Cómo un planificador financiero nos ayudó a ahorrar dinero

Aunque me gane la vida escribiendo sobre dinero, mi esposa y yo seguimos necesitando ayuda para administrar nuestras finanzas.

Así que hemos consultado a Arthur, un planificador financiero certificado (CFP), para asegurarnos de no gastar en exceso y ayudarnos a ahorrar para cosas como una casa, la universidad y la jubilación.

La mayoría de las personas probablemente piensan que no necesitan o no pueden pagar un planificador financiero. Pero creemos que la ayuda que hemos recibido valió la pena, en especial ahora que la inflación está acabando con las ganancias y los ahorros de todos.

Los planificadores financieros son más asequibles de lo que piensas. Para las personas adineradas, por lo general cobran del 1% al 3% de los activos de la persona. Pero para la mayoría de las personas, cobran tarifas mensuales o incluso por hora sin un patrimonio mínimo.

¿Qué hace un CFP? Básicamente, son asesores capacitados profesionalmente para ayudarte con todos los aspectos de tus finanzas, desde establecer un presupuesto hasta invertir. Deben aprobar un examen para obtener la certificación y están obligados a ser fiduciarios, lo que significa que todos sus consejos deben servir a tus intereses, no al de ellos. Por lo tanto, no ganarán ninguna comisión por los productos financieros que recomienden.

Aunque los CFP dominan una amplia gama de temas financieros, también pueden ponerte en contacto con otros profesionales financieros para manejar asuntos como impuestos y testamentos.

También puedes consultar a un asesor financiero, que puede asesorarte sobre asuntos de dinero, pero por lo general no está certificado por un organismo de gobierno nacional ni se requiere que sea fiduciario. Son más baratos, pero es posible que no tengan el grado de conocimientos y experiencia (por ejemplo, en asesoramiento sobre inversiones) que estás buscando.

Cómo encontramos a nuestro CFP

Mi esposa y yo hablamos por primera vez con Arthur cuando nos comprometimos hace 7 años.

No solo estábamos comenzando una nueva etapa en nuestra vida juntos; también estábamos formando una familia ensamblada con su hijo de 6 años. Queríamos asegurarnos de que estábamos en el camino correcto para asegurar su futuro financiero (y el nuestro).

Encontramos a Arthur a través de la Asociación Nacional de Asesores Financieros Personales, que nos ofreció una lista de los CFP que se encontraban a unas pocas millas de nuestra casa. Otros sitios para buscar incluyen XY Planning Network y Garrett Planning Network.

Investigamos los antecedentes de Arthur a través de BrokerCheck, una base de datos de búsqueda administrada por FINRA, la agencia autorreguladora de los corredores de bolsa.

Arthur tenía un historial limpio. También nos alentó el hecho de que su empresa ofreciera una consulta gratuita de 30 minutos sin compromiso y sin mínimos de cuenta.

Qué hizo Arthur por nosotros

Nuestro primer encuentro con él superó ampliamente nuestras expectativas. En lugar de una sesión de presentación, Arthur analizó nuestra información financiera y nos explicó cómo podíamos convertirnos en propietarios de una vivienda, nuestro principal objetivo. Cuando salimos de su oficina, teníamos un plan de acción, incluido un presupuesto, y no nos costó ni un centavo.

Gracias a la ayuda de Arthur, pudimos comprar una casa en siete años. Y creamos un presupuesto que ayudó a aumentar nuestros ahorros, comprar un seguro de vida y crear un plan de ahorro 529 para la universidad, todo por nuestra cuenta. En realidad, no volvimos a ver a Arthur hasta el año pasado, después de que la pandemia de COVID-19 lo cambió todo.

Contratamos a Arthur en julio del 2021 para manejar mejor nuestras finanzas. Para empezar, le pagamos un anticipo de $1,000 y acordamos $150 al mes por sus servicios.

Lo hemos estado consultando desde entonces. La buena noticia es que cuando sentimos que estamos financieramente bien encaminados, podemos poner en pausa la tarifa mensual y reanudarla en cualquier momento.

Qué hemos aprendido

Sentimos que el dinero fue bien gastado. Esto es lo que hemos aprendido y lo que hemos ganado al consultar a un CFP.

Menos preocupación por el dinero

El dinero (o la falta de él) crea mucha ansiedad. Arthur ha ayudado a aliviar nuestras preocupaciones y sirve como una fuente de consulta cuando mi esposa y yo tenemos opiniones diferentes sobre un asunto financiero.

Ambos crecimos en familias donde el dinero era escaso, y ninguno de nosotros recibió educación a una edad temprana sobre planificación financiera e inversión. Nuestras familias estaban esencialmente en un estado constante de crisis, tratando de llegar a fin de mes, en lugar de estar planificando cuidadosamente el futuro.

Esa experiencia hizo que mi esposa fuera sumamente austera, mientras que yo tiendo a ser más flexible con el dinero. Cada mes, Arthur logra cerrar la brecha entre nuestros diferentes estilos de administración del dinero, una ayuda que consideramos invaluable. Y si surge algo urgente, aparta tiempo para hablar con nosotros al respecto.

Más confianza sobre la jubilación

Hemos conectado toda nuestra información financiera a una herramienta de administración digital que utiliza la empresa de Arthur. Le ayuda a realizar un seguimiento de nuestro patrimonio neto y a ejecutar escenarios económicos que modelan cómo las diferentes condiciones del mercado podrían afectar nuestras metas de jubilación.

Sus escenarios incluso tienen en cuenta la posibilidad de un mercado a la baja sostenido. Muestran que nuestros ahorros 401(k), Roth IRA y las contribuciones que les estoy haciendo van por buen camino para mantener nuestro estilo de vida durante la jubilación. Sin embargo, también vio que yo estaba pagando muchas comisiones por mi cuenta Roth y me recomendó que la transfiriera a un producto sin comisiones, lo cual hice. Una vez transferido, me ayudó a distribuir el dinero adecuadamente.

Un presupuesto actualizado

Nos habíamos relajado un poco con los gastos, así que hicimos un nuevo presupuesto. El esfuerzo valió la pena. Y no fue tan difícil porque ya habíamos hecho gran parte del trabajo inicial (como configurar categorías de gasto) cuando nos reunimos por primera vez con Arthur.

Tener un presupuesto también ha sido invaluable ahora que la inflación está en su punto más alto en 40 años. Por un lado, nos ayudó a identificar dónde nos estamos pasando del presupuesto y a decidir si necesitábamos hacer cambios.

Por ejemplo, estamos cerca de $1,000 por encima del presupuesto en comestibles en lo que va del año y alrededor de $800 por encima del presupuesto en restaurantes. Afortunadamente, nuestro gasto general está por debajo del presupuesto durante el mismo período.

Una conexión con un profesional de impuestos

Desde que nos casamos, los impuestos se han vuelto más complicados para nosotros. Por lo general, hemos manejado nuestros propios impuestos con la ayuda de un software de impuestos. Pero la presentación conjunta ha significado que debemos dinero casi todos los años en lugar de obtener un reembolso o cubrir los gastos, que es lo que preferiría. Así que le preguntamos a Arthur si nos podía ayudar.

Primero, miró cuánto reteníamos de nuestros cheques de pago y sugirió que hiciéramos algunos ajustes. Luego, nos puso en contacto con un servicio de asesoramiento contable. Los contadores recopilaron nuestra información financiera y la revisaron detalladamente. Este año obtuvimos un reembolso.

Verificación de la realidad respecto de los ahorros para la universidad

Un área que nos preocupa es ahorrar dinero para enviar a nuestro hijo, que ahora tiene 12 años, a la universidad. Recientemente comenzamos un plan 529 para él, que parece un poco tarde. Según las proyecciones de Arthur, con el aumento del costo de la universidad, solo tendremos suficiente para pagar un semestre de universidad en una universidad privada de primer nivel cuando se gradúe de la escuela preparatoria dentro de 5 años. Pero al menos lo sabemos y podemos comenzar a investigar alternativas, becas y préstamos para ayudar a financiar su educación.

Una búsqueda de un seguro de vida más barato

Cuando nos casamos, mi esposa y yo decidimos asegurarnos de que teníamos un seguro de vida. Cuando Arthur revisó nuestras pólizas, descubrió que mi esposa estaba pagando demasiado en primas por una cobertura muy baja. La puso en contacto con un experto en seguros que la está ayudando a encontrar una póliza mejor.

Hasta ahora todo va bien. Nuestra experiencia con Arthur ha sido positiva. Nos ha motivado a llevar un mejor control de nuestros gastos y nuestras metas. Y una vez que recuperemos nuestro equilibrio, podremos poner en pausa sus servicios.

Probablemente podríamos haber hecho gran parte del trabajo financiero nosotros mismos. Pero con la rapidez que se nos presenta la vida hoy en día, no creemos que hubiéramos podido manejar nuestras finanzas de manera tan eficaz sin la ayuda de Arthur.