Por qué en China muchos empleados duermen en las oficinas
Han Liqun (i), manager de RenRen Credit y el ingeniero técnico, Xiang Siyang, duermen en la oficina tras terminar su jornada de madrugada. (Foto:Reuters)
Después de 15 años dedicado día y noche al sector tecnológico, pero sobre todo después de todo ese tiempo durmiendo por intervalos, encima de su propio buró o donde lo agarrara la ocasión, Dai Xiang fundó hace un año su propia compañía, BaishanCloud.
Para este ingeniero de 40 años, nacido en Beijing, algo era muy importante a la hora de configurar el diseño de su empresa: que en una esquina apartada de la oficina permanecieran 12 literas, listas para acoger a cualquiera de sus empleados.
Este emprendedor sabe lo que es echarse arriba turnos de 72 horas en una empresa de maquinarias y dejarse caer nada menos que en el suelo cuando hay un momento libre.
“Puesto que el trabajo en el sector tecnológico es más bien una actividad cerebral –apunta Dai Xiang, a la agencia Reuters-, los empleados necesitan tiempo para encontrar inspiración. Nuestra zona de descanso no es solo para dormir en la noche; al mediodía también es posible.”
Durante años la imagen de los trabajadores de una oficina echando una siesta encima del buró o incluso a los pies de este ha sido una imagen habitual en el gigante asiático; sobre todo en los sectores de la economía que más se prestan para la inflación de plantillas y el excedente de mano de obra, con su consabida ineficiencia.
Pero el sector de la tecnología funciona de otra manera. Aquí el negocio avanza a un paso tan acelerado y se hace tan fácil encontrar un reemplazante, que los empleados no pueden dormirse en las nubes cuando se enfrentan al cumplimiento de una tarea laboral.
“El ritmo de crecimiento de las empresas por internet en China es extremadamente rápido”, dice abunda Cui Meng, director general y cofundador de la compañía tecnológica Goopal. “He visitado los Estados Unidos y allí el ambiente competitivo no es tan intenso como en China.”
Esta peculiaridad provoca que los programadores trabajen horas extras casi todos los días de la semana, por lo que se les permite descansar después de la hora del almuerzo o después de las 9 de la noche, ya sea recostados encima de su propia mesa de trabajo, en un sofá, un canapé plegable o hasta sobre una estera.
Pero también se está dando el caso de otras opciones más “extremas”, como que los empleados del sector de la alta tecnología en China residan en la oficina durante los cinco días laborables, como si se tratara de un internado en la periferia para adolescentes descarriados.
Tal es el caso de Liu Zhanyu, que trabaja en DouMiYouPin, una plataforma de reclutamiento y recursos humanos, y duerme durante la semana laboral en una de las literas que han sido colocadas en una sala de conferencias, pues este es su mejor manera de evitar desplazamientos diarios de más de una hora de su casa, en las afueras de la capital, y la oficina.
El jefe de “grandes clientes” de esta compañía se retira a descansar entre las 12 de la noche y las 3 de la madrugada.
“Tenemos que levantarnos a las 8:30 am porque el resto de los compañeros de trabajo llegan a las 9:30, y debemos lavarnos en el mismo baño que utiliza todo el mundo”, apunta Liu.
Sin embargo, a pesar de la enorme rentabilidad de esta fórmula para los trabajadores, esta no deja de arrastrar una consecuencia social.
“Mi hijo me echa de menos –reconoce Liu sobre su vástago de 3 años-, llego a casa y él se abalanza sobre mí como un lobo pequeño”. Verlo solamente durante los fines de semana lo hace sentirse “un poco culpable”.
Por su parte, el programador Xiang Shiyang, de 28 años, trabaja hasta las 3 o las 4 a.m., al menos dos veces a la semana en Renren Credit Management, donde se emplean grandes volúmenes de datos para ayudar a las empresas a gestionar el riesgo financiero.
Esto, como era de esperar, le deja muy poco espacio para socializar fuera del trabajo.
“No tengo muchas oportunidades ni mucho tiempo para encontrar una novia”, admite.
Para trabajadores como Xiang su empresa también facilita camas para que descanse durante la noche.
“He invertido todo mi vida en esta empresa", concluye.