¿Por qué los estudiantes chinos brillan y los latinoamericanos se quedan atrás?

DONGYING, CHINA - DECEMBER 03: Primary school students read the Constitution of the People's Republic of China on December 3, 2019 in Dongying, Shandong Province of China. National Constitution Day of China falls on December 4 every year. (Photo by Song Xinggang/VCG via Getty Images)
Estudiantes de primaria leen la Constitución de la República Popular China el 3 de diciembre de 2019 en Dongying, provincia china de Shandong. (Song Xinggang/VCG via Getty Images)

La educación china es la mejor del mundo, mientras que la latinoamericana deja mucho que desear.

Esa es la conclusión del Programa para la Evaluación de Alumnos (PISA) que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, según sus siglas en inglés) en el que participaron 600 mil jóvenes de 15 años de 79 países.

La prueba de dos horas que se realiza cada tres años está diseñada para medir el nivel de comprensión y desempeño en lectura, matemáticas y ciencias. Pero otros datos aportados por los estudiantes muestran pinceladas de sus realidades socioeconómicas, del ambiente escolar y sus aspiraciones para el futuro.

Un análisis del test presentado en 2018 indicó que los estudiantes chinos aventajaron por un amplio margen a los alumnos de los otros 78 sistemas educación en las tres áreas evaluadas.

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La compresión lectora de los alumnos de las 4 provincias chinas evaluadas (Beijing, Shanghai, Jiangsu and Zhejiang) es tan buena que el 10 por ciento de los estudiantes chinos con peores condiciones socioeconómicas leen mejor que el promedio de los chicos de los países de la OECD. Y por si fuera poco, esos muchachos con menos oportunidades leen al mismo nivel que el 10 por ciento de los alumnos más privilegiados.

Sólo Singapur se acercó a China en lectura, pero en el tercer y cuarto puesto se ubicaron Macao y Hong Kong, dos regiones administrativas especiales que poseen autonomía pero que poseen fuertes vínculos ancestrales con Beijing.

Si se tratara de fútbol, los estudiantes chinos jugarían en equipos profesionales de primera división y mientras que los latinoamericanos con suerte entrarían en un nivel de aficionado.

El 79 por ciento de los estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, México, Panamá, Perú y Uruguay tienen un bajo nivel comprensión en lectura, matemática y ciencias.

Chile fue el país que quedó mejor parado con un poco más de 450 puntos y apenas un 20 por ciento en los niveles inferiores de la prueba.

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Al final de la lista quedaron los estudiantes de República Dominicana. Según el Pisa, el 80% de los estudiantes dominicanos no alcanza las competencias mínimas de lectura esperadas a los 15 años. Comprenden el significado literal de una oración pero no son capaces de comprender metáforas, sentidos figurados o diferenciar la información de la opinión.

La situación de los alumnos dominicanos en matemática es aún peor. El 90% no alcanzó el nivel 2 y el 78% obtuvo un puntaje inferior al nivel 1, lo que significa que no fueron capaces de resolver problemas matemáticos sencillos aunque poseían todos los datos necesarios para calcular las respuestas.

¿Como es la educación china?

En un país de 1.400 millones de habitantes, estudiar es básico para sobrevivir.

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Académicos señalan que el énfasis en la educación comenzó en el siglo VII con la obligatoriedad de presentar un examen de servicio civil para aspirar a un cargo público. Durante 1.300 años, las familias chinas de altos recursos estimulaban a sus hijos a estudiar con esmero para transformar sus vidas al conseguir un puesto como funcionario imperial.

Es mucho lo que ha cambiado china en los últimos siglos y en especial desde la Revolución comunista de Mao Zedong a mediados del siglo XX. Ya no existe el servicio civil pero las pruebas de admisión a la universidad son igualmente complicadas y necesarias para para el ascenso social.

Se trata del sistema educación pública más grande del mundo, con unos 260 millones de estudiantes 15 millones de maestros y unas 514.000 escuelas. Pero más allá de la inmensa diversidad geográfica y cultural de un país de casi 10 millones de kilómetros cuadrados, un aspecto distintivo es el inmenso respeto proferido a los maestros de educación primaria, quienes se dedican durante años a completar la enseñanza al mismo grupo de alumnos y con quienes crean vínculos duraderos.

Durante la primaria, los maestros insisten en desarrollar las habilidades numéricas y lectoras, pero también se esmeran por reforzar hábitos como la limpieza y la responsabilidad colectiva. Por eso los alumnos participan en la limpieza de las aulas, en el riego de los jardines y en el mantenimiento general de las instalaciones escolares.

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El trabajo duro, el esfuerzo, el razonamiento lógico y la memorización son los pilares de la educación china. Las jornadas escolares en educación media se extienden desde las 7:00 a.m. hasta las 5.00 p.m. y luego los estudiantes deben dedicar varias horas en casa para hacer los deberes. En pocas palabras, pasan casi todo el día estudiando.

El tiempo para la creatividad, para la individualidad, para jugar es mínimo.

¿Qué pasa en América Latina?

Los resultados obtenidos por los alumnos latinoamericanos en el PISA no denotan falta de inteligencia, flojera o desgano de los niños sino la conjura de múltiples problemas que les dificultan el aprendizaje.

Si bien es cierto que la mayoría de las constituciones latinoamericanas establecen que la educación básica es gratuita y obligatoria, en la práctica los niños de menores recursos tienen pocas posibilidades de estudiar. Y aunque los estados han realizado avances para masificar la enseñanza, no han podido frenar las elevadas tasas de deserción escolar.

La desigualdad de oportunidades entre los estudiantes de clase media, que están bien alimentados y que tienen acceso a libros y buenos colegios, y los jóvenes sin recursos es inmensa. El informe de Pisa indicó que las mayores diferencias entre los estudiantes privilegiados y desposeídos están en Panamá, Colombia, Brasil. México y Costa Rica.

Otro problema grave es el desprestigio del rol del educador en la sociedad latinoamericana. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo mostró que la brecha salarial entre los maestros y otras profesiones es cada vez mayor. Un profesor en Brasil, Perú y Chile gana hasta un 56 % menos que otros profesionales, mientras que en México el margen se amplía hasta un 83% menos.

La mala remuneración es una razón de peso para que los mejores estudiantes no contemplen el magisterio como una opción profesional. En Perú, los aspirantes a maestros tienen un peor rendimiento académico que los que desean estudiar otras carreras, mientras que en Alemania, los solicitan un cupo para estudiar docencia son estudiantes sobresalientes.

En medio de circunstancias tan adversas es difícil cultivar la autoestima. Al menos el 60% de los estudiantes dominicanos y panameños estuvieron de acuerdo con la siguiente afirmación: "No puedes hacer mucho para cambiar tu inteligencia". Mientras que más de la mitad de los estudiantes chinos piensan que sí pueden hacerlo.