Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

El plan de DeSantis para que los hospitales pregunten a los pacientes su situación migratoria es peligroso | Opinion

El gobernador DeSantis recientemente publicó su proyecto de ley más antiinmigrante hasta la fecha. Entre las muchas propuestas que harían la vida más difícil para los inmigrantes de la Florida sin estatus documentado, una es particularmente peligrosa y miope cuando se trata de proporcionar atención médica de calidad no solo a los inmigrantes, sino a todos los floridanos.

En palabras del propio gobernador, la propuesta “requiere que los hospitales recopilen datos en torno al estatus migratorio de los pacientes y los costos de proporcionar atención” a los floridanos sin estatus migratorio documentado, así como que “informen regularmente de los datos al gobernador y a la Legislatura”.

Esta propuesta en particular es peligrosa y solo puede resultar en vidas perdidas, disminución de la calidad de la atención y mayores costos de atención médica para todos los pacientes de la Florida.

Como alguien que ha trabajado durante décadas al frente de una empresa de tecnología y servicios de salud, he visto de primera mano la devastación que pueden causar las políticas cuando se centran en la capacidad de los inmigrantes para obtener la asistencia médica que necesitan y no solo en cuanto a su salud: también disminuyen la calidad de la atención disponible para todos, sean o no ciudadanos.

Las salas de urgencias abarrotadas son el lugar más caro para buscar atención médica; aun así, es uno de los que he visto a familias, tanto de ciudadanos estadounidenses como de inmigrantes indocumentados, usar en exceso. Esto provoca un estrés financiero en nuestro sistema de salud, comparado con el uso de un médico de atención primaria que puede ofrecer a los pacientes una mejor atención preventiva.

Desgraciadamente, muchos inmigrantes indocumentados ya no acuden a los servicios de atención médica, porque en gran medida están excluidos de los programas federales, incluidos Medicare, Medicaid y CHIP (Programa de Seguro Médico para Niños); además, no pueden pagar los gastos de su bolsillo. La mayoría no acude al médico ni a urgencias por miedo a que les pregunten su situación migratoria y los denuncien a las autoridades de inmigración.

La propuesta del gobernador no solo es peligrosa, sino fiscalmente miope. Una ley federal de 1986 establece que casi todos los hospitales deben tratar y estabilizar a cualquier persona que acuda en busca de ayuda, lo que significa que obligar a los hospitales a preguntar a sus pacientes su estatus migratorio y registrarlo es algo que American Medical Association (AMA) dijo que “debe evitarse”, ya que interfiere con el deber primario de los proveedores de salud de ayudar, no dañar, a los pacientes.

AMA dijo que solo ahuyentará a los pacientes indocumentados en un momento en el que sus dolencias pudieran representar a un costo razonable, en comparación con más adelante, cuando no tengan más remedio que presentarse en urgencias en medio de un ataque al corazón, un embarazo complejo u otra dolencia urgente.

Se sabe desde hace tiempo que, cuanto más enfermo esté uno cuando acude al hospital, más tiempo permanecerá allí, más cuidados necesitará y mayor será el costo para el hospital. Estos costos, a su vez, repercuten en todos los pacientes, a menudo a través de primas de seguro e impuestos más elevados.

Una vez más, esto se sentirá en el hospital local, en donde la financiación del tratamiento procederá del aumento de los impuestos, la reducción de los servicios o la limitación del acceso a la asistencia. A largo plazo, sin un acceso adecuado a la atención preventiva y primaria, el costo per cápita aumentará enormemente con el tiempo.

Por lo tanto, lo que DeSantis dijo que es una medida para aliviar la carga que supone para el estado la atención médica a los inmigrantes indocumentados será contraproducente cuando los hospitales estén obligados por ley a tratarlos de todos modos, al mismo tiempo que alejaría a los inmigrantes indocumentados vulnerables de los servicios de salud y cargaría a los trabajadores de los hospitales con tareas de información que no tienen que ver con su deber de curar a la gente.

No es silo una política peligrosa, sino que es mala, tanto moral como económicamente.

Bill Lucia es inversor y asesor de Digital Health y otras empresas de tecnología de salud en el sur de la Florida. Forma parte del consejo de American Business Immigration Coalition (ABIC).

Lucia.
Lucia.