La policía española recupera un cuadro de Francis Bacon robado en 2015

La policía española anunció este jueves que recuperó un cuadro de Francis Bacon valorado en 5 millones de euros (5,4 millones de dólares) que fue robado junto a otras cuatro obras del pintor británico del domicilio de un particular en Madrid hace nueve años.

La pintura formaba parte de un conjunto de retratos realizados por el artista, que pertenecían al banquero español José Capelo.

Las obras, que estaban en su apartamento de Madrid, habían sido sustraídas en 2015, cuando Capelo se encontraba en Londres.

En aquel momento se presentó como uno de los robos más importantes de arte contemporáneo en España, ya que el valor total de los cinco cuadros se estimaba en 25 millones de euros (unos 27,1 millones de dólares). Los ladrones también se llevaron una caja fuerte y joyas.

La policía española recuperó tres de las cinco obras en 2017. Los agentes informaron entonces de que habían realizado varias detenciones durante sus investigaciones, y precisaron que la operación seguía en curso para encontrar las otras dos.

Las investigaciones permitieron detener el pasado febrero en Madrid a otras dos personas, sospechosas de estar implicadas en lo ocurrido.

"A raíz de estos arrestos, y como consecuencia de diferentes gestiones policiales, una de las dos obras robadas que faltaban por recuperar fue localizada en un inmueble de Madrid", informó la Policía Nacional este jueves en un comunicado.

Desde que arrancó la investigación en 2015, los agentes detuvieron en total a "dieciséis personas presuntamente implicadas en el robo, entre los que se encontrarían tanto los autores intelectuales como materiales del mismo", agregaron, sin dar más detalles sobre sus identidades.

La investigación continúa abierta hasta que se localice la quinta y última obra robada, así como a quien la tiene en su poder, añadió la Policía Nacional.

Nacido en 1909, Francis Bacon se hizo muy conocido, en especial por sus trípticos. Uno de ellos, "Tres estudios de Lucian Freud", se vendió por 142,4 millones de dólares en 2013 en Christie's de Nueva York, convirtiéndose en aquel momento en la obra de arte más cara vendida en el mundo.

El pintor británico, apasionado por los grandes maestros españoles Goya y Velázquez, falleció en la capital española en 1992.

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