Por qué se dice que el rey Carlos III desciende de Vlad III, el personaje histórico que sirvió de inspiración para Drácula

El monarca británico, que cumple un año en el trono, es bisnieto con 16 generaciones de por medio del temible gobernante rumano del siglo 15 conocido como Vlad El Empalador

Se cumple el primer año de la coronación del rey Carlos III, el monarca británico, bisnieto de Vlad III, el príncipe rumano del siglo 15 que sirvió de inspiración para la creación del legendario personaje de ficción del Conde Drácula. (Foto: AP)
Se cumple el primer año de la coronación del rey Carlos III, el monarca británico, bisnieto de Vlad III (1431-1476), el príncipe rumano que sirvió de inspiración para la creación del legendario personaje de ficción del Conde Drácula. (Foto: AP)

¿Es posible que el rey Carlos III sea, realmente, un descendiente del Conde Drácula?

Al cumplirse el primer año de su coronación del monarca británico este 6 de mayo, vale la pena remontarse casi 600 años hacia atrás, a la región de Transilvania durante el medioevo, en el corazón de los Montes Cárpatos de la actual Rumania.

Antes de continuar, es necesario aclarar que el rey Carlos III no es un vampiro.

Es decir, ni le rehúye a la luz solar o les tiene aversión a las flores de ajo o los crucifijos.

Tampoco está imposibilitado de ver su imagen relejada en el espejo, ni duerme en un ataúd relleno de tierra de su suelo natal, ni entra solamente en lugares donde es expresamente invitado, ni tiene colmillos más largos y afilados de lo normal.

En realidad, el rey Carlos III es un ser muy humano, descendiente de Vlad III, el personaje histórico comúnmente conocido como Vlad Tepes, Vlad el Empalador o Vlad Drácula, y la figura que sirvió de inspiración para la creación del personaje de ficción del Conde Drácula.

El vaivoda o príncipe Vlad III, también conocido como Drácula (

Vlad Tepes fue un vaivoda (príncipe o soberano militar en algunas regiones de Europa Oriental) que gobernó Valaquia, una región de la actual Rumanía, a mediados del siglo 15. Se caracterizó, entre otras cosas, por sus crueles métodos para castigar a sus enemigos, lo que le valió notoriedad en la Europa de la época.

Nacido en 1431 en la región rumana de Transilvania, Vlad III pertenecía a la Casa de Drăculești, una dinastía iniciada por su padre, Vlad II Dracul, vinculada a la Orden del Dragón.

A Vlad III se le conocía como “Drácula”, que significa “hijo del Dragón”, un sobrenombre derivado del latín “draco” (“dragón”) que le fue adjudicado luego de que a su padre le admitieran en la Orden del Dragón.

Se trataba, la Orden del Dragón, de una orden militar caballeresca creada por Segismundo, rey de Hungría y Croacia –y posteriormente, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico– para defender los territorios cristianos de Europa Oriental de la expansión del Imperio Otomano.

Vlad III ascendió al trono a la muerte de su padre en 1448 y en él permaneció hasta su muerte en 1476. Su reinado es conocido por sus esfuerzos para defender Valaquia de los otomanos y, lo que quizás le ha dado más fama, por su crueldad y los despiadados métodos que usaba para castigar a sus enemigos, en particular el uso del empalamiento.

De ahí el apodo de Vlad el Empalador (en rumano, Vlad Tepes).

El empalamiento es un espantoso método de ejecución que consiste en atravesar a una víctima con una vara o estaca aguzada en sentido longitudinal. Es un castigo terrible, una tortura inimaginable, tanto así que, en casos, la víctima puede demorar hasta tres días en morir.

Un grabado en madera de la portada de un panfleto de 1499 publicado en Núremberg representa la crueldad de Vlad III y su método de ejecución, el empalamiento. De ahí que al gobernante se le conozca como Vlad Tepes o Vlad El Empalador (Imagen: Wikimedia Commons)
Un grabado en madera de la portada de un panfleto de 1499 publicado en Núremberg representa la crueldad de Vlad III y su método de ejecución, el empalamiento. De ahí que al gobernante se le conozca como Vlad Tepes o Vlad El Empalador (Imagen: Wikimedia Commons)

Vlad Tepes infligió esta técnica tanto a enemigos externos como internos. Está documentado que en 1462, tras librar una batalla cruenta, dejó un campo lleno de miles de víctimas empaladas para disuadir a las fuerzas otomanas que le perseguían. Se calcula que en las casi tres décadas de su reinado, empaló a unas 100 mil almas musulmanas y, también, cristianas.

Visto de ese modo, no hay dudas que Vlad Tepes fue un ser mucho más mortífero y sanguinario que el mismísimo Drácula y que cualquier otro vampiro jamás representado en el cine, el teatro o la televisión.

Vlad Tepes murió en combate en 1476. Hay que decir que, todavía hoy, es considerado el gobernante más importante en la historia de Valaquia y un héroe popular de Rumania por sus esfuerzos contra la invasión otomana.

