"Pese a cordialidad, no hubieran dado nada a Coahuila": Riquelme
SALTILLO, Coah., noviembre 27 (EL UNIVERSAL).- A unos días de terminar su mandato como gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís aseguró que no deja pendientes de obra, que su relación con el gobierno federal siempre fue combativa y que "hizo lo que tenía que hacer" con el tema de la "megadeuda".
Riquelme Solís calificó de "débiles" los argumentos que dio la federación para la disminución de participaciones y aseguró que los estados fueron "estrangulados".
"Aunque la relación hubiera sido cordial, no le hubieran dado nada a Coahuila. Preferí exigir lo que el Estado aporta", comentó.
No obstante, describió que su relación con el presidente fue respetuosa y que nunca refirió un calificativo hacia la persona del presidente.
Recordó que siempre fue directo y que nunca tuvo un discurso de lisonja, sino que siempre trató de que la gente se diera cuenta de la afectación que tuvo Coahuila por el presupuesto.
"Coahuila se dio cuenta del trato del gobierno federal. No fui yo el afectado, fueron las guarderías, los campesinos, la ciencia, tecnología, investigadores. No fue el gobernador", subrayó.
El mandatario coahuilense mencionó que los pendientes de obra fueron cubiertos en la parte económica y como único pendiente resaltó el proyecto del Metrobús Laguna, el cual en seis años no concluyó debido a la "complejidad del proyecto" y a que no le dieron "los tiempos".
Sin embargo, no mencionó proyectos anunciados como los centros de gobierno que no se realizaron o el corredor económico norte.
Sobre el tema de la megadeuda, presumió que se hicieron dos de las mejores reestructuras y se incrementaron los ingresos propios al doble. Aunque no refirió cuánto pagó por el servicio de la deuda, cifra que fue de más de 35 mil millones de pesos en seis años, sin que se hubiera registrado una disminución en la deuda final.
Además, agregó que serán sus últimas declaraciones ante medios de comunicación, antes del cambio de gobierno el próximo primero de diciembre.