El policía más polémico de Miami vuelve al trabajo. ¿Saldrá a patrullar a la calle?

El policía más polémico de Miami recuperó su placa, pero no volverá a la calle y ya tiene fecha de jubilación.

Unos siete meses después que el jefe de Policía de Miami, Manny Morales, despidió al capitán Javier Ortiz, el ex jefe sindical y agitador durante mucho tiempo, conocido por sus mensajes racistas en las redes sociales y su participación en situaciones de uso excesivo de la fuerza, fue contratado: de nuevo Ortiz volverá temporalmente al trabajo tras llegar a un acuerdo con los mandos policiales, según un acuerdo obtenido por el Miami Herald.

“La Police Benevolent Association (PBA) del Sur de Florida, en nombre del capitán Javier Ortiz y la ciudad de Miami llegaron a una solución de todos los asuntos pendientes en relación con el empleo del capitán Ortiz”, dijo Steadman Stahl, presidente de la PBA del Sur de Florida. “Ambas partes creen que conviene a los ciudadanos de Miami y al capitán Ortiz”.

El acuerdo de conciliación le concede a Ortiz varios meses de sueldo atrasado, pero lo confina a un trabajo administrativo directamente bajo la supervisión de Morales, no portará un arma ni tendrá un auto patrullero para llevarse a casa. y queda sometido a estrechas restricciones sobre cuándo puede usar su poder policial.

“Solo hará uso de sus facultades policiales en caso de que alguien use o amenace con usar fuerza letal, así como si cree razonablemente que debe actuar para evitar la muerte inminente o lesiones graves a sí mismo o a otra persona”, expresa el acuerdo.

Otra advertencia: trabajará en la oficina en horario nocturno.

El acuerdo, firmado el martes por Ortiz y el administrador municipal de Miami, Art Noriega, obliga a Ortiz a jubilarse el 7 de noviembre de 2025. Ortiz también acordó mantenerse al margen de los asuntos del sindicato, no volver a trabajar fuera de servicio ni horas extras y regresar a su rango de capitán, pero a cambio aceptó abandonar todos los litigios pendientes contra la ciudad.

El administrador Noriega, declinó hacer declaraciones sobre el acuerdo.

Morales despidió a Ortiz en septiembre alegando un “patrón de comportamiento y su incapacidad para mantener un buen carácter moral”. El abogado de Ortiz dijo que había recibido una reprimenda por rellenar incorrectamente las hojas de control de horas fuera de servicio. Ortiz impugnó el despido.

El acuerdo de esta semana ocurre dos meses antes que el caso de Ortiz fuera a arbitraje. Fuentes familiarizadas con asuntos disciplinarios de la Policía dijeron que no fue una sorpresa que Ortiz fuera contratado de nuevo.

En virtud del acuerdo, la ciudad acordó retirar su anterior amonestación y sustituirla por haber hecho un procedimiento inadecuado.

Ortiz, veterano de 18 años en la Policía y antiguo jefe sindical, generaba titulares con frecuencia. En 2020 dijo en una reunión pública que era afroamericano, citando la “regla de una gota”, un viejo tropo racista que implicaba que cualquiera con algún grado de ascendencia afroamericana era afroamericano. Fue suspendido una semana después.

Las autoridades estatales y federales investigaron a Ortiz dos años por acusaciones de mala conducta. En abril de 2021 la investigación no llevó a cargos penales, pero puso de relieve varias detenciones cuestionables y “un patrón de abuso y prejuicio contra las minorías, en particular los afroamericanos”.

Ortiz, ex comandante del equipo SWAT, hizo numerosas detenciones dudosas que dieron lugar a demandas y acuerdos legales por un total de cientos de miles de dólares, según la investigación realizada por la Policía Estatal de la Florida (FDLE) y el FBI.

En 2015 hizo una publicación en las redes sociales en la que llamaba pandillero a Tamir Rice, el niño de 12 años muerto a tiros por un policía de Cleveland mientras jugaba con una pistola de juguete.

Ortiz, junto con otros agentes, fue acusado de golpear a Francois Alexandre, que celebraba la victoria de los Miami Heat en el campeonato de la NBA en el verano de 2013. A Alexandre sufrió la fractura de la cuenca de un ojo, pero Ortiz esquivó cargos después que un tribunal federal de apelaciones fallara que Ortiz tenía “inmunidad cualificada” cuando sometió a Alexandre.