una incursión israelí (Jaafar Ashtiyeh)
Unos trabajadores de la ONU tratan de retirar escombros alrededor de la oficina de la UNRWA en Nur Shams, en el norte de Cisjordania ocupada, el 2 de noviembre de 2024, tras una incursión israelí (Jaafar Ashtiyeh) (Jaafar Ashtiyeh/AFP/AFP)

Los habitantes de Nur Shams, en el norte de Cisjordania ocupada, se preocupan por su futuro después de que la oficina de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) quedara muy dañada en un bombardeo israelí.

Consternados, observan cómo los empleados de la agencia hunden sus botas en el pantano en que se ha convertido la plaza central, donde las tuberías reventadas dejaron las alcantarillas al descubierto.

La oficina de la UNRWA quedó casi destruida el jueves, durante una operación "antiterrorista" del ejército israelí en este campamento, que alberga a al menos 13.000 personas.

"Los refugiados consideran a la UNRWA como su madre, así que imagínense perder a su madre", describió Hanadi Jaber Abu Taqa, representante de la agencia para el norte del territorio, ocupado por Israel desde 1967.

En el campamento, la agencia de la ONU gestiona dos escuelas, una clínica y los servicios de saneamiento.

El director de la agencia, Philippe Lazzarini, acusó el jueves a las fuerzas israelíes de "dañar gravemente" a la oficina de la UNRWA.

El ejército israelí negó firmemente estas acusaciones y explicó a AFP que los daños estaban "probablemente" relacionados con artefactos explosivos detonados por "terroristas".

La oficina de coordinación de los servicios de la UNRWA debe ser reconstruida, lo que representa "una inversión considerable", indicó Roland Friedrich, quien dirige la agencia en Cisjordania.

"Y las consecuencias psicológicas son devastadoras", concluye tras hablar con residentes locales el sábado.

- "Fines políticos" -

Desde su tienda de telefonía con la fachada arrancada, Chafic Ahmad Jad observa cómo las palas recogen los escombros y los técnicos reparan el cableado.

Todo este caos está relacionado, según él, con la reciente aprobación por el Parlamento israelí de una ley que prohíbe "las actividades de la UNRWA en territorio israelí".

"Para nosotros, es la UNRWA o nada (...), querer liquidarla es querer liquidar la cuestión palestina", afirmó.

"La ocupación israelí ataca [a la UNRWA] con fines políticos, para abolir el derecho al retorno" de los palestinos, coincidió Mohammed Saïd Amar, refiriéndose al principio según el cual los palestinos que huyeron o fueron expulsados tras la creación de Israel en 1948 tienen derecho a regresar a su lugar de origen.

Según el septuagenario, los grupos armados palestinos no usan los locales de la UNRWA, que los habitantes consideran "sagrados".

Nihaya al-Jundi, por su parte, denunció las consecuencias de las frecuentes incursiones israelíes, como las "calles intransitables" que aíslan a los habitantes del campamento.

También sufrió daños su centro de acogida para personas con discapacidad, cuya rampa de acceso quedó destruida.

Jundi cree que Nur Shams necesita "organizaciones internacionales" como la UNRWA para reconstruirse.

El campamento, que se estableció a principios de los años 1950, fue durante mucho tiempo un lugar tranquilo.

Pero en los últimos años se implementaron ahí movimientos armadas, en un contexto de estallido de la violencia entre palestinos e israelíes, inseguridad económica y falta de perspectivas políticas.

- Futuro -

Tres días después de la operación militar, la localidad sigue sin conexión a internet y algunas de sus principales arterias siguen sin estar del todo accesibles.

Las operaciones de la UNRWA se reanudaron. "La primera cosa que hacemos es anunciar que las escuelas están abiertas", explicó Jaber Abu Taqa. "Para nosotros es importante que los niños vuelvan a lo que consideran un remanso de paz", dijo.

Mientras deambula por el campamento, muchos se le acercan para desahogarse y preguntarle por el futuro.

"¿Qué ha hecho ese peluquero para merecer esto?", pregunta un joven al señalar una peluquería saqueada.

"Se ha quedado sin trabajo, sin dinero, ¿qué va a hacer ahora?", añadió.

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