La planta que puede salvar al café de la extinción

El café está en peligro. Sí, el café, la bebida que muchos de nosotros necesitamos para despertarnos, está seriamente amenazada. Los cafetales – de todas las variedades de café, que en realidad son especies distintas – están sufriendo gravemente por el aumento de las temperaturas que genera el cambio climático.

Pero un grupo de investigadores ha encontrado una solución. En lugar de utilizar alguna de las variedades que ya conocemos y que están sufriendo especialmente con el cambio climático, como son el café arábiga o robusta, utilizar otra planta. Otra planta de café, conocida como Coffea stenophylla.

El café que consumimos habitualmente está formado por una de estas variedades: o bien es café arábiga, que proviene de la planta Coffea arabica, o bien la conocida como robusta, que proviene de la planta Coffea canephora. Hay otras variedades más minoritarias, pero casi todo el mercado está copado por estas dos, en particular por la variedad arábiga que supone casi el 75%.

Entre las otras variedades que se conocen, está el que proviene de C. stenophylla, al que vamos a llamar variedad estenófila. Esta variedad se conocía desde hace tiempo, y en su momento tuvo su mercado, pero fue cayendo en el olvido y de hecho hasta hace poco se consideraba que la especie estaba prácticamente extinta, con algunos ejemplares en Costa de Marfil.

Pero resulta que quedan más plantas de esta especie de lo que se pensaba. Así que recuperarlo como variedad es una posibilidad. Y aún mejor: según los modelos que han analizado los investigadores, esta planta soporta mayores temperaturas, con lo que se verá menos afectada por el cambio climático. Incluso se podría hibridar esta especie con la arábiga o con la robusta, y así mejorar la adaptación al cambio climático de éstas.

Parecen todo ventajas, pero queda hacerse la pregunta fundamental: ¿sabe igual? Para comprobarlo, se han hecho catas ciegas – es decir, sin que los catadores supiesen cuándo estaban tomando la no-tan-nueva variedad y cuándo otra – y ha sido muy apreciada por los expertos.

Así que la idea que se tiene ahora mismo es tratar de introducir esta variedad en el mercado poco a poco. Primero como un bien especializado. Así, poco a poco, ir abriendo mercado hasta que esta variedad ocupe un lugar importante en el consumo.

Claro, que como suele ocurrir, no todo es bonito y sencillo. Ya comentábamos antes que la variedad estenófila se cultivó en su día para consumo. Pero dejó de cultivarse en parte porque el café arábiga fue ganando mercado, y en parte porque las cosechas no eran muy altas. Y eso es un problema si queremos que supla posibles problemas de suministro.

Y que, en definitiva, encontrar otra variedad con la que sustituir la que estamos perdiendo por el cambio climático no soluciona el problema. Sólo lo retrasa

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