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Algunas personas reportan reacciones retardadas de la piel a la vacuna contra el COVID

Una serie de fotografías integradas en una sola imagen, proporcionada por la revista New England Journal of Medicine, muestra reacciones retardadas de la piel en diversos pacientes tras recibir las vacunas de ARNm contra el COVID-19. (New England Journal of Medicine vía The New York Times)
Una serie de fotografías integradas en una sola imagen, proporcionada por la revista New England Journal of Medicine, muestra reacciones retardadas de la piel en diversos pacientes tras recibir las vacunas de ARNm contra el COVID-19. (New England Journal of Medicine vía The New York Times)

Algunas personas están teniendo reacciones retardadas a la primera dosis de la vacuna contra el COVID y presentan enrojecimiento, dolor, escozor e inflamación en el brazo cerca de una semana después de la inyección.

Aunque las reacciones son desagradables, parece que son inofensivas. Pero, según una carta publicada el miércoles en la revista The New England Journal of Medicine, este malestar de la piel puede confundirse con una infección. Los médicos señalaron que querían compartir la información sobre estos casos para tratar de evitar el uso innecesario de antibióticos y para mitigar las inquietudes de los pacientes a fin de que se sientan seguros de recibir sin riesgo su segunda inyección.

“Cuando comenzamos a ver esto, modificamos los folletos que se les proporcionan a los pacientes”, mencionó en una entrevista Kimberly G. Blumenthal, autora de la carta y alergóloga del Hospital General de Massachusetts. “Habíamos dicho que, al recibir la vacuna, era normal el enrojecimiento, la picazón y la inflamación. Añadimos en el texto que esto también puede comenzar de siete a diez días después de recibir la vacuna”.

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La carta describe las experiencias de doce personas que presentaron “fuertes reacciones locales retardadas” que iniciaron de cuatro a once días después de la primera inyección de la vacuna de Moderna y, en promedio, a los ocho días. El informe no es un estudio controlado, sino una serie de casos que llegaron a la consulta de los médicos porque los destinatarios de la vacuna estaban preocupados y querían saber si deberían recibir la segunda inyección.

La mayoría de estos pacientes fueron vacunados en el Hospital General de Massachusetts, donde se administraron tanto las vacunas de Moderna como las de Pfizer-BioNTech. Pero las reacciones retardadas solo se presentaron en personas que recibieron la vacuna de Moderna, señaló Blumenthal y añadió “No entiendo por qué”.

Moderna dio a conocer reacciones retardadas en la piel en un 0,8 por ciento de los participantes en su ensayo clínico extenso después de la primera dosis y en un 0,2 por ciento después de recibir la segunda dosis.

Según la carta de Blumenthal y de otros diez médicos, las doce personas reportaron síntomas normales, como el dolor en el brazo que casi siempre se presenta poco tiempo después de la inoculación, y estos síntomas iniciales ya había desaparecido.

Una trabajadora sanitaria administra una vacuna contra el COVID-19, en San Francisco, el 1° de marzo de 2021. (Mike Kai Chen/The New York Times)
Una trabajadora sanitaria administra una vacuna contra el COVID-19, en San Francisco, el 1° de marzo de 2021. (Mike Kai Chen/The New York Times)

Posteriormente, se presentó una reacción retardada. En cinco personas, aparecieron lesiones grandes, de 10 centímetros de diámetro o más y en relieve cerca del lugar de la inyección. Dos tuvieron sarpullidos en otros puntos, una cerca del codo y otra en la palma de la mano. Algunas también presentaron síntomas sistémicos al mismo tiempo, como fatiga y dolor muscular.

La mayoría se atendió los síntomas de la piel con hielo y antihistamínicos. Pero a algunas personas tuvieron que administrarles esteroides, en crema o píldoras, y a una, un médico que confundió el problema con una infección, le prescribió un antibiótico.

Los síntomas duraron seis días en promedio y oscilaron entre dos y once días. Todos los pacientes siguieron adelante con la segunda inyección. La mitad de ellos no tuvieron ninguna otra reacción retardada, pero tres volvieron a desarrollar los mismos síntomas y tres tuvieron reacciones más leves de las que aparecieron después de la primera inyección.

Blumenthal mencionó que había muchas preguntas sin contestar acerca de las reacciones. Diez de doce pacientes eran mujeres, pero no se sabe si las mujeres son más propensas al problema o si esa discrepancia ocurrió debido a que había más mujeres entre los trabajadores sanitarios vacunados.

Algunas personas eran alérgicas a medicamentos, picaduras de avispas o alimentos, pero otras no.

Una biopsia de piel en un paciente reveló que la afección se debió a una reacción adversa a un medicamento. Pero no se sabe a qué exactamente estaba reaccionando el sistema inmunitario del paciente.

“Yo espero que las empresas lo averigüen”, señaló Blumenthal.

Ahora, esta doctora ya ha sabido de aproximadamente 30 casos, la mayoría en mujeres y todos ellos después de la vacuna de Moderna, comentó, y dijo que el hospital ha creado un archivo para darles seguimiento.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2021 The New York Times Company