¿Por qué la velocidad de descarga siempre es mayor que la de subida?

2016 es el año de la velocidad simétrica en Internet en España. Vodafone, Movistar y Orange ya ofertan la igualdad de cifras de subida y de bajada para todos sus clientes de fibra óptica. Hemos tenido que esperar casi 20 años -más o menos el tiempo que tenemos acceso a la Red desde casa en nuestro país- a que se produjera este hecho. Hasta ahora, siempre ha habido una desigualdad: los archivos se descargaban mucho más rápido de lo que subían. Pero, ¿a qué se debe este curioso hecho?

La asimetría en las descargas no es un problema informático, es un problema de índole económica. Las grandes operadoras entendieron desde el principio de la era Internet que el negocio iba a estar en el contenido que las empresas nos iban a proporcionar, y no al revés. Los proveedores de este tipo de servicios imaginaron en los 90 que los usuarios iban a querer estar en sus casas disfrutando de Internet de la misma forma que disfrutamos de la televisión: simplemente navegando y consumiendo lo que otros nos ofrezcan.

Cuando accedemos a Internet, lo hacemos a través de una conexión que funciona como una tubería: siempre tiene el mismo ancho, y se debe repartir entre lo que se descarga y lo que se sube. Es el operador el que decide cuál es el reparto de ese espacio y por eso puede ofrecer productos personalizados para diferentes empresas: una multinacional que suba mucho contenido tendrá configurada sus líneas para que las subidas tengan mucho más ancho que las bajadas. Y un particular, que en teoría no tendrá que estar compartiendo información con otros, no tendrá necesidad de disponer de muchos megas de subida.

La simetría ha llegado a nuestro país en el momento más bajo de las redes P2P. Servicios como Netflix, Yomvi o Spotify, junto con el cierre o persecución de sitios como Kickass Torrents o Pirate Bay han hecho que cada vez existan menos descargas Torrent, una tecnología que requería para un mejor funcionamiento de buenas velocidades de subida. Es decir, las operadoras han dado el paso de subir a 300 megas la capacidad de subida cuando saben que sus clientes ya no van a hacer daño.