Plan Nuclear Argentino. “No satanizar”: las definiciones de un experto sobre el camino del país en materia energética

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi - Créditos: @Eugene Hoshiko

Desde diciembre pasado, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, apareció junto al presidente Javier Milei y al jefe del Consejo de Asesores, Demian Reidel, para anunciar el lanzamiento de un nuevo Plan Nuclear Argentino. Este proyecto plantea posicionar a la energía nuclear como un sector estratégico en el país. Grossi ya ha advertido que hay un resurgimiento del desarrollo de esta fuente energética acompañado de un recambio tecnológico.

A pesar de las críticas que la energía nuclear ha recibido y los esfuerzos de desmantelamiento que se han impulsado a través de la historia, el contexto de necesidad de seguridad y de transición energética han puesto a esta fuente como una posible dentro de las matrices de algunos países. Y el caso argentino no es la excepción. Pero en la mesa de discusión hay mucho más que solo esta fuente energética. De hecho, la agenda climática es central dentro de los espacios multilaterales hoy y tanto la descarbonización como el impulso de energías renovables no convencionales (eólica y la solar) tienen cada vez más protagonismo.

El actual secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha sido uno de los principales impulsores de esta agenda en los espacios multilaterales. Bajo su gestión, se lograron ambiciosas alianzas climáticas que caminan en la dirección Net Zero o cero emisiones netas. Tal es el caso del Acuerdo de París, el Pacto de Glasgow y otros objetivos planteados dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc). Muchos de ellos hoy son cuestionados por distintos dirigentes políticos por los esquemas de regulación de sectores como el de los combustibles fósiles o la agricultura, la falta de financiamiento internacional para la transición energética para los países al sur global o la falta de resultados contundentes y acelerados frente a las metas planteadas en esos espacios.

El próximo año, Guterres dejará su puesto, y algunos creen que este diplomático argentino buscará sucederlo. En diálogo con LA NACIÓN, Grossi plantea una postura conciliadora y menos confrontativa con sectores como el hidrocarburífero. También ve en la transición energética un papel del desarrollo nuclear. También habló sobre su visión del futuro argentino en materia energética y sobre el rol de Naciones Unidas en un contexto geopolítico cambiante.

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En distintos momentos ha hablado de la energía nuclear dentro del proceso de la transición energética ¿Qué papel piensa que tendrá?

–Bueno, tiene un papel muy importante. Vos podés recordar que en la conferencia de los estados parte del cambio climático, la cumbre del clima (COP 28) en Dubái, hubo un consenso internacional en el sentido de que la energía nuclear, junto con las energías renovables, tiene que ser acelerada. Es decir, ya no es más un grupito de países pronucleares, sino que ha habido un consenso internacional. Y este consenso no viene dado por ningún lobby, sino porque se ve claramente que si nosotros tenemos objetivos de descarbonización, a los cuales queremos llegar en 2050 o 2060, sin el aporte de la energía nuclear, es absolutamente imposible.

Usted ya habló públicamente de la particularidad de las energías renovables no convencionales como la eólica y la solar. Destacó que son intermitentes…

–Son buenísimas, y te aclaro que nosotros en el OIEA trabajamos muy bien con el International Renewable Energy Agency (Irena), pero la realidad es esa. Y además, no solamente es la intermitencia, sino que las grandes economías no pueden depender solamente de energías renovables. Necesitás también energías de base o base load, y eso te lo da, de pronto, el gas o te lo da la energía nuclear. Entonces, por eso, los grandes países, las grandes economías como China, Estados Unidos, Francia o los países de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico], están todos aumentando muchísimo el desarrollo de la energía nuclear. Esto también pasa en los países del sur emergente.

¿Hay un terreno fértil para la transición energética en la Argentina?

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–Creo que se están estableciendo los pilares para eso. Creo que la Argentina es un país que tiene enormes capacidades no utilizadas en materia energética, en cualquier área que usted quiera mencionar. El gas de esquisto, eólicas, atómico. Y eso implica capacidades para el desarrollo económico argentino y también oportunidades de negocios. Así que yo lo veo como uno de los grandes activos que tiene la Argentina.

"Las grandes economías no pueden depender solamente de energías renovables", señala Grossi - Créditos: @ANDY BUCHANAN
"Las grandes economías no pueden depender solamente de energías renovables", señala Grossi - Créditos: @ANDY BUCHANAN

En el gobierno nacional aparece este fortalecimiento del proyecto nuclear dentro de la política energética. Sin embargo, parece haber una falta de prioridad de la política para la transición. ¿Cuál es su visión al respecto?

– Realmente, no tengo una opinión sobre eso, porque lo que sí te puedo decir es que está muy claro que la Argentina necesita un aporte nuclear, que no tiene que ser mayoritario, pero que puede ser el doble de la actual. Creo que es algo que las autoridades de energía están evaluando, y nosotros lo que hemos manifestado. Lo que también puedo decirte es que nosotros hacemos mucho planeamiento energético, inclusive para países que no tienen energía nuclear. Estamos capacitados para dar una visión sobre lo que mejor puede desarrollar de acuerdo a sus condiciones y su matriz actual.

¿Cómo se imagina la matriz energética y eléctrica de la Argentina en un futuro, en una proyección a 2050?

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– La Argentina claramente tiene una enorme capacidad con el gas de esquisto [el que se extrae a través del fracking], y es una capacidad que va a utilizar, como la utilizan otros países. Lo que claramente debe tener nuestro país es una estrategia de mediano y largo plazo. Tiene que ser consciente que ese gas va a tener una declinación, de la cual estamos lejos, pero va a haber una declinación en un momento.

¿Qué opina sobre las regulaciones y restricciones principalmente planteadas desde Europa a los combustibles fósiles? En general van en línea con los acuerdos llegados en distintos espacios multilaterales como el de la COP28 en Dubai.

– Existe a nivel global una tendencia a ir reacomodando las piezas para el desarrollo del sector energético. Yo creo que todos los países del Golfo lo están viendo, y me refiero al cambio hacia lo nuclear. Fijate el ejemplo de Emiratos Árabes Unidos, que tiene 25% de energía nuclear ahora y hace 10 años no sabían lo que era un reactor. La Argentina tiene que beneficiarse de las capacidades y de los recursos naturales que tiene, como lo hacen todos, y me parece muy lógico y natural que así sea en el caso, por ejemplo, del gas. Pero tener en cuenta que tenemos que ir caminando un camino hacia otras opciones.

¿A qué se refiere?

– El otro día tuve una visita también oficial a Paraguay, y estaba hablando con el presidente Peña, y tú dirías, bueno, Paraguay tiene [la represa] Itaipú. Bueno, el excedente de Itaipú en unos años se va a acabar, y ellos están pensando en energía nuclear.

Lanzamiento del Plan Nuclear Argentino el 20 de diciembre de 2024
Lanzamiento del Plan Nuclear Argentino el 20 de diciembre de 2024

En cuanto al desarrollo de la energía nuclear, uno de los grandes retos ambientales es el almacenamiento de los residuos radiactivos. ¿Qué medidas está tomando la OIEA frente a un incremento de la capacidad instalada de energía nuclear en el mundo en cuanto a los residuos que produce?

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–Hemos lanzado un proceso en la agencia que se llama Nuclear Harmonization and Standardization Initiative (NHSI). Es un proceso de diálogo entre los reguladores y la industria para reactores avanzados y pequeños. Nos damos cuenta de que este diálogo es un paso fundamental para que el desarrollo llegue con los parámetros de seguridad que tiene el OIEA. Los altos estándares de seguridad del OIEA también contemplan el manejo de residuos. Nosotros hoy sabemos cuánto volumen de residuos nucleares hay y dónde están. Además, estamos estudiando la integración de nuevas tecnologías para el monitoreo y para eficientar algunas de las actividades que llevamos a cabo.

– El año que viene António Guterres termina su mandato como secretario general de Naciones Unidas. Su secretariado estuvo muy caracterizado por una bandera que defiende la acción climática y también denuncia y busca ralentizar el desarrollo de la industria hidrocarburífera. ¿Cuál es su postura respecto a esa impronta?

– Creo que tiene que adaptarse a un nuevo contexto.

¿Qué significa eso?

–Adaptarse quiere decir que el sistema multilateral tiene que reconocer cuáles son las realidades del mundo, y por supuesto tiene que marcar una dirección y señalar lo que esté mal. Recuerdo una conversación con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en la que él me recordaba los millones de indios que dependen de la industria del carbón. Por supuesto que tenemos que salir del carbón y estamos dando los pasos en ese sentido, pero creo que desde los organismos internacionales tiene que haber una visión que reconozca esas realidades. Estos procesos de cambio y transición son graduales. Debemos trabajar conjuntamente con el sector energético y con el sector privado. Esos sectores no deben ser satanizados, hay que trabajar con ellos.

¿Cómo piensa que se debería fortalecer a Naciones Unidas en un contexto de tensiones bélicas, cuestionamientos al propio organismo multilateral y el surgimiento de gobiernos que tienen rasgos autoritarios?

–Lo que es importante es que los organismos multilaterales sean activos y presentes, que no sean reactivos. Como diplomático, el diálogo y la negociación siempre ha sido la forma en que he abordado los problemas, ello con todos los gobiernos, aunque tengan conflictos con otras naciones. Dos músicos pueden tocar la misma partitura de modo diferente. Las instituciones son un instrumento valioso pero deben ser usadas con audacia e inteligencia. Las instituciones son los sitios donde se pueden encontrar soluciones a los problemas mundiales. Muchas veces los países en conflicto como Rusia y Ucrania no hablan entre ellos, pero sí han hablado con nosotros.

Algunos lo nombran a usted, ahora que António Guterres sale, como un posible candidato para la Secretaría General. ¿Tiene intención de ser el próximo secretario general de Naciones Unidas?

– Es algo de lo cual se habla mucho y se va a hablar más...