Yahoo Noticias Policías y Fiscalía de CDMX cometieron tortura y violaron derechos de Karla y Magda, detenidas en la Okupa CNDH
Karla Tello y Magda Soberanes, detenidas durante el desalojo de las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en abril de 2022, fueron víctimas de tortura por parte de mujeres policías y se vulneró su derecho al debido proceso, con la filtración de sus nombres y fotografías en medios de comunicación y redes sociales, donde se les acusó de narcomenudeo, un delito que no cometieron.
Las violaciones a los derechos humanos cometidas contra Karla y Magda fueron documentadas por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), organismo que emitió la recomendación 06/2024 por el caso, en la que pide a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), así como a la Fiscalía capitalinas que investiguen a los funcionarios públicos responsables por estos hechos y reparen el daño contra las víctimas.
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El operativo de desalojo de la ‘Okupa’ CNDH
En septiembre de 2020, las oficinas de la CNDH ubicadas en la calle República de Cuba, en el Centro Histórico de la capital, fueron tomadas por un grupo de mujeres, entre ellas colectivas feministas, en exigencia de atención de casos de violaciones a derechos humanos denunciados ante esta institución.
Las colectivas que mantuvieron la toma del edificio habilitaron un refugio para mujeres víctimas de violencia, hasta el 15 de abril de 2022, cuando se implementó un operativo policiaco para desalojar las instalaciones.
Magda Soberanes, una de las víctimas del operativo, contó que llegó a la ‘Okupa’ luego de que su pareja la amenazara con un cuchillo, y estuvo quedándose en este espacio hasta el día del operativo.
“Las policías comenzaron a golpear la puerta con un artefacto de metal hasta que lograron abrirla. Nosotras decidimos resguardarnos en los balcones, pero una metió su mano y me agarró del cabello, me tomó de la playera, me metió al edificio, me tiró al piso y en ese momento otras empezaron a patearme e insultarme”, señaló.
Junto con otras dos mujeres que también se encontraban en el edificio de la CNDH, Magda fue expulsada del inmueble a la calle. Ahí permanecieron las tres, a la espera de ser informadas de lo que iba a ocurrirles, pero en lugar de eso fueron fotografiadas por las policías y subidas a una patrulla que las condujo hasta una agencia del Ministerio Público de la alcaldía Benito Juárez, donde les informaron que estaban detenidas por el delito de narcomenudeo.
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“Nos pasaron al área de galeras, donde está toda la Policía de Investigación, y ahí nos tuvieron esperando, entre insultos hacia nosotras, nos decían feministas, feminazis, revoltosas, anarquistas y radicales, todo en tono despectivo; después me pasaron a un cuarto donde me pidieron desnudarme completamente y me hicieron tocamientos, tuve que hacer una sentadilla y pasar una revisión para ver que no trajera nada, me tomaron fotos de cuerpo completo”, detalló Karla Tello, otra de las detenidas.
Después de 10 meses presas, Karla y Magda fueron liberadas en febrero pasado, sin que se comprobara su participación en el delito de narcomenudeo. Sin embargo, en algunos medios de comunicación y redes sociales ya habían sido presentadas como culpables, lo que, afirmaron, “nos robó la vida”.
Las violaciones a derechos humanos contra Karla y Magda
María Luisa García, cuarta visitadora de la CDHCM, explicó que, de acuerdo con la investigación realizada por el organismo, Karla y Magda “fueron víctimas de las siguientes violaciones a sus derechos humanos: al derecho a la libertad y seguridad personales -por la detención ilegal y arbitraria, ya que en ningún momento se les encontraron drogas-, el derecho a la integridad personal -por ser sometidas a tortura durante tareas de seguridad y procuración de justicia- y al derecho al debido proceso -por omisión de proteger sus datos personales e imagen, sin respetar su presunción de inocencia-“.
Nashieli Ramírez, titular de la CDHCM, subrayó que las detenciones arbitrarias son incompatibles con el respeto de los derechos humanos, aunque de acuerdo con el grupo de trabajo sobre detención arbitraria de la ONU, en México “dichas prácticas son toleradas bajo figuras de flagrancia, más aún frente a delitos como el narcomenudeo, y bajo la justificación de garantizar la seguridad ciudadana se llevan a cabo prácticas contrarias a derechos humanos”.
La ombudsperson capitalina lamentó que, pese a que se han emitido más de medio cetenar de recomendaciones por tortura desde 2018, “continúa como una práctica enraizada en algunas personas servidoras públicas del ámito de la seguridad”.
Como parte de la recomendación 06/2024, la CDHCM pidió a la Secretaría de Seguridad y a la Fiscalía de la Ciudad de México que se disculpen públicamente con las agraviadas y den seguimiento del caso ante la Comisión Especial de Atención a Víctimas, para que Karla y Magda sean inscritas como beneficiarias de sus servicios.
Ambas dependencias deberán investigar el caso a través de su Órgano Interno de Control, y en el caso de la Fiscalía, deberá investigar los actos de tortura sexual documentados por la Comisión de Derechos Humanos.
“No pararemos hasta obtener reparación y garantía de no repetición”
Al concluir el evento en el que fue presentada la recomendación, Karla Tello exigió que la investigación y sanción debe llegar “a todos los partícipes en los actos de tortura física, psicológica y sexual cometida por policías, ministerios públicos, funcionarios y jueces”.
“Señalamos a Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno, y a Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad, quienes dieron la orden directa de nuestra detención, de la tortura, de todas las violaciones, a un proceso plagado de irregularidades, a ellos los señalamos por violentar y criminalizar la protesta feminista de quienes luchamos por una vida digna y libre de violencia machista, patriarcal, misógina e institucional”.
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“Señalamos a quien filtró nuestras fotografías con un discurso de odio, racismo y clasismo en un acto de linchamiento mediático, generando odio hacia nuestra ideología política señalamos a policías que nos torturaron dentro de la CNDH, extendiendo la tortura a galeras de la Fiscalía y llegando al reclusorio de Santa Marta Acatitla; señalamos a autoridades del penal por los tratos crueles e inhumanos durante meses”, agregó Karla.
Tello afirmó que su lucha se mantendrá “hasta que no existan las prisiones, hasta que caigan todos los muros de todas las prisiones, hasta que la justicia sea hecha para las y los de abajo, hasta que ningún compañero o compañera sea torturado o encarcelado o asesinado por su lucha social, hasta que seamos realmente libres”.
Afuera del auditorio en el que se presentó la recomendación, en el patio de la CDHCM, activistas pintaron un mural en apoyo de Karla y Magda en el que plasmaron que este es “el primer paso en el largo camino a la justicia”.
“No pararemos hasta obtener reparación y garantía de no repetición. La tortura que nos causaron la pagarán, las mujeres que encarcelaron libres están y no callarán”, se leyó en el mensaje escrito en el suelo con tizas de colores.
