LONDRES.- El príncipe Andrés no pasará esta Navidad con la familia real británica en Sandringham, en medio de la polémica por sus presuntos vínculos con un supuesto espía chino cuyo nombre fue revelado recientemente.

Según la BBC, el duque de York, quien ya no ejerce como miembro activo de la realeza, estará en Royal Lodge, Windsor, junto a su exesposa Sarah Ferguson. La decisión parece responder a la necesidad de evitar más controversias públicas durante las fiestas.

Por otro lado, la identidad del supuesto espía chino fue desvelada tras el levantamiento de una orden de anonimato. Yang Tengbo, también conocido como Chris Yang, es un empresario de 50 años con vínculos cercanos al príncipe Andrés.

Aunque Yang ha negado rotundamente las acusaciones en su contra y ha emitido un comunicado defendiendo su inocencia, el caso ha suscitado numerosas preguntas sobre las relaciones del duque de York y los riesgos de influencia extranjera en Gran Bretaña.

La tradicional reunión navideña de la familia real británica en Sandringham suele incluir la icónica caminata hacia la iglesia para el servicio religioso, un momento capturado anualmente por los medios.

Sin embargo, la posible presencia del príncipe Andrés generó preocupación entre los miembros de la familia real ya que podría opacar el evento, lo que llevó a que le aconsejaran que se mantenga en un perfil bajo y no asista este año.

La decisión también busca proteger la imagen de la familia real. El duque de York ha estado bajo escrutinio desde que abandonó sus funciones reales, envuelto en polémicas relacionadas con acusaciones de abuso sexual, asociaciones cuestionables y dudas sobre su manejo financiero.

Yang Tengbo: ¿empresario o espía?

El caso de Yang Tengbo ha generado titulares desde que un juez levantara la orden que protegía su identidad. Yang, exdirector de la consultora Hampton Group, vivió en Gran Bretaña durante casi dos décadas antes de ser excluido del país en 2023.

El empresario fue detenido en 2021 por servicios de contraterrorismo, quienes confiscaron sus dispositivos electrónicos. Documentos judiciales obtenidos por The Guardian, indican que Yang dividía su tiempo entre China y Gran Bretaña, y que era considerado un cercano colaborador del príncipe Andrés.

Según el tribunal, Yang tenía vínculos con el Departamento de Trabajo del Frente Unido de China, una entidad conocida por reunir información sobre figuras influyentes en el extranjero. Además, se encontró un documento en su teléfono que contenía puntos clave para una conversación con el príncipe Andrés también se identificó una carta del asesor de Andrés, Dominic Hampshire, que destacaba el rol privilegiado de Yang en el círculo cercano del príncipe.

En su defensa, Yang emitió un comunicado negando las acusaciones y atribuyó su exclusión a cambios en el clima político entre Gran Bretaña y China. Dijo que no era un espía y que “no había hecho nada malo ni ilegal y que las preocupaciones planteadas por el Ministerio del Interior contra mí son infundadas”.

“Cuando las relaciones son buenas, y la inversión china es bienvenida, también lo soy yo. Pero cuando las relaciones empeoran, me convierto en un blanco”, declaró.

El empresario también afirmó que su trabajo estaba enfocado en fomentar relaciones comerciales entre ambos países y que había contribuido significativamente a la economía británica. Según él, las acusaciones no tienen fundamento y señaló que el tribunal reconoció la posibilidad de una explicación inocente.

“He construido mi vida privada en Gran Bretaña durante dos décadas y amo el país como mi segundo hogar. Nunca haría nada que perjudicara los intereses de Gran Bretaña”.

No obstante, el juez encontró que Yang había obtenido un nivel inusual de confianza por parte del príncipe Andrés, quien incluso autorizó al empresario a actuar en su nombre en iniciativas financieras internacionales.

En un comunicado del viernes, la oficina del príncipe Andrés dijo que había cortado todo contacto con el hombre, a quien había conocido a través de “canales oficiales” y sin que “nunca se hubiera discutido nada de naturaleza sensible”.

Reacción del rey Carlos

El rey Carlos de Inglaterra está furioso por el escándalo del espionaje chino en el que está implicado su hermano, según varias informaciones.

Un amigo del palacio dijo a The Daily Beast que la paciencia del rey se está “agotando” debido a las acusaciones recientes.

“Ha apoyado a Andrés durante muchos años, pero todo el mundo tiene sus límites. No veo al Rey queriendo ir a la iglesia con alguien que era amigo de un espía chino”, dijo la fuente al medio, refiriéndose a los planes para el día de Navidad de la familia real en Sandringham.

Otra fuente interna subrayó los matices de la compleja situación familiar y dijo a The Mail on Sunday: “El palacio se ha comportado lo mejor que ha podido con una relación difícil. Se han impuesto todas las sanciones posibles, pero no puedes divorciarte ni despedir a tu hermano por ser tu hermano. Siempre habrá un vínculo de sangre, y todas las familias suelen tener parientes difíciles con los que lidiar”.

“Por supuesto, se entiende que quede mal para toda la familia, pero eso es por culpa de un individuo”, agregó.

Agencias AP y AFP