Publicada en 1897, Drácula es una novela clásica de terror gótico que cuenta la historia del conde Drácula, un aristócrata centenario de Transilvania que posee la capacidad de cambiar de forma, controlar animales, manipular las mentes de sus víctimas y está sediento de sangre humana.

En la novela –escrita principalmente en formato epistolar, con entradas de diarios, cartas, recortes de periódicos y otros documentos–, Drácula se traslada a Inglaterra en busca de nueva sangre y siembra el terror entre la población de Londres utilizando sus poderes sobrenaturales para manipular y acechar a sus víctimas.

Aunque no hay un consenso alrededor de esto, muchos estudiosos creen que el autor de Drácula, el escritor irlandés Bram Stoker se basó en la figura de Vlad Tepes para crear su legendario personaje, el conde Drácula.

El escritor irlandés Bram Stoker (1847-1912) publicó la clásica e inmortal novela Drácula en 1897, creando así al legendario Conde Drácula,  el icónico vampiro que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular al ser adaptado y reimaginado en incontables ocasiones en el cine, la televisión, la literatura, el teatro, los videojuegos y, en general, en la cultura popular. (Foto: Wikimedia Commons)
El desaparecido actor británico Christopher Lee representó a Drácula en 10 películas, entre 1958 y 1976. Otros actores que han dado vida al Príncipe de la Oscuridad son Max Schreck, Bela Lugosi, Frank Langella, Gary Oldman y Klaus Kinski, entre muchos. (Foto: Wikimedia Commons)
El desaparecido actor británico Christopher Lee representó a Drácula en 10 películas, entre 1958 y 1976. Otros actores que han dado vida al Príncipe de la Oscuridad son Max Schreck, Bela Lugosi, Frank Langella, Gary Oldman y Klaus Kinski, entre muchos. (Foto: Wikimedia Commons)
El Castillo de Bran es una fortaleza medieval conocida fuera de Transilvania como el

Stoker tomó prestado el sobrenombre del vaivoda para nombrar a su vampiro de la ficción. Según el libro Bram Stoker's Notes for Draculade Robert Eighteen-Bisang, considerado como el propietario de la mayor colección privada de libros de vampiros, Stoker dio con el nombre Drácula en un antiguo libro de historia y descubrió que también podría significar “diablo” en Valaquia.

En efecto, no hay que olvidar que Stoker ambientó parte de su novela en Transilvania, Rumanía, a unos 200 kilómetros de Valaquia, la región gobernada por Vlad Tepes cuatro siglos antes, estableciendo así una conexión geográfica, acaso histórica,que ha dado mucho de qué hablar entre los expertos.

Y dadas las tácticas brutales empleadas por Vlad Tepes en su vida, puede que Stoker se haya inspirado en estos relatos históricos representar a su conde Drácula como un vampiro temible y sediento de sangre.

Ahora bien, ¿qué tienen que ver Drácula, quiero decir Vlad Tepes, y el rey Carlos III?

Pues sí, el hijo de la reina Isabel II, exesposo de la difunta princesa Diana de Gales, esposo de la reina consorte Camilla y padre de los príncipes William y Harry, tiene una sorprendente conexión familiar con Vlad el Empalador.

La genealogía oficial del rey Carlos III ha confirmado que es bisnieto de Vlad Tepes con 16 generaciones de por medio, una conexión que viene a través de la reina María de Teck (1867-1953), consorte del rey Jorge V, el abuelo de la reina Isabel II, ergo, bisabuelo del rey Carlos III.

Según la Romania Tour Store, un sitio web dedicado a promover y vender paquetes turísticos a Rumanía, el rey descubrió su consanguineidad con Vlad Tepes en 1998 durante su primera visita a la región de Transilvania, “una conexión de la que se siente muy orgulloso”.

El rey Jorge V y la reina María de Teck con sus trajes de Estado tras la ceremonia de coronación en 1911. La conexión del rey Carlos III –bisnieto del rey Jorge V– con Vlad Tepes viene a través de la reina María de Teck. (Foto: Getty Images)
El rey Jorge V y la reina María de Teck con sus trajes de Estado tras la ceremonia de coronación en 1911. La conexión del rey Carlos III –bisnieto del rey Jorge V– con Vlad Tepes viene a través de la reina María de Teck. (Foto: Getty Images)

Dicha conexión ha llevado al monarca de 75 años a comprar propiedades, entre ellas una casa de campo del siglo 18 en el pueblo de Viscri que mandó a restaurar, y también a realizar obras benéficas en la región.

A su vez, en 2017, el alcalde de la ciudad transilvana de Alba Iulia le ofreció al entonces príncipe de Gales el título honorífico de Príncipe de Transilvania por su amor y compromiso con la región de su antepasado, tanto el de la vida real como el de la ficción, o sea, Vlad El Empalador y el conde Drácula.

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