Cero Cero Tres Miller, la historia de un chico con uno de los nombres más raros de México

Foto: Facebook vía Casera Pizza.

Una pizzería de Mérida, Yucatán, realizó un concurso para buscar los nombres más raros de la ciudad. Poco a poco comenzaron a acumularse los nombres extraños, hasta que apareció un joven llamado Cero Cero Tres Miller Santos Chablé.

El joven consiguió miles de likes y pese a que competía con otras personas con nombres como Vercingentorix, Dhaimaru, Jerushalaya, Baninu, Marcio, Nivea, Esmirley, no tuvo competencia y ganó el premio, que ciertamente no era la gran cosa: les venderían una pizza grande de pepperoni por solo $49.

Como ese nombre tan peculiar requería pruebas, Cero Cero Tres Miller compartió la foto de un certificado de la Universidad Tecnológica Metropolitana, donde se ve su nombre:

Y también un reportaje antiguo que transmitieron en la televisión en el 2011 donde entrevistan al director del Registro Civil, Fermín García, en el que menciona que el nombre más raro del que hay registro es el de Cero Cero Tres Miller.

Cuando le preguntaron por el origen de su nombre, el joven explicó que tiene que ver con que sus padres deseaban tener tres hijos y por eso le pusieron así, porque fue el tercero.

Su nombre lo registraron con número 003 Miller Santos Chablé, sin embargo, mencionó que cuando tramitó su INE, el sistema no permitió capturar números y lo tuvieron que poner con letras.

Pero esa no es la historia completa. Santos Chablé contó al diario Yucatán que conoció su verdadero nombre hasta que cumplió 15 años.

El yucateco pasó la mayor parte de su vida en Estados Unidos y ahí su familia lo llamaba Bambino. Dijo que incluso pensó que ese era su nombre real, ya que en la escuela también lo llamaban así.

Todo cambió cuando murió su mamá y tuvo que regresar a México. “Me dijeron que como ya tenía 15 debía hacerme responsable de mis trámites. Entonces cuando veo mi acta de nacimiento me encuentro con este número y le pregunto a mi papá, qué significa. Él me dijo ‘ese es tu nombre’. Obviamente mi reacción fue: ‘¿Qué?’”.

El joven dijo que justo en su adolescencia recibió muchas burlas. “Yo sí sentía que me hacían bullying por mi nombre, pero con el tiempo realmente aprendí que es parte de mi identidad, me ha dado tantas anécdotas y tan buenos amigos, que de verdad, no tengo pena en decir que ese es mi nombre”.

Y ahora puede sumar una nueva historia, ya que gracias a su nombre obtuvo una pizza especial a muy buen precio.

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