Ante posibles síntomas de meningitis, mamás acuden a pruebas

DURANGO, Dgo., diciembre 14 (EL UNIVERSAL).- Karla Monserrat camina a lado de su padre afuera del área de urgencias del hospital 450 de Durango. Andan apresurados cuando salen del módulo de información y atención para pacientes y sospechosos de meningitis, la enfermedad que ha matado a 23 personas, 22 de ellas mujeres que dieron a luz en los últimos meses, como Karla Monserrat.

La madre primeriza dio a luz el 9 de septiembre en el hospital Dikcava, uno de cuatro hospitales que han sido clausurados por las autoridades y el que menos finta de hospital tiene: una clínica montada en lo que parece más una casa de dos pisos del centro de Durango.

Tuvo a su bebé por cesárea y quiso acudir para descartar cualquier rastro del hongo Fusarium solani, el que ha sido señalado por los especialistas de haber entrado al sistema nervioso de las pacientes. "He andado enferma de la gripe y dolores de cabeza, pero no sé si sea causa de lo mismo. Son los nervios con todo lo que sabemos está pasando", cuenta Karla Monserrat, una madre menudita de 20 años.

Sus papás la instaron a que acudiera a hacerse las pruebas, más cuando se enteraron que una conocida del municipio de Santiago Papasquiaro murió a causa de la meningitis.

Por este módulo de información, entre cristianos que se reúnen a orar por los enfermos y familias que regalan tamales y ponche, desfilan todos los días desde 13 hasta 50 casos, mujeres principalmente, que estuvieron en riesgo, dice David Payán Guerrero, el funcionario nombrado por el gobernador del Estado, Esteban Villegas, como el coordinador para la atención de las familias y seguimiento de pacientes con meningitis.

Payán Guerrero comenta que han acudido pacientes de otros hospitales diferentes a los cuatro clausurados, así como pacientes que no se sujetaron a ninguna anestesia de bloqueo, sino anestesia general, síntoma, admite, de la psicosis social.

"Desde luego que es síntoma (de la psicosis). En algunas sí hay razonamiento para estar con temor, en el área de psicología tratamos de tranquilizar a las personas. Es importante dimensionar. Hay que tener calma para que aborden bien al paciente, y se les dé la canalización que requieren", comenta David Payán.

Con ese miedo también acudieron Mónica (nombre cambiado a petición) y su madre a realizarse las pruebas para descartar la enfermedad.

A las pacientes se les aplica una prueba de PCR para detectar el ácido desoxirribonucleico del hongo, los genes del hongo en el líquido cefalorraquídeo, explicaron autoridades de salud.

Mónica tuvo a su bebé el 10 de agosto. También en el hospital Dikcava. Relata que una semana después sí tuvo dolor muy fuerte de cabeza, pero solamente ese día. "Me siento bien, pero por mi mamá lo voy a hacer", comenta la madre veinteañera. "Es que hay mucha incertidumbre, hay tantas teorías, que después de 6 meses, que después de 8 meses, que de repente. Mejor venimos a descartar, a quitarnos el miedo", comenta la madre.

Las dos reconocen que existe miedo, pero también fe, que todo va a salir bien.

A Karla Monserrat y Mónica, más que miedo, les preocupan sus bebés. Dejarlos en la orfandad. Dejarlos solos, coinciden.

Y cómo no, si suman 49 hijos, 45 de ellos menores de edad, que se quedaron sin madre a causa de la meningitis, precisa David Payán.

"Estamos trabajando en otorgarles el apoyo a las familias, en el tema de servicios funerarios, actas de nacimiento, trabajar con otras instancias federales para generar un esquema que garantice su educación", amplía el funcionario.

Agrega que cada familia tiene diferentes necesidades, desde el tema de la tutela, hasta cuestiones de educación o vivienda. Aparte de ellos, están los casos de las madres que han sido dadas de alta, y a las que tienen que darle seguimiento y no tengan ningún problema.