Las grandes preguntas que se ciernen sobre el caucus de Iowa y Trump

Una casa decorada en apoyo al expresidente Donald Trump, candidato presidencial republicano, en Des Moines, Iowa, el 8 de enero de 2024. (Maansi Srivastava/The New York Times)
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Una casa decorada en apoyo al expresidente Donald Trump, candidato presidencial republicano, en Des Moines, Iowa, el 8 de enero de 2024. (Maansi Srivastava/The New York Times) ‌

Pareciera haber pocas dudas sobre quién muy probablemente gane el caucus presidencial republicano en Iowa el lunes.

Pero en Iowa, lo inesperado puede ser lo esperado y una victoria no siempre es una victoria. El resultado podría moldear el futuro del Partido Republicano en un momento de transición, así como el futuro de los caucus de Iowa después de una década difícil. Podría ayudar a determinar si Nikki Haley, quien fungió como embajadora de Estados Unidos, representa un obstáculo serio para el regreso de Donald Trump al poder o si Ron DeSantis, el gobernador de Florida, se verá obligado a abandonar la contienda.

A continuación, una guía de algunos resultados posibles y lo que significan para los contendientes:

Una victoria de Trump

Todas las suposiciones sobre una gran noche para Trump significan que el mayor oponente del expresidente podrían resultar ser las expectativas y no sus dos principales rivales en las boletas, Haley y DeSantis. Trump y su campaña han puesto el listón muy alto. Trump se ha postulado como si fuera el presidente en funciones, sin siquiera debatir con sus oponentes. Sus asesores dicen que creen que puede establecer un récord para una contienda abierta si termina al menos 12 puntos por delante de su rival más cercano.

Y para Trump, eso podría ser un problema.

“Trump ha estado obteniendo alrededor del 50 por ciento en las encuestas, a veces más, a veces menos”, dijo Dennis J. Goldford, profesor de ciencias políticas en la Universidad Drake en Des Moines. “Si llegara al 40 por ciento, se prendería una luz amarilla intermitente. Indicaría debilidades e incertidumbre”.

Dos fuerzas podrían complicar las expectativas de Trump para la noche. Esas mismas encuestas que lo muestran camino a la victoria, las encuestas de las que se jacta en casi todos los mítines que realiza en Iowa, podrían alimentar la complacencia entre sus partidarios. ¿Para qué salir a participar en un caucus —se prevé que las temperaturas el día del caucus alcancen un máximo de -17 grados Celsius en algunos lugares— si Trump va a ganar de todos modos?

Y a diferencia de los caucus demócratas, esta es una votación secreta; los republicanos no tienen que ponerse de pie y divulgar su voto a sus vecinos. Eso podría ser relevante si realmente existe el sentimiento anti-Trump oculto al que DeSantis y Haley han estado apostando.

Por supuesto, estas son solo suposiciones. Trump parece haber aprendido la lección de 2016, cuando, después de liderar las encuestas, perdió el caucus ante el senador de Texas, Ted Cruz. En esta oportunidad, ha desplegado una inmensa organización de campo y ha viajado por Iowa, instando a sus seguidores a votar. “Vuelve al estado una y otra vez”, dijo Jeff Angelo, exsenador estatal republicano que ahora presenta un programa conservador de entrevistas en WHO-AM. “Esta vez no lo van a dar por sentado”.

Una actuación débil de DeSantis


El gobernador de Florida solía ser visto como la mayor amenaza de Trump e Iowa era el estado donde podía asumir el rol de alternativa a Trump. Pero DeSantis no ha estado a la altura de sus expectativas y el ascenso de Haley lo ha empujado al borde del escenario.

La prueba para DeSantis, a principios de esta temporada de campaña, fue si podía utilizar Iowa para crear una carrera de dos con Trump. Ahora, está teniendo problemas para garantizar lograr al menos lo que siempre se esperaba que obtuviera: un sólido segundo lugar.

Los partidarios de DeSantis afirman que siguen confiando en que quedará en segundo lugar y tal vez incluso dé la sorpresa y le gane a Trump. “Si crees en las encuestas, es de esperar que quede en un sólido segundo lugar”, dijo Bob Vander Plaats, un influyente líder evangélico en Iowa que ha respaldado a DeSantis. “Si crees en lo que ves en las calles, existe la posibilidad de que pueda derrotar al expresidente en Iowa. Tiene, con diferencia, la mejor operación sobre el terreno que he visto”.

“Mucha gente está esperando escribir el obituario de DeSantis”, dijo. “Por mi parte, creo que DeSantis va a obtener buenos resultados la noche del caucus”.

Quedar en segundo lugar podría impulsar la campaña de DeSantis hacia Nuevo Hampshire. Pero un débil segundo lugar —es decir, si supera por poco a Haley o si los resultados aún están en disputa cuando abandone Iowa— podría confirmar las preocupaciones de los republicanos sobre su atractivo político y obligarlo a salirse. ¿Y si queda en tercer lugar?

“Miren, DeSantis nos dijo que lo ha apostado todo en Iowa”, dijo Angelo. “Si terminas tercero en Iowa, no veo cómo podrías seguir en la contienda”.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, candidato presidencial republicano, habla durante un mitin de campaña en Grimes, Iowa, el 7 de enero de 2024. (Jordan Gale/The New York Times)
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, candidato presidencial republicano, habla durante un mitin de campaña en Grimes, Iowa, el 7 de enero de 2024. (Jordan Gale/The New York Times)

 

Una actuación fuerte de Haley

Si Haley obtiene un sólido segundo lugar, la contienda se transformaría. Se dirigiría a Nuevo Hampshire, un estado donde Haley cuenta con un fuerte apoyo institucional, con el viento a favor, incluso después de unas semanas marcadas por tropiezos en la campaña electoral. Podría presentarse como una alternativa real para los republicanos que buscan otro candidato además de Trump para liderar el partido en noviembre.

Además, con casi toda seguridad, sus partidarios aumentarían la presión sobre DeSantis para que se haga a un lado y permita que el partido se unifique en torno a ella. “Esa sería la historia del caucus”, dijo Jimmy Centers, veterano consultor republicano de Iowa. “Ella se convertiría en la alternativa al expresidente Trump. Y, luego, creo que el coro diría: es hora de despejar el campo para que puedan enfrentarse cara a cara”.

Si Haley termina en tercer lugar, es de suponer que DeSantis intentará sacarla de la contienda. Pero, ¿por qué habría de retirarse? Haley solo estaría avanzando hacia un territorio políticamente más amigable, ya que la campaña se trasladará primero a Nuevo Hampshire y, luego, a su estado natal, Carolina del Sur.

Si DeSantis y Haley continúan su pelea en Nuevo Hampshire, Trump será el beneficiario. “Si no hay una persona clara en segundo lugar que pueda reclamar el liderazgo del voto ‘no-Trump’ en los estados siguientes, no veo dónde Trump enfrentará desafíos más adelante”, dijo Gentry Collins, un veterano líder republicano de Iowa.

c.2024 The New York Times Company

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