Cómo practicar el “abrazo de la mariposa”, la técnica que puede ayudar con la ansiedad y es recomendada por la ciencia
La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes actualmente y afecta enormemente a la calidad de vida de quienes lo sufren. Según la OMS, cerca del 4% de la población mundial la padece y se caracteriza por sentimientos de miedo o preocupación intensos y excesivos, suele ir acompañado de tensión física y otros síntomas conductuales cognitivos.
Para atender estos casos y hacer frente a los episodios, los psicólogos suelen darle diversas herramientas a sus pacientes con el fin de minimizar los síntomas y poder controlar la patología, entre los cuales se pueden encontrar ejercicios de relajación como la meditación.
Así como también se pueden encontrar técnicas como el abrazo de la mariposa, que hace parte de la terapia EMDR (por sus siglas en inglés Eyes Movement Desensitization and Reprocessing, que en español significa Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares). Con ella se trabaja el reprocesamiento de sus recuerdos patógenos , de acuerdo con la ‘Revista Iberoamericana de Psicotraumatología y Disociación’.
La reconocida psiquiatra española Marian Rojas Estapé aplica la ténica de EMDR en su consulta y explica de qué se trata.
¿Cómo puede poner en práctica el abrazo de la mariposa?
La técnica de autorregulación emocional del abrazo de la mariposa puede utilizarla en cualquier episodio de ansiedad, que suele manifestarse con palpitaciones, respiración acelerada, sensación de ahogo, tensión muscular, entre otros síntomas, según ‘CuerpoMente’.
Para realizarla debe sentarse con la espalda recta, cerrando o bajando la mirada mientras comienza a respirar de manera profunda y prestándole atención a las emociones o angustias que empiecen a surgir, de acuerdo con el Fideicomiso de la Fundación del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Tras esto, cruce las manos y ubíquelas sobre su pecho de tal manera que su dedo medio se encuentre sobre su clavícula y los pulgares apunten hacia la barbilla. Sus manos deben estar abiertas, imitando así el cuerpo de una mariposa.
Alterne pequeños y suaves golpes con las manos sobre su pecho, este movimiento se realiza de forma lenta y rítmica, es decir, si el primer impacto se realiza con la mano izquierda, el segundo debe ser con la derecha y así sucesivamente.
Sus repeticiones deben ser de por lo menos ocho series, es importante que mantenga la respiración profunda y se detenga ocasionalmente para comprobar si los síntomas persisten. En caso de que no hayan aumentado, realice otro par de series hasta que su nivel de angustia reduzca de manera significativa.
Cabe destacar que si tiene o cree que puede padecer de ansiedad, lo mejor es que consulte con un profesional en salud mental antes de incluir esta técnica, puesto que es posible que no le funcione a todas las personas y necesite de otro tipo de técnicas para su caso.