Portaaviones de EEUU enviado a Israel es el mayor buque de guerra del mundo. ¿Qué puede hacer?

El mayor portaaviones del mundo, el USS Gerald R. Ford, fue enviado hacia Israel tras una agresión a gran escala de Hamás.
El mayor portaaviones del mundo, el USS Gerald R. Ford, fue enviado hacia Israel tras una agresión a gran escala de Hamás.

En respuesta al ataque sorpresa de Hamás contra Israel, Estados Unidos desplegó un portaaviones en la región como forma de disuasión.

“Ordené el traslado del USS Gerald R. Ford Carrier Strike Group al Mediterráneo oriental”, declaró el 8 de octubre el secretario de Defensa, Lloyd Austin.

El anuncio se produjo tras “detalladas conversaciones con el presidente Biden”, dijo Austin, y añadió que “Estados Unidos mantiene fuerzas preparadas en todo el mundo para reforzar aún más esta postura de disuasión en caso necesario”.

El USS Gerald R. Ford es el mayor buque de guerra del mundo y, según la Marina estadounidense, está en una liga propia en lo que respecta a capacidades ofensivas.

‘Plataforma de combate innovadora’

El Gerald R. Ford, que lleva el nombre del 38º presidente –que hizo carrera en la Marina–, es una “innovadora plataforma de combate bélico capaz y letal”, declaró el oficial al mando del buque en 2019.

Encargado en 2017, el buque es el primer portaaviones nuevo diseñado por Estados Unidos en cuatro décadas, según la Marina.

Con 1,100 pies de proa a popa, la fortaleza flotante es más larga que tres campos de football juntos. Dos reactores nucleares “primeros en su clase” propulsan al Ford, permitiéndole avanzar a 34.5 millas por hora.

El buque lleva una serie de armas diseñadas para defenderse de los ataques, al tiempo que lanza aviones fuertemente armados a cientos de millas en cualquier dirección.

Entre las armas que lleva a bordo están el misil Evolved Sea Sparrow, un arma de mediano alcance.

“El misil proporciona una capacidad fiable de autodefensa del buque contra misiles crucero antibuque (ASCM) ágiles, de alta velocidad y baja altitud, amenazas aéreas de baja velocidad (LVAT), como helicópteros, y amenazas de superficie maniobrables y de alta velocidad”, según la Marina.

La velocidad y el alcance de los proyectiles de 12 pies y 622 libras son confidenciales.

El Gerald R. Ford también está equipado con un misil más ligero, el Rolling Airframe, un arma supersónica destinada a la defensa contra misiles crucero y otras amenazas.

El buque puede transportar hasta 90 aviones, según Naval Technology, incluidos cazabombarderos F-35, que tienen un alcance de unas 1,000 millas y pueden llevar hasta 18,000 libras de armamento, según Lockheed Martin, el fabricante.

A diferencia de los portaaviones más antiguos, equipados con catapultas de vapor para lanzar los aviones, el Ford cuenta con un nuevo sistema de lanzamiento electromagnético, que permite un mayor control de la aceleración, según Naval Technology.

Mientras está desplegado, el buque está tripulado por 6,000 marinos, lo que hace que su población sea mayor que la de muchas ciudades estadounidenses, según la Estación Naval de Norfolk.

Al ser “el buque de guerra más grande y más malo”, como lo llama la Marina, la sola presencia del Gerald R. Ford, además de la flota de buques de guerra que viajan con él, hace que los posibles combatientes enemigos se lo piensen dos veces antes de actuar.

El ataque de Hamás, la represalia de Israel

El despliegue del buque se produce tras un ataque sin precedentes el 7 de octubre contra Israel por parte de Hamás, organización militante islámica que controla el territorio palestino de Gaza. La ofensiva es la más reciente de una serie de sangrientos conflictos entre Israel y Gaza que han dejado más de 4,000 palestinos muertos y 106 israelíes fallecidos desde 2008, según The Associated Press.

Más de 700 personas murieron durante la invasión aérea, terrestre y marítima del 7 de octubre, entre ellas más de 250 asistentes a un concierto, lo que la convirtió en “una de las peores masacres de civiles del país”, informó el medio. También se tomaron rehenes israelíes.

Hamás citó el aumento de los asentamientos israelíes en territorio reclamado por los palestinos como una de las razones de su ataque, entre otras, según AP.

“La ocupación israelí de territorio palestino es ilegal según el derecho internacional debido a su permanencia y a las políticas de anexión de facto del gobierno israelí”, concluyó un informe de la ONU de 2022.

En respuesta a los ataques, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un comunicado en X, antes conocido como Twitter, prometió “destruir las capacidades de Hamás”.

“Lo que ha ocurrido hoy no tiene precedentes en Israel, y me encargaré de que no vuelva a ocurrir”, Netanyahu, jefe del partido derechista Likud. “Saldremos victoriosos de esta guerra a pesar de pagar un precio terrible”.

“Digo a los habitantes de Gaza: Váyanse ahora porque actuaremos con fuerza en todas partes”, añadió Netanyahu.

Poco después, las fuerzas israelíes comenzaron a bombardear Gaza, dejando más de 400 muertos, según AP.

Gaza, una estrecha franja de tierra de aproximadamente la mitad del tamaño de la Ciudad de Nueva York, está poblada por 2.1 millones de personas. Sus habitantes viven bajo un bloqueo israelí desde 2007, cuando Hamás se hizo con el control del territorio, y no tienen adónde ir, según Naciones Unidas.

El 63% de sus habitantes, muchos de los cuales son refugiados y la mitad niños, sufre inseguridad alimentaria y el 95% no tiene acceso a agua potable, según la ONU.

Gaza ha sido calificada de “prisión al aire libre” por Human Rights Watch y de “infierno en la tierra” por el Secretario General de la ONU.

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