Por qué esta imagen al parecer inocente provocó una avalancha de críticas en internet

La moda del selfie parece haber llegado para quedarse, pero lo que en realidad resulta preocupante es que algunas personas no entiendan sus límites.

image

Foto de Twitter.

Es lo que ha ocurrido en la India. Somya Gurjar, integrante del Consejo Nacional de la Mujer, y miembro de la Comisión para la Mujer en Rajasthan, y Suman Sharma, presidenta de esa entidad, se reunieron en una estación policial con una mujer que había sido violada.

La víctima les contó que había sido violada por su marido y otros dos parientes que también supuestamente le tatuaron insultos en su frente y una mano al no ser capaz de proveer una dote de 51.000 rupias, alrededor de $ 755 dólares.

En las imágenes, Gurjar se ve sosteniendo una tableta digital, mientras la presidenta de la Comisión sostiene la mano de la víctima, como si tratara de mostrar su brazo tatuado en la imagen.

Gurjar dijo que la mujer tenía curiosidad por la tableta y que el selfie fue un intento de “relajarse y normalizar” las cosas con ella. “Ella me dijo, toma mi foto también. Yo sólo le tomé la fotografía para que se sintiera cómoda y porque ella lo pidió. Yo estaba tratando de ser humana con ella”, dijo, de acuerdo con la BBC.

Pero justificaciones aparte, las imágenes, publicadas en la red de mensajería Whatsapp, provocaron una ola de indignación en las redes sociales, especialmente porque es ilegal en la India publicar información que conduzca a la identificación de las víctimas de violación.

En las redes sociales comenzó a circular el hashtag #SelfieWithRapeSurvivor (Selfie son sobreviviente de violación) usado por algunos para expresar su disgusto con lo que consideran una actitud insensible.

La India a menudo es conocida como “la capital de las violaciones en el mundo” y las cifras oficiales muestran que la incidencia de la violencia sexual se ha incrementado en el país, a pesar de las protestas y nuevas leyes contra las violaciones.

Algunos incluso culparon Narendra Modi, a menudo conocido como el primer ministro de los medios de comunicación social de la India, por promocionar lo que consideran una obsesión enfermiza nacional con los selfies.

Cuando aumentaron las críticas, Gurjar renunció al Consejo Nacional de la Mujer, pero siguió defendiendo sus acciones, diciendo: “Fue sólo un intento de hacer que la víctima se sintiera a gusto ”.