Pese a que no tiene los números, el rey propuso al conservador Núñez Feijóo para la investidura en España
BARCELONA.– El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se salió con la suya y fue el escogido por el rey Felipe VI para formar el próximo gobierno después de haber realizado una ronda de contactos con los partidos políticos con representación parlamentaria tras las elecciones del 23 de julio.
Sin embargo, no parece probable que pueda cumplir con el encargo del monarca, ya que cuenta con el apoyo de 172 diputados, cuatro menos de los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta. Además, el resto de los partidos ya han dicho a Feijóo de forma clara que ni tan siquiera piensan negociar con él la investidura. Así pues, se mantiene la incertidumbre sobre el futuro político de España.
El endemoniado escenario surgido de las urnas había levantado una gran expectativa en España sobre cuál sería la decisión de Felipe VI. La situación es inédita, ya que el partido que ganó las elecciones, el PP, no puede alcanzar la mayoría por falta de apoyos, mientras el segundo más votado, el PSOE, del presidente Pedro Sánchez, sí podría llegar a conseguirlo con el respaldo de los partidos nacionalistas periféricos, pero todavía no ha culminado unas negociaciones que se auguran largas y complejas. La Constitución no ofrece una guía sobre cómo actuar en un escenario como el actual.
Feijóo había presionado al monarca para ser el encargado de formar gobierno esgrimiendo que esta tarea siempre había recaído en el ganador de las elecciones. En un comunicado público en el que justifica su decisión, la casa real recogió esta idea y argumentó que “se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre” que el primero en intentar una investidura sea el candidato del partido más votado.
En concreto, Feijóo podrá contar con los 137 votos de su partido, los 33 de Vox, el diputado de Unión del Pueblo Navarro y el de Coalición Canaria, es decir, un total de 172. Tras el conflicto que estalló la semana pasada entre Vox y el PP a raíz de la votación por la presidencia del Congreso, no estaba claro si el partido de extrema derecha le mantendría su apoyo. Pero finalmente, su líder, Santiago Abascal, le transmitió al rey que votaría a favor de la investidura de Feijóo.
Agradezco a S.M. el Rey su decisión de nombrarme candidato a la Presidencia del Gobierno.
Daremos voz a los más de 11 millones de ciudadanos que quieren cambio, estabilidad y moderación con un Gobierno que defienda la igualdad de todos los españoles. pic.twitter.com/fLqCBiZoir— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) August 22, 2023
El líder del PP ha reaccionado al encargo de Felipe VI con un tuit en el que le agradeció el gesto, y se propone “dar voz a los más de 11 millones de ciudadanos que quieren cambio, estabilidad y moderación”. Su única opción para ser investido presidente pasaría por convencer al Partido Nacionalista Vasco (PNV) de que le otorgue el respaldo de sus cinco diputados. No obstante, los nacionalistas ya le han dicho que no formarán parte de ninguna ecuación política “junto a la extrema derecha de Vox”. De hecho, el mismo martes anunciaron que habían recibido ya la llamada del PSOE para iniciar las negociaciones de investidura.
Por su parte, Pedro Sánchez solo tiene amarrados los 121 votos de su partido, el PSOE, y los 31 de su socio en el Ejecutivo, la plataforma izquierdista Sumar. Ahora bien, se halla en conversaciones con el PNV (5 diputados), el también vasco EH Bildu (6), Esquerra Republicana de Catalunya (7) y Junts per Catalunya (7). Los tres primeros ya formaron parte de la coalición de investidura de Sánchez en 2019, y su respaldo es muy probable. En cambio, más difícil será fraguar el pacto con Junts, del expresidente catalán Carles Puigdemont, que en campaña puso dos condiciones difícilmente asumibles para el PSOE: una amnistía a los “represaliados catalanes” y un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
De hecho, el rey, que inició su ronda de consultas el lunes, no pudo conocer de primera mano la posición de Junts y de Esquerra, pues ambos partidos boicotean al jefe del Estado después de su dura intervención dos días después del referéndum ilegal de autodeterminación de 2017, en el que aprobó la represión policial de los votantes.
Este martes por la mañana, Sánchez compareció ante los medios para transmitir el mismo mensaje que antes pasó al rey Felipe VI: su disposición a formar gobierno. El presidente en funciones aprovechó para insistir en que un intento de investidura de su adversario conservador sería “un trámite de exhibición”, y no un auténtico debate. De hecho, ha definido los “esfuerzos y contorsiones” de Feijóo como “legítimos”, pero “baldíos”.
Ahora bien, también dejó claro que no se opondría a la elección de Feijóo si esta era la voluntad del monarca. “Sea cual sea la decisión que tome el jefe del Estado, cuenta con el respeto y respaldo del PSOE”, informó. En las últimas horas se especuló que a Sánchez ya podría irle bien que fuera Feijóo el que asumiera el encargo del rey para así poder ganar tiempo en su negociación con las fuerzas nacionalistas e independentistas.
De acuerdo con la Constitución, Feijóo dispone de todo el tiempo que considere necesario para negociar con las diversas fuerzas políticas, y fijar cuando crea conveniente la fecha del debate de investidura. Ahora bien, desde ese día, se inicia un cuenta atrás de dos meses para la formación de gobierno. En este período, Feijóo o Sánchez podrán presentarse a la investidura tantas veces como quieran. Pero si al final del plazo de dos meses, ninguno lo ha conseguido, se convocarían elecciones de manera automática en un plazo de unos 50 días. Así pues, en función de cuál sea la fecha de la primera investidura, una hipotética repetición electoral sería a finales de este año o a principios del próximo.