Por qué el ISIS ha atentado en Reino Unido, Francia o España y no en Italia

Han actuado en varias ocasiones en Alemania, Reino Unido, Francia y España en los últimos meses, pero hasta ahora Italia se ha librado de los ataques terroristas del Daesh que han aterrorizado Occidente. Aún así, sigue siendo un objetivo principal de los yihadistas y los mensajes han sido constantes. No es la primera vez que el grupo amenaza con “llegar a Roma” o rompe una foto del Papa en un claro mensaje de advertencia, pero sus intentos, hasta el momento han sido infructuosos.

No cabe duda que atentar contra el corazón del cristianismo en Occidente daría visibilidad a unos terroristas que en los últimos meses han perdido enormes cantidades de territorio en Siria e Irak y están viendo cómo su autoproclamado califato se derrumba.

Los carabinieri vigilan en Italia (Pinterest).
Los carabinieri vigilan en Italia (Pinterest).

Que el Daesh no haya atentado en Italia también desmonta el argumento xenófobo de que a mayor número de inmigrantes, más ataques, ya que precisamente el país transalpino ha recibido en el último medio año el 82% de las llegadas no autorizadas a Europa. Entonces, ¿cuáles son las causas? De acuerdo con The Economist, hay tres principales.

– Las medidas eficaces puestas en marcha por el Gobierno

La existencia de la mafia en el sur de Italia ha dotado a los cuerpos policiales de unas herramientas y unas estrategias que ahora son muy útiles en la batalla contra el terrorismo. La lucha contra el crimen organizado ha provocado que los jueces sean más tolerantes que en otros países en autorizar la vigilancia electrónica de las conversaciones de los sospechosos o emitir órdenes de escucha. Además, hay muchos menos sospechosos que en Francia o Alemania debido a que un gran número de personas que se pensaba que podían tener vínculos con el yihadismo han sido deportadas. Los datos lo corroboran; Italia, Francia y Reino Unido tienen poblaciones similares, pero mientras que de los primeros solo hay 87 personas que se han ido a combatir por el Daesh, en los segundos (2.500) y los terceros (760) las cifras se multiplican.

– No hay apenas inmigrantes de segunda generación

Uno de los factores comunes que han tenido la mayoría de ataques en Occidente es que se han producido por inmigrantes de segunda generación, es decir personas jóvenes que nacieron en el mismo lugar en el que atentan y que son hijos de inmigrantes que llegaron a esos destinos en busca de progreso. Aprovechando su juventud, son víctimas fáciles que se terminan radicalizando. En Italia esto no ocurre, ya que son inmigrantes recién llegados, por lo que el riesgo de atentado se reduce. Una vez más, los datos son muy útiles, ya que muestran que solo el 0,3% de italianos son inmigrantes de segunda generación frente al 3% en Reino Unido o el 3,9% en Italia.

Inmigrantes rescatados en el mar, en la costa italiana (Reuters).
Inmigrantes rescatados en el mar, en la costa italiana (Reuters).

– El efecto Al Qaeda

Finalmente, Michele Groppi, de la Academia de Defensa del Reino Unido, señala un tercer factor. Durante el tiempo en el que Al Qaeda fue la fuerza yihadista dominante, utilizó Italia como su base logística europea. Así, para no levantar sospechas y por puro pragmatismo, el grupo no cometió atentados en Italia. Además, el hecho de que el país italiano suela mantener un perfil bajo en las intervenciones militares en otros países también ayuda a que siempre haya otros objetivos más prioritarios.

– Y el peligro que corre

Pese a que de momento Italia no ha sufrido atentados, hay un factor muy peligroso que está muy presente en la cabeza de todos los italianos: la situación de Libia. El país norteafricano, que fue colonia de Italia hasta el final de la II Guerra Mundial, vive un periodo convulso en el que varios grupos se disputan el poder. De hecho muchos analistas le consideran hoy en día un estado fallido.

Si Libia se convirtiera en el lugar principal de insurgencia yihadista –escenario no descartable teniendo en cuenta la crisis del Daesh en Siria e Irak-, Italia y el Vaticano podrían ser objetivos prioritarios. Quizás por eso, las autoridades italianas llevan meses estrechando lazos con una de las facciones, la liderada por Mohamad Fayed al Serraj, presidente del Consejo Presidencial y asentado en la capital Trípoli.