‘Power Couture’, la moda y el espíritu de los tiempos

“La moda es el eterno retorno de lo nuevo” decía Walter Benjamín (Alemania, 1892- Francia, 1940) llamando la atención sobre la celeridad con la que pasa los años, las épocas y su aura de circularidad y repetición atemporal cuando lo vemos a través de la moda. Todo queda marcado por los atributos de formas, de colores, de materiales y olores, de dimensiones y pesos, de dureza o fragilidad, como registro de una temporada o período determinados. Nada escapa a su sello, ni los vestuarios, ni los coches, ni la arquitectura o el interiorismo, ni la música, ni tampoco las bebidas y comidas. Todo lo que se produce y consume lleva su marca. Incluso los modos de producir y consumir, de entretenerse y divertirse están sujetos a los caprichos de la moda. En este sentido las artes visuales no son la excepción

Precisamente la exposición “Power Couture”, curada por Claudia Taboada-Churman enfoca la relación entre la moda y el arte (https://www.panamericanart.com/exhibitions/37-power-couture/overview/). La intención es analizar el cruce de sus respectivos lenguajes como consecuencia de las relaciones de poder en el contexto histórico de la postmodernidad, ya que todas las obras, excepto la de León Ferrari, ‘El Amenazado’, from the “Mannequin” series, 1994-1997, y ‘Untitled’, 1960, de Germana Marucelli, son de los años 2000.

La muestra colectiva cuenta con más de una veintena de artistas y contempla pinturas, esculturas, vídeos e instalaciones, así como documentación histórica y fotográfica referidas a la temática de la exposición, pero también se exhiben prendas reales de vestir diseñadas por los artistas. Destacan en este compendio de obras la poética figurativa donde las prendas de vestir son muy notorias, con el vestido femenino ocupando un lugar preponderante como son los casos de, por ejemplo, Carlos Estévez, Kiki Borlenghi, José Eduardo Benito, Sandra Ramos, Ryder Cooley, Wanda Fraga o Cecilia Paredes. Junto a la figurativa son notables también las poéticas neo conceptuales y neo abstractas. En la primera, apuntamos los trabajos de Iván Perera, Jenny Feal, Los Carpinteros y Gabriela Reyna, mientras que, en la segunda, emergen los rasgos neo abstractos de Jorge Ríos y Katrin Schnabl, entre otros.

Las obras figurativas describen, entre otras cosas, diferentes modos de representar el vestido femenino, sus distintas modalidades según las épocas, como una especie de paradigma de la imagen femenina. Así distinguimos vestidos más sensuales con alusiones a la estética Pop como sucede en la escultura ‘Untitled’, 1960s de Marucelli, o la serie de dibujos de K. Borlenghi. Vestidos con guiños a la estética constructivista como ‘The Migratory Limit of Vertigo’, 2015 de Estévez o el vestido como ajuar impregnado de historia pasadas y presentes en ‘Surgical Props’, 2004, de Cooley. Pero también el vestido como objeto simbólico de la moda, que lleva la ambigüedad actual de la identidad con patrones formales que hibridan minimalismo y cultura ciberpunk en ‘Untitled’, 2006, de J.E Benito. En otros registros de la relación arte y moda encontramos obras donde los recursos conceptuales son más visibles en la serie ‘Untitled’, 2013, de Perera.

Entre los trabajos en lenguaje neo figurativo resulta curioso el conjunto escultórico de Lorena Gutiérrez Camejo titulado From the series ‘No son todos los que están’ (It’s Not All Who Are), 2021. Contempla seis esculturas en pequeño formato que representa las figuras de dictadores Mao, Mussolini, Hitler, Stalin, Franco y el emperador Hirohito. Aquí el tema de la exposición enfoca no tanto la relación entre arte y moda, como sí entre arte y poder. Todos estos dictadores y sus ideologías formaron parte del proyecto sociocultural de la modernidad, donde el ideal de progreso formaba parte esencial de este proyecto.

El progreso como el dominio de la ciencia y la técnica sobre la naturaleza. Todos vestidos por afamados modistos o intelectuales de vanguardia. Hugo Boss no solo diseño vestuarios para Hitler sino también para la Wehrmacht, las fuerzas armadas del Tercer Reich. Balenciaga, la gran figura de la moda española del siglo XX, diseñó los trajes para el dictador Francisco Franco. Mientras que Marinetti, el inspirador del Futurismo (movimiento imprescindible para entender el espiritad de las vanguardias del siglo XX), diseñaba el vestuario de Mussolini y Dom Modelei hacías las casacas de Stalin.

La moda es probablemente el testigo material que con más audacia registra el espíritu de un tiempo. En la obsesión por lo nuevo, como valor de la juventud, en los zapatos y vestidos, en sus pantalones y complementos, en los colores y fondos, en su ligereza, en sus texturas fuertes o débiles, pesadas o ingrávidas, en su afirmación o su frivolidad, en la conciencia de que lo que desaparece volverá de nuevo en otra moda.

“Power Couture”, Pan American Art Projects, 274 NE 67th St, Miami, FL 33138. Para más info: www.panamericanart.com. Hasta el 12 de Agosto.

Dennys Matos es crítico de arte y curador que vive y trabaja entre Miami y Madrid.