Ante el aumento de casos de virus estacionales (esperables para esta época del año) es importante tener presente los signos de alarma para saber cuándo concurrir a una guardia, o bien, cuando conviene esperar a que la enfermedad se autolimite.

“En las últimas cuatro semanas, según notificó el Ministerio de Salud de la Nación, ha aumentado la circulación del virus Influenza, especialmente el AH3N2, que es el virus Influenza estacional esperable. En menor escala, se registraron muchos casos del virus sincicial respiratorio (VSR), especialmente en los más chicos (aunque afecta también a adultos y adultos mayores) y, con menor incidencia, se registró casos del SARS-CoV-2, un virus de la familia de los coronavirus”, resume en diálogo con LA NACION, Mónica Foccoli, Jefa de la División Infectología del Hospital de Clínicas.

Con respecto de las enfermedades que pueden producir estos virus, indica que “lo más frecuentes es que ocurran en formas leves, autolimitadas, incluso muchas veces ni siquiera se llega a consultar por la rápida evolución”.

A su vez, remarca que la vacunación es fundamental para evitar complicaciones, en especial, en la población de riesgo que son los menores de un año, los mayores de 65, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.

¿Qué provocan los virus en mayor circulación? En líneas general, cuadros banales como un simple resfrío, cuadros gripales que abarca la presencia de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares con dolor de garganta sobre todo al tragar. En los chicos se pueden agregar episodios de diarrea.

LA NACION consultó con distintos especialistas para confirmar cuáles son los principales síntomas que deberían de alertarnos para hacer una consulta médica y coinciden en que estos son los signos de alarma a tener en cuenta.

Los síntomas que deben alertar para ir a la guardia

• Cuando la fiebre persiste más de tres días (con más de 38 o 38,5 grados).

• Cuando la fiebre desciende durante los primeros días, pero luego vuelve a aparecer.

• Cuando aparece dificultad para respirar, la presencia de sibilancia (una especie de silbido cuando la persona respira), o dolor de pecho.

• Cuando los síntomas empeoran y no se autolimita la enfermedad: cuando ni la fiebre ni el malestar general se van, hay dolores musculares y articulares, dolor de garganta sobre todo al tragar. En los chicos se pueden agregar episodios de diarrea.

Especial atención en bebés menores de 6 meses por bronquiolitis

La bronquiolitis puede iniciarse con un catarro y resfrío. Pero cuando los bebés muestran incapacidad para succionar, tanto el pecho como el biberón o tienen dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, hay que ir lo más rápido posible a una guardia ya que puede estar teniendo falta de oxígeno.

“Debemos saber igualmente que el 90 por ciento de los casos de bronquiolitis son leves y requieren seguimiento ambulatorio menos del 10 por ciento terminan internados y de ese porcentaje, solo el 3 por ciento requiere unidad de cuidados intensivos”, puntualiza Carlos Velasco, médico del servicio de Neumonología Infantil del Hospital de Clínicas.

“El virus de la influenza provoca síndrome gripal en adultos; en tanto, en bebés y niños menores de un año puede producir bronquiolitis. Simultáneamente empezaron a aparecer casos de virus sincicial respiratorio (VSR) en pacientes pediátricos, provocando aumento de casos de bronquiolitis en lactantes”, agrega Velasco.

Y analiza: “El virus de la influenza está en un pico bastante alto. En las últimas dos semanas y comparado con el año anterior, aumentaron en particular los casos los virus influenza y creemos que se debe, entre otros factores, a la disminución de la temperatura tan temprana”.

Medidas de prevención en grandes y chicos

Como principales medidas de prevención en niños, Velasco indica reforzar la lactancia materna en los bebés junto al calendario de vacunación completa para mejorar la inmunidad. “A su vez, hay que insistir en no fumar en las casas ya que el ambiente con humo de cigarrillo aumenta seis veces la posibilidad de tener bronquiolitis y enfermedad más severa”.

En tanto, en la población adulta, Analía Mykietiuk, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), recomienda en caso de que se concurra a una guardia con síntomas respiratorios que “siempre se use barbijo para evitar contagiar a otras personas con nuestros virus respiratorios”.

Entre las medidas de prevención básicas, recuerda que es importante “mantener los ambientes ventilados, evitar concurrir al trabajo enfermo, utilizar barbijo antes de entrar a un hospital y lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca al toser o estornudar cubrirse la boca con el pliegue del codo o con algún pañuelo descartable para evitar la transmisión de los patógenos a través de las gotitas de la saliva”.

Asimismo, resalta que tener la vacunación al día es fundamental: “Aunque haya casos de gripe circulando la vacunación sigue siendo efectiva y necesaria. Actualmente, se encuentran disponibles y de forma gratuita las vacunas de Covid, la vacuna de la gripe y la vacuna del Neumococo. También está disponible la vacuna del VSR para embarazadas”.

Por último, Mykietiuk alerta: “Un error frecuente que observamos es el de contar las dosis con las que se cuenta de la vacuna de Covid. Lo importante es estar vacunado en el último año más allá de la cantidad de dosis aplicadas, y en el caso de personas mayores de 65 años o en población de riesgo (personas con enfermedades crónicas) es importante dar la vacuna cada 6 meses”